Que el ciclo hídrico en los municipios alicantinos genere una economía circular en el ámbito urbano, a la vez que se ofrece un servicio eficaz y ecológico. Este es uno de los grandes retos que se ha marcado la Diputación. Su vicepresidenta, Ana Serna, explicó en el Foro Municipalismo las claves que están permitiendo a la institución provincial alcanzar este propósito. El plan puesto en marcha por la institución que preside Carlos Mazón cuenta con hasta siete líneas de subvenciones a las que pueden acogerse los ayuntamientos y se sostiene sobre cuatro pilares básicos: financiación, asesoría, desarrollo tecnológico y difusión de la información.

«La gestión del agua en el ámbito municipal, el abastecimiento y el saneamiento son algunas de las cuestiones más complejas a las que nuestra sociedad debe dar respuesta en los próximos años, debido al empecinamiento del Gobierno central en ahogar el trasvase Tajo-Segura y convertir la provincia en un desierto», dijo Serna en la apertura de su intervención con un primer mensaje dirigido al Ejecutivo de Pedro Sánchez. «El desafío de crear un modelo de financiación sostenible para los municipios se combina con la presión creciente sobre la disponibilidad de recursos hídricos», continuó.

Este punto de partida es el que lleva a la Diputación, según su vicepresidenta, a apostar fuertemente por «una economía circular del agua en el ámbito urbano». El servicio de aguas es competencia municipal, recordó Serna, quien también reseñó que en los municipios de menos de 20.000 habitantes es la institución provincial la que se encarga de coordinar la prestación del servicio. «Todos somos conscientes de que es una cuestión clave y las leyes nos obligan que sea sostenible y eficiente. Desde la Diputación prestamos un apoyo decidido en las cuestiones del ciclo hídrico, así como defendemos los intereses provinciales en todo lo relaciones con nuestros recursos», añadió.

Murcia y Almería

Para la vicepresidenta, uno de los grandes contratiempos de esta cuestión radica en que la provincia es, junto a Murcia y Almería, una de las zonas con mayor déficit hídrico de toda la Unión Europea, es decir, se encuentra entre los lugares más secos: «También tenemos el récord europeo en precipitaciones en 24 horas. Aquí llueve poco y cuando lo hace, a veces, llueve mal. Esto ha supuesto un desafío histórico para nuestro pueblo. Desde hace siglos trabajamos para garantizar el agua urbana y la protección adecuada de nuestras ciudades». Serna también resaltó que la institución provincial es conocida, desde otros puntos de España, como la «Diputación del agua».

En cuanto a los instrumentos de los que se han dotado para garantizar el servicio en los municipios, la ponente enumeró al Área del Ciclo Hídrico y a la empresa pública Proaguas Costablanca, encargada de servicios de ingeniería, realización de estudios y proyectos, dirección de obras y seguimiento de la calidad de las aguas en sus laboratorios propios.

Las subvenciones, tanto las directas de la Diputación como las que ejecutan los municipios, los estudios, el mantenimiento de la red de control hidrológico (manantiales, explotación de pozos, acuíferos...) y las tecnologías smart water de captura y análisis de datos son las herramientas que utiliza la institución provincial para lograr sus objetivos, entre los que están la mejora de las infraestructuras y de la calidad del agua, la optimización energética o la sensibilización de la población.