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El PSOE reivindica la socialdemocracia y el legado del pasado en un cónclave de cierre de filas

El secretario general saca pecho de los avances sociales conseguidos, entre los que cita el salario mínimo, los ERTE o la Ley de Eutanasia, reafirma el compromiso de su formación con el feminismo y el ecologismo, y carga contra la derecha por el bloqueo a los órganos judiciales

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, junto al líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, ayer, en Feria València. | GERMÁN CABALLERO

Una charanga recorría este domingo los pasillos del pabellón central de Feria València para animar a las tropas socialistas con música popular, al estilo de ese pasodoble que resuena machacón en toda fiesta valenciana. Los primeros acordes de todo un clásico, Paquito el Chocolatero, se escucharon tan solo unos instantes después de que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, culminara entre aplausos y ovaciones su discurso de clausura del 40 congreso federal. El cónclave, organizado este fin de semana en la capital del Turia, estuvo impregnado por un ambiente festivo, de celebración. El contexto, esta vez sí, lo permitía. El líder revalidó su cargo sin ningún tipo de contestación interna y renovó la comisión ejecutiva federal, en la que se integran cuatro valencianos, con casi el 95% de apoyos; un resultado exitoso que le permitió presumir de unidad, reivindicando con énfasis la socialdemocracia de una formación que se reafirma ahora más que nunca como feminista y verde, la misma cuyo líder se erigió como orgulloso heredero del legado de sus antecesores.

Sánchez puso ayer el broche de oro a la convención de València echando la vista atrás, haciendo un repaso al pasado del PSOE para esbozar la estrategia futura, esa con la que pretende afrontar la segunda parte de la legislatura y relanzar al partido de cara al próximo ciclo electoral. La potente imagen proyectada el día anterior, con los abrazos con José Luis Rodríguez Zapatero y, el más significativo, con Felipe González, fue tan solo la expresión gráfica del que será uno de los ejes de su estrategia, que no es otra que poner en valor los avances sociales que, según destacó, consiguieron los expresidentes. Sánchez ensalzó su herencia y, también, se dio a sí mismo un aprobado en su gestión de una pandemia que, si encara su recta final, es porque se gestionó «con más aciertos que errores». Un reto complicado que, sin embargo, consideró que no ha impedido que el Gobierno siga adelante con su agenda. «Hemos subido el salario mínimo, el ingreso mínimo vital, hemos protegido los derechos de los trabajadores con los ERTE, hemos aprobado la Ley de Eutanasia... Este es un Gobierno que cumple con su palabra», aseguró ante un auditorio en el que, según fuentes de la organización, se concentraban cerca de 10.000 personas. El jefe de los socialistas prometió que en la agenda figura ahora la derogación de la ley mordaza y la reforma laboral del PP, así como el compromiso adoptado este fin de semana para abolir la prostitución, a propuesta de la federación valenciana. Todo ello, se supone, de la mano de unos socios de gobierno, Unidas Podemos, a los que lanzó un dardo sutil que no pasó inadvertido. «Cuando asumí la secretaría general, a nuestra derecha e izquierda se hablaba del final de la socialdemocracia. En seis años seguro que hemos cometido errores, pero lo esencial es que está vivo el proyecto de justicia social que se llama socialdemocracia», sobre la que aseveró que tiene «una salud de hierro». No obstante, su principal línea de ataque se centró en los partidos que se ubican al otro lado del tablero político. En ese sentido, criticó al PP por no querer renovar el Consejo General del Poder Judicial. «La democracia solo les vale si ellos gobiernan. Es la estrategia de la ultraderecha que arrastra a la derecha tradicional, laque está, según valoró, «acomplejada y desorientada». No pasó por alto la cuestión catalana y recalcó que su compromiso seguirá siendo el de fomentar el diálogo y trabajar por «la cohesión y la unión». También hizo mención a los abucheos que recibió el 12 de octubre. «Para nosotros el patriotismo, el mejor patriotismo, se expresa en el IRPF y no en los insultos que le Gobierno recibió el día de la fiesta nacional. Ese es el patriotismo que defendemos», zanjó.

Puig: «Has cerrado el puzle sin dejar fuera una pieza»

El líder de la federación valenciana, que preside la cita, elogia la apuesta de Sánchez por la cohesión

«Has logrado que este sea el congreso de la unidad, la fraternidad y la cohesión. Pedro, lo has logrado tú. Has conseguido la síntesis, has puesto el puzle de todos esos anteriores congresos sin dejar fuera una pieza». Esas fueron algunas de las palabras que el secretario general del PSPV, Ximo Puig, dedicó este domingo a Pedro Sánchez. El líder de los socialistas valencianos se mostró ayer satisfecho del transcurso del 40 congreso federal del que ha sido anfitrión, una cumbre en la que ha participado como presidente y que le ha brindado la posibilidad de sumar proyección y, además, promocionar su tierra. 

El jefe del Consell asumió este fin de semana la dirección del cónclave tras un gesto de Ferraz que se interpreta como todo un espaldarazo al presidente autonómico socialista que gobierna el territorio de mayor población. Un guiño que, de alguna forma, supone cicatrizar de forma definitiva la herida abierta en 2017, cuando Puig respaldó la candidatura de Susana Díaz frente a Sánchez. La convención de València evidencia, pues, el nuevo ciclo. Ante la plana mayor del socialismo, Puig dirigió el emotivo homenaje hacia Alfredo Pérez Rubalcaba, «el gran maestro» del que se ha hecho un busto con su rostro que este domingo fue presentado ante su mujer, Pilar Goya.

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