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Soler le enmienda la plana a sus socios y se cierra a aprobar ya la tasa turística

Hacienda rechaza implantar el impuesto porque sería «imprudente» por la situación actual del sector uCompromís apunta a finales de 2022 para su aplicación y Unides Podem declina que sea voluntaria y por municipios como plantea el PSPV

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, esta mañana en las Cortes.

El conseller de Hacienda, Vicent Soler (PSPV-PSOE), ha vuelto a poner freno a la implantación de una tasa turística que grave las pernoctaciones en la Comunidad Valenciana, tal y como reclaman los dos socios de los socialistas en el Gobierno del Botànic, Compromís y Unides Podem (UP). "No es el momento", ha repetido el conseller en la Comisión de Hacienda de las Cortes a la que ha acudido en lugar del vicepresidente del Consell y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Héctor Illueca (UP), cuya comparecencia había solicitado el PP. Así, ha sido Soler el encargado de hablar de la postura del Consell respecto a esa tasa turística, que él mismo ha dicho que más bien es "un impuesto", argumento que ha mantenido el presidente de la Generalitat Ximo Puig para negar la aplicación que reclaman sus socios de Gobierno. El conseller de Hacienda ha iniciado su intervención dando datos sobre la importancia que tiene el sector turístico en la economía de la Comunidad Valenciana, autonomía que en el el año 2019, el último prepandémico, visitaron 29,3 millones de turistas "que dejaron cifras de récord", ha añadido, como las 179 millones de pernoctaciones y un gasto de 13.409 millones de euros. Sin embargo, la pandemia ha dejado muy tocado a este sector estratégico y en 2020 hubo una bajada de siete millones de turistas extranjeros, una caída del 73,3%., con 62,5 millones menos de pernoctaciones. El sector va a pasar de la luz a la oscuridad. En 2020 hubo descensos históricos, caída del 73,% de turistas. 62 millones de pernoctaciones menos. En 2021 la recuperación es frágil y ni el Imserso, ni el turismo británico han recuperado el dinamismo. Por ello, Soler ha remarcado que cualquier medida tributaria que pueda afectar la competitividad y la imagen de los destinos turísticos "se ha de plantear y revisar mediante un análisis minucioso" para "no entorpecer" una recuperación "que está en proceso". Y ha zanjado que adoptar una medida así, en estos momentos, supondría una carga a un sector económico estratégico "y el más castigado, con diferencia, por la pandemia". "Esa tasa no va a salvar ni a arruinar al sector", ha ,mantenido.

De esta manera, el PSPV enmienda la plana a sus dos socios en el Consell y, en concreto, a sus vicepresidentes Mónica Oltra, de Compromís, y Héctor Illueca, de Unides Podem, que han defendido su implantación. Oltra mantenía que gravar con dos euros una noche de hotel no iba a provocar que dejaran de venir turistas a la Comunidad Valenciana. Soler ha señalado que las decisiones del Consell "son consultadas y consensuadas", y que tienen en cuenta los informes de expertos y y ha anunciado que habrá un debate parlamentario en materia fiscal. Y asegura que ningún grupo parlamentario o miembro del Consell ha solicitado una aplicación inmediata de la tasa "porque saben que ahora no es prioritario". Soler ha añadido que una aplicación del impuesto de carácter autonómico sería una decisión imprudente para un sector, el turístico, que supone el 15,5% del PIB regional, con 3.600 millones de euros de ingresos, y cerca del 16% del empleo. El conseller de Hacienda, por tanto, deja sobre la mesa la aplicación del que, como él mismo ha reconocido, es un impuesto, y que su debate no debe retomarse hasta que se garantice la recuperación económica "y abordar preguntas como el qué, para qué, cómo y cuándo". Además, introduce en este debate una nueva variable, el tipo de turismo de cada municipio, que no es igual, ha dicho, en Benidorm que en València, por ejemplo, por lo que deja el Consell la puerta abierta a que en una futura implantación de ese gravamen se haga por localidades, por lo que ha animado a dar voz a los Ayuntamientos, y no a nivel global de toda la autonomía, y a contar con el sector en ese debate. "La prioridad primordial del Consell es acabar con la pandemia y la recuperación económica", ha insistido para dar portazo a la tasa por alojamiento.

En todo caso, el conseller de Hacienda ha recordado que la tasa turística la implantan ciudades de todo el mundo y gobiernos de todos los colores políticos y también en España, Balares y Cataluña e incluso ha estado en estudio en ciudades como Madrid, Sevilla o Granada, por lo que cree que "llevar el debate al terreno ideológico es irracional y un simplismo fiscal".

La oposición, por su parte, ha mantenido el rechazo a la implantación de lo que, en sus intervenciones, han llamado en todo momento impuesto. El portavoz de Economía del Grupo Popular en las Cortes, Rubén Ibáñez, ha criticado que no acudiera Illueca "y ha sido enviado usted porque alguien no quiere dar la cara aquí para no ser preguntado ni interpelado". Y ha dicho alegrarse de que la postura del Gobierno valenciano es la que está en la Ley de Acompañamiento, "que es no a la tasa turística y le haya enmendado la plana a una vicepresidenta y a un vicepresidente de su Gobierno".  "La parte presidencial del Gobierno valenciano dice no y la parte bipresidencial dice sí a la mal llamada tasa turística, que es un impuesto", ha añadido.

También la diputada de Vox, María de los Llanos Massó, ha echado en falta la asistencia de Illueca y le ha preguntado a Soler si "no se fiaban" de lo que dijera en la comisión. En cuanto a la tasa cree que ese dinero sería mejor que los turistas lo pudieran gastar "en restaurantes, comercios y otras actividades en la Comunitat".

Desde Cs, Antonio Joaquín Woodward, en la línea del PP, ha criticado que se quiera implantar y ha añadido que "ni que esa tasa fuese a solucionar condiciones laborales del sector turístico, o precariedad de los salarios" y ha pedido al Consell que se centre en mejorar las infraestructuras "como el famoso Tren de la Costa" y "eso con tasas o impuestos no se soluciona". La Comunidad Valenciana, ha señalado el diputado de Cs, "sigue esperando una financiación justa y la tasa no puede ser una fuente de financiación" y considera que la iniciativa de gravar las pernoctaciones "sí es un problema ideológico, y se ve en la batalla en el Botànic", para negar lo que ha mantenido Vicent Soler. La su síndica de esta formación, Ruth Merino, por su parte, ha instado al PSOE a mantenerse firme en la no aplicación de la tasa y a "no dejarse embaucar por los cantos de sirena de populistas y nacionalistas".

Los grupos del Botànic, favorables a esa implantación de la tasa turística, han señalado que la cuestión no es "sí o no" sino cómo aplicarla y aceptan posponer su debate a la mejora de la situación pandémica, dando una moratoria. Así, Aitana Más de Compromís ha dicho que hay que valorar cómo implantar esa tasa y que, de esta manera, pueda hacerse "a finales de 2022 o principios de 2023". Para Más,  "el sector turístico no está en crisis" y asegura que los datos de la pandemia son positivos. "La gente tiene ganas de viajar y la Comunidad Valenciana es un destino atractivo". Y ha puesto el foco en que con ese gravamen se podría compensar los efectos negativos que tiene en los municipios turísticos el aumento exponencial de población en periodos vacacionales, "que genera impacto en los residuos o la contaminación", mantiene. "Hay que hablar de qué manera y el cómo y también el cuándo", y es algo en lo que el PSPV-PSOE, ha defendido, está de acuerdo. En este sentido, la portavoz adjunta de Compromís ha garantizado que la implantación de la tasa se abordará en la comisión de Presupuestos y que, si no hay acuerdo, se trasladará al pleno de las Cortes. 

Desde Unidas Podemos, el diputado Ferrán Martínez ha lamentado que haya "prejuicios ideológicos" sobre la tasa turística cuando hay estudios que prevén que su impacto sería "mínimo e irrelevante y que la recaudación del impuesto sería superior a la caída de demanda". Además, considera una "desigualdad" que "los valencianos cuando viajamos muchas veces hemos de pagar impuestos sobre la actividad turística pero aquí no" la pagan los turistas. Desde su punto de vista, "la recuperación de la demanda no depende de un impuesto sino de la recuperación de la movilidad y de la actividad económica y no vale refugiarse en la coyuntura". En declaraciones posteriores a la comisión, la síndica de UP, Pilar Lima, ha confiado en que la tasa turística sea una realidad porque "parece que nunca es el momento y se lleva arrastrando mucho tiempo" cuando está vigente en muchos países y la recaudación "podría ayudar" en políticas medioambientales o de vivienda para los jóvenes. Lima ha defendido, además, que la tasa "debe ser autonómica" y no de carácter municipal, para lo que ha llamado a "pasar de las palabras a los hechos y aplicarla cuanto antes mejor".

No obstante, el diputado socialista, José Enrique Muñoz, ha advertido que la recuperación del sector está sujeta a la evolución de la pandemia y todavía "no hay una situación de certeza". A su juicio, la inclusión de nuevos impuestos que afecten al sector puede ser "perjudicial". Al igual que Soler, ha insistido en la necesidad de participación de los sectores implicados en el debate: "No veo que la imposición unilateral de un gobierno sin consulta previa al conjunto de los sectores afectados y a los municipios. Creo que debate debe ser sosegado para que tenga impacto de sosteniblidad de modelo turístico" y este "debate tendrá que definir idoneidad o no de creación de este impuesto", ha concluido.

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