No hubo anuncios oficiales sobre su futuro político juntas pero sí mucha declaración de intenciones. El acto celebrado ayer en el teatro Olympia de València y en el que participaron la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, y la portavoz del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía en Ceuta, Fatima Hamed Hossain, sirvió como campo de pruebas en el que testar la sintonía que existe entre ellas de cara a una posible unión electoral.
Además, evidenció su predisposición a cuestionar desde el prisma del feminismo y el ecologismo muchos de los preceptos de la política clásica que, según ellas, están en la base de la creciente desafección de la ciudadanía hacia los representantes públicos.
Todavía es pronto para concretar hipotéticas fórmulas bajo las que concurrirían a unas elecciones, pero la respuesta del público valenciano que abarrotó el teatro demuestra que el proyecto tiene la capacidad de enganchar sobre todo a mujeres y jóvenes, el perfil mayoritario visto ayer en el Olympia.
«Algo maravilloso»
Díaz, con diferencia la más aclamada y que fue recibida al grito de «¡presidenta, presidenta!» por las más de 900 personas que llenaron el auditorio, no tardó en lanzar la primera pista: «Esto es el comienzo de algo maravilloso», dijo en la intervención que abrió el encuentro, un coloquio que estuvo moderado por la periodista Carolina Ferre. «Pensamos distinto pero queremos ir en la misma dirección y caminando juntas. Es imprescindible cambiar las cosas», añadió la ministra de Trabajo.
Colau también arrojó algo de luz sobre la dirección en la que caminan estas cinco lideresas de diferentes fuerzas a la izquierda del socialismo: «Hemos de ponernos de acuerdo y sacar a la política de la batalla de siglas, esto va de personas. El reto no son las próximas elecciones sino el futuro de las próximas generaciones», defendió. La alcaldesa de Barcelona pidió gestar el proyecto «sin ansiedad» tras reconocer que entre ellas hay diferencias. «Nos encanta la diversidad pero hay que ponerse de acuerdo, el camino se hace andando», dijo. Por su parte, Mónica García reclamó «normalizar» actos como el de ayer y que «este tsunami feminista sea el que marque las políticas futuras». «Hemos venido para quedarnos y no vamos a pedir permiso ni perdón a nadie», añadió. Más adelante, en un símil médico, la anestesista de profesión definió a cada una de sus compañeras como «pequeños átomos» que juntas van a conformar «una molécula política maravillosa».
Hamed celebró la «energía positiva y las ganas de cambiar el país» que dijo detectó y apeló a «empujar» para hacer realidad el cambio. «Son demasiados años con políticas continuistas. Si el modelo actual no sirve para cambiar las cosas, ¿por qué no cambiamos el modelo?», se preguntó.
Testosterona por oxitocina
Impregnar la política con valores feministas fue una de las consignas más repetidas por las cinco mujeres a lo largo de la charla. Insistieron en que la gestión pública puede ser «sexy» y «bonita» si se revisan las prioridades y las formas en las que se practica y que es la única forma de influir en la realidad social. «La política o la haces o te la hacen», dijo Colau.
La portavoz de Más Madrid volvió al lenguaje médico para ilustrar el cambio de modelo al que apelan. Así, frente a la política de la testosterona defendió que ellas representan «la de la oxitocina». «Es la hormona que se genera en el embarazo y que da paz, sosiego y cuidados», explicó. En esa misma línea, Colau apuntó que «el feminismo puede ayudar mucho a resituar las prioridades» para esa transformación.
Junto a esa revolución que protagonizan las mujeres, el otro gran eje del discurso de las cinco políticas fue la transición ecológica. Oltra lo concretó al reclamar que «los cuidados y la transición ecológica tienen que ser la base de la política», mientras Díaz, en un tono muy similar, defendió que «toda política debe ser climática y tener en el centro los cuidados».
La vicepresidenta valenciana quiso remarcar además que esta apuesta por la sostenibilidad y por el feminismo es rentable en términos económicos. Oltra puso el ejemplo de la pandemia: «Nos ha enseñado que podemos prescindir de los brokers pero no de las enfermeras y cuidadoras. Son una pata económica y que además no se puede deslocalizar a China».
El tercer gran punto de consenso de las cinco mujeres fue la reivindicación del «arte» de la política. «Defendemos que es bonita, empática y saludable», dijo García. Hamed la definió como una «pasión» que «cambia las cosas» y Colau la tildó de «sexy». Para todas ellas, las ideas del «todos son iguales» son campañas «muy organizadas» por quienes «quieren mantener privilegios», según la alcaldesa catalana, y deben ser combatidas con «discursos propositivos», agregó García.
Durante el acto se vivieron dos momentos de tensión. Antes del inicio, un grupo de transportistas que se manifestaban increparon a las políticas y obligaron a la policía a amagar con una carga. Ya dentro, una mujer interrumpió el evento al grito de «las mujeres no somos una clase homogénea» e insultó a las dirigentes. Oltra le rebatió que no se manifieste ante la patronal y luego fue expulsada de la sala.
Compromís y Podemos ignoran el acto en sus redes sociales
En un acto con lideresas de cinco fuerzas políticas, las ausencias se examinan con lupa. Y no solo físicas, sino también en redes sociales. Pese a la gran repercusión de un evento que puede voltear el mapa político nacional, ni Podemos ni Compromís se hicieron eco del mismo en sus perfiles de Twitter. Sí lo hicieron las protagonistas en sus correspondientes perfiles y también Podem, Más Madrid y el partido ceutí de Fatima Hamed.
