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El Síndic y Compromís mantienen el pulso entre acusaciones de injerencia y boicot

Ángel Luna reivindica su imparcialidad, mantiene los reproches hacia la conselleria de Oltra por interferir en la investigación sobre centros de menores y advierte de que llegará hasta el final, mientras los valencianistas niegan que haya obstaculización

El Síndic de Greuges, Ángel Luna, este martes, durante su comparecencia en las Cortes valencianas. | INFORMACIÓN

No era un asunto previsto en el orden del día, pero estaba llamado a ser uno de los temas centrales del debate. Y así ocurrió. El encontronazo entre el Síndic de Greuges y la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas a cuenta del procedimiento iniciado sobre los centros de menores con problemas de conducta volvió a salir este martes a la palestra. Esta vez, en las Cortes valencianas, donde Ángel Luna cargó las tintas contra el área que lidera Mónica Oltra. El Síndic reiteró que dicho departamento interfirió en la investigación abierta de oficio sobre ese recurso asistencial y advirtió de que la institución que preside «llegará hasta el final» sobre todo ese asunto. Aseveró que él «no ha vivido nunca una situación como esta», pero aseguró que seguirá ejerciendo su labor con plena independencia. Todo ello en una sesión en la que el diputado de Compromís Jesús Pla elevó la tensión al salir en defensa de la valencianista, hasta el punto de acusar al Síndic de Greuges de mentir e incluso poner en duda su imparcialidad.

La comparecencia programada del defensor del pueblo de la Comunidad en el marco de la Comisión de Peticiones debía estar en principio relacionada con la actividad de la institución estatutaria entre 2019 y 2020, cuando no se pudo dar cuenta de las actuaciones por las restricciones de la pandemia. El Síndic aseguró que, ante una situación de excepcionalidad, la institución fue flexible a la hora de exigir a la Administración el cumplimiento de los plazos previstos en la normativa que la regula, si bien no tardó en salir a colación el enfrentamiento con la conselleria que dirige Oltra, que alegó, precisamente, que se había demorado la colaboración con el Síndic por el colapso de la pandemia. PP y Cs preguntaron por ello, y el diputado de Compromís sembró dudas al cuestionar si la fiscalización de este asunto la dirigió un asesor de la Sindicatura que fue exalto cargo de Bienestar Social con el PP durante la etapa de Juan Cotino. En ese sentido, le preguntó a Luna si le parecía normal que esa persona fiscalizara a la vicepresidenta, si bien el Síndic negó que fuera así, pero, en cualquier caso, zanjó ese debate al salir en defensa de la plantilla y asegurar que quien firma todas las resoluciones es él y, por tanto, es quien asume la máxima responsabilidad. Llegados a ese punto, Luna se tomó su tiempo para relatar su versión, aireando sus diferencias con la forma de actuar del área de la vicepresidenta de la Generalitat, quien, precisamente ayer, comparecía al mismo tiempo en una sala anexa para dar cuenta de la situación de las residencias de mayores tras la quinta ola de contagios de covid.

El Síndic explicó que saltaron las alarmas cuando se envió un correo personalizado con un cuestionario a cada uno de los siete directores de este tipo de centros que hay en la Comunidad. Tras veinte días sin recibir respuesta, se remitió otro más recordando la obligación de colaborar con el Síndic. Entonces se recibió desde la conselleria «un conjunto de papeles que, supuestamente, era el cuestionario, pero no lo era», pues «faltaban preguntas fundamentales que tenían que ver con los problemas de salud mental de los chicos, con los equipos de salud mental que los atienden, con los compromisos de las familias de esos chicos y con la opinión personal que cada director de centro tenía sobre problemas que ocurrían». Tras ello, se mantuvo una reunión telemática con la secretaria autonómica de la citada conselleria. «Le dijimos que habían intervenido, que el Síndic quería información directa de los centros y que los cuestionarios no eran lo que habíamos mandado». Y como las respuestas no llegaban, optó por enviar una carta a Mónica Oltra «poniendo de relieve irregularidades y pidiendo que se recondujera la situación». Y asegura que recibió contestación, pero tres meses después. Una respuesta en la que «lo que hacía era defender contundentemente lo que había hecho la Conselleria y decirle al Síndic que no buscara conflictos con el Consell». Ante eso, prosiguió Luna, «tuvo respuesta, y puse los puntos sobre las íes», destacando la importancia de seguir adelante con la investigación «en defensa de ciudadanos que en condiciones normales no se pueden defender porque son menores».

«Es absolutamente falso que la consellera negara ninguna información a la Sindicatura ni que obstaculizara las visitas a los centros mencionados», le inquirió Pla, que le pidió, además, que admitiera que la conselleria no ha puesto ningún reparo a su decisión de acudir personalmente a los centros.

Acabada la sesión, Luna defendió que no se dejará condicionar por los grupos políticos en su labor institucional. Con escasos minutos de diferencia, y también en los pasillos de las Cortes, Oltra señaló que el Síndic «merece todo el respeto» y su departamento se lo tiene, por lo que se pone «toda la carne en el asador» en responder a sus requerimientos, algo que ha hecho en plazo en el 97% de los casos, alegó.

Queja contra el Consell por la tramitación telemática en viviendas

El Síndic de Greuges, Ángel Luna, avanzó este martes que la institución interpondrá una queja de oficio contra un decreto de vivienda del Consell recientemente aprobado porque «se sigue obligando al ciudadano a la tramitación telemática». En concreto, está relacionado con la norma con la que la Conselleria de Vivienda pretende poner a disposición de la ciudadanía viviendas deshabitadas que están en manos de los grandes tenedores. El defensor del pueblo defendió que la Administración «tiene que poner las cosas fáciles al ciudadano» y apostar por otro tipo de procedimientos no exclusivamente telemáticos. «Estamos hablando de gente que muchas veces está en la calle», advirtió. Por otro lado, criticó la gestión de la Renta Valenciana de Inclusión porque registra retrasos y, cuando la gente consigue «un trabajito de nada», la pierde. Y añadió que «no hay manera humana de que entiendan que lo que están haciendo desincentiva la búsqueda de trabajo».

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