Un baño de masas con el que trataba de hacer una demostración de fuerza ahora que el congreso provincial del PSPV-PSOE se acerca. Eso es lo que ha escenificado este sábado el diputado nacional Alejandro Soler en el Centro de Congresos en un acto con más de 600 asistentes que, en teoría, tenía como objetivo oficializar lo que ya es un hecho desde hace algo más de un año, que el ilicitano va a presentar su candidatura para liderar a los socialistas alicantinos, pero que, en la práctica, ha servido para despejar algunas incógnitas en torno a los apoyos con los que cuenta en estos momentos el grupo que en su día abanderó la causa del sanchismo en la provincia. Lo importante eran las presencias y las ausencias, y, en particular, qué haría el alcalde de Elda y presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Rubén Alfaro. Ha asistido al acto, confirmando, pues, que está con los alejandrinos. Todo en una jornada en la que los alegatos a la unidad de los socialistas en la provincia y a la renovación han sido la constante, pese a que, hoy por hoy, el partido está abocado a unas primarias que, salvo cambio de guion de última hora, se convocarán para el próximo 16 de enero y a las que se enfrentarán el propio Soler y el alcalde de Alcoy y portavoz del PSOE en la Diputación, Toni Francés. Una jornada en la que, además, no han faltado referencias -positivas- al jefe del Consell y secretario de los socialistas valencianos, Ximo Puig, conscientes de que el ximismo en la provincia está en estos momentos con Toni Francés. Entre las ausencias, sin embargo, significativa es la ausencia de Carlos González, el alcalde de Elche, precisamente el que, hoy por hoy, es el principal fortín de Soler.
Fue en el mes de julio cuando los movimientos para confeccionar las listas de delegados para el congreso federal celebrado en octubre en València empezaron a evidenciar la alianza de Soler y Alfaro, quien, precisamente, hace ahora cuatro años, fue la apuesta del sector del exsenador Ángel Franco para asumir la secretaria provincial, aunque, al final, se torciera todo, hasta el extremo de que los franquistas se quedaron fuera de la ejecutiva provincial. Un movimiento el de julio que siempre se interpretó más como un intento del eldense por desmarcarse de Franco, y que, de paso, daba aire Soler con un “fichaje estrella” para sus filas, justo en uno de sus momentos más complicados, con la caída del otrora todopoderoso secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no escatimaba en muestras de sintonía con Ximo Puig.
Una alianza que ahora se confirma este sábado y que deja en papel mojado los intentos de la cúpula del PSPV por tratar de “recuperar” a Alfaro para las filas ximistas en la provincia. De hecho, en el congreso nacional celebrado hace ahora dos semanas en Benidorm, el regidor eldense no sólo entraba en la comisión ejecutiva nacional, sino que se hacía con el puesto de secretario del Área de Relaciones Institucionales. Se buscaba, con ello, desactivar a Soler de cara a un congreso que está abocado a ir a primarias y en el que los números cuentan, y mucho. Al final, todo ha quedado en nada.
El otro interrogante era el grupo de l’Alfàs, también presente en una jornada en la que han tomado la palabra, entre otros, el alcalde de Dolores, José Joaquín Hernández; la alcaldesa de Xixona, Isabel López; o el portavoz municipal de Ibi, Sergio Carrasco, representantes todos ellos de las comarcas en las que, a priori, el franquismo y los herederos del pajinismo, encabezados por la secretaria autonómica de Cooperación y Memoria Democrática, Toñi Serna, y por Toni Francés, están más fuertes.
“Si soy elegido secretario me comprometo a estar cada año en cada uno de los 141 municipios”, señaló Soler durante intervención. “Tenéis mis ganas, mi ilusión y mi determinación para conseguirlo entre todos para gobernar en la ciudad de Alicante y en la Diputación”, añadió en un acto que se cerró con La Internacional y con el apretón de manos entre Soler y Alfaro.
Ahora bien, tras el acto, el eldense restó importancia a su presencia: “Es un encuentro de compañeros, porque el congreso aún no está convocado”, alegó. Destacó que Soler tiene “proyección”, pero no quiso darle de palabra su apoyo expreso. Ni siquiera intervino en el estrado, aunque eso era lo de menos.
