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Del rechazo frontal a la tasa turística a la derogación de la reforma laboral

La patronal CEV, que participa por primera vez en la cita, carga contra el gravamen a las pernoctaciones - CC OO pide la derogación de la actual legislación que marca las relaciones laborales, mientras que UGT alega que eso impedirá el consenso

El presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro, en un momento de su intervención.

Los socialistas valencianos evidenciaron este sábado su apuesta por marcar perfil propio en el marco de la inauguración del 14 congreso del PSPV. Lo hicieron sumando, por primera vez, al presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, a la sesión inaugural de la cumbre. No como un invitado de piedra, sino reservándole unos minutos en el atril de oradores, algo inédito. Lo que en principio podría parecer una arriesgada maniobra, la que supone dar voz al líder de la patronal autonómica y, acto seguido, pasar el micro a los secretarios generales de CC OO-PV y UGT-PV, Ana García e Ismael Sáez, era, en realidad, una estrategia cuidadosamente planificada para reforzar la figura de su secretario general, Ximo Puig. Y así sucedió. Todos ellos loaron el esfuerzo realizado por el jefe del Consell para promover el diálogo social al frente de la Generalitat, al tiempo que reclamaron un cambio en el sistema de financiación autonómico. También hubo discrepancias, por supuesto. Mientras el primero elevó la voz contra la tasa turística, los segundos pusieron el acento en la reforma laboral. Nada sobre lo que Puig no se haya posicionado ya. Nada que pudiera aguarle la jornada inaugural, al menos por esa parte.

La intervención de Navarro despertaba cierto interés. Es público y notorio que su relación con el presidente autonómico es fluida, pero no es menos cierto que la integración de la patronal en un congreso del puño y la rosa, ese que finaliza siempre entonando La Internacional, podía despertar recelos. No obstante, muchas de las dudas se disiparon casi al instante, cuando el presidente de la CEV arrancó su alocución agradeciendo la invitación y aseguró estar «orgulloso» del trabajo común realizado entre empresarios, sindicatos y la Generalitat, todos «unidos por el interés general», sobre todo, en tiempos difíciles por la pandemia, haciendo uso del diálogo social como herramienta para surfear las olas del coronavirus y navegar hacia la recuperación. De esa forma, puso en valor que todos esos acuerdos han permitido cerrar el acuerdo Alcem-nos para la recuperación. Acuerdos que recordó que no deben quedar sobre el papel. Así, recalcó la importancia de poner en marcha las medidas contempladas tras el esfuerzo empresarial para preservar empresas y empleos, sobre todo en el sector turístico.

Sobre el principal motor de la economía valenciana y, especialmente, de la alicantina, como es el turismo, Navarro aprovechó sus minutos de protagonismo para rechazar, de nuevo, la tasa a las pernoctaciones que promueven Compromís y Unides Podem. Un gravamen que no entrará en vigor en breve porque ha sido el PSPV, precisamente, quien ha obligado a sus socios del Consell a echar el freno. «Plantearla en estos momentos es una falta se sensibilidad para un sector que representa el 20% de la economía de la Comunidad», dijo Navarro a Puig. Aprovechó igualmente para reclamar una mayor agilidad en los trámites administrativos con tal de agilizar procesos que permitan dinamizar la economía y sentar las bases para que la inversión europea no se quede por el camino.

La división que existe en torno a la reforma laboral aprobada por el PP en 2012, la que enfrenta a la coalición de PSOE y Unidas Podemos en el Gobierno central, también separa a los principales sindicatos. Mientras Ana García exigió a los socialistas la derogación de esa legislación y enfatizó que «no hay excusas para que no se dé», Ismael Sáez pidió que se modifique porque la derogación, como tal, hace imposible el consenso. De hecho, hizo un llamamiento expreso para consensuarla con la patronal. No obstante, advirtió de que de nada servirá si no se mejora la productividad y si no se reparte la riqueza con una fiscalidad justa, renegando de la propuesta de bajada de impuestos generalizada que proponen Pablo Casado en España y Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana.

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