La carrera por captar los fondos europeos de la reconstrucción tras el estallido de la crisis del coronavirus ha provocado una «competencia real» entre los ayuntamientos, según la visión que compartió en su intervención en el Foro Municipalismo el delegado del Consell para la Unión Europea, Joan Calabuig. Para el representante de la Generalitat, tres serán los factores que marcarán la diferencia a la hora de llamar la atención para atraer la ayuda continental: cumplir con las directrices que estipula el Pacto Verde Europeo, apostar decididamente por la transformación digital y mostrar una capacidad de resiliencia ante la adversidad superior a la del resto.

Durante su discurso, muy marcado por las consecuencias de la crisis climática, el delegado del Consell para la UE también puso en valor la importancia del agua, haciendo hincapié en lo fundamental que es la conservación en buen estado del Mediterráneo que baña las costas de la Comunidad Valenciana. «En poco tiempo, nuestros ciudadanos han tenido que vivir dos situaciones a las que los ayuntamientos han tenido que responder en primera línea», señaló nada más comenzar su discurso, haciendo referencia a la crisis económica que arrancó en 2008, en primer lugar, y a la más reciente por el covid-19.

Estas graves situaciones se han cebado, según Calabuig, con los más vulnerables, pero también han hecho daño al conjunto de la economía valenciana, «llevando hasta el límite la capacidad de trabajo de alcaldes, concejales y funcionarios municipales». Los más de diez años que separan una crisis de otra han provocado una respuesta distinta de las autoridades europeas. «Todavía persisten problemas de falta de personal y recursos, de dificultades y bloqueos burocráticos, pero la reacción ha sido muy diferente. Si en 2008 se planteó la imposibilidad de contratar nuevos recursos humanos y se impusieron los rectores, ahora ha cambiado esa situación por el bien de los ciudadanos», añadió Calabuig.

Sanidad y educación

«Hay que responder con urgencia, reforzando los servicios públicos fundamentales, como la sanidad y la educación, y apoyando a empresas y trabajadores. La pandemia nos ha planteado enormes desafíos a todos los niveles», continuó el delegado del Consell para la UE antes de desvelar otra de las claves de su discurso: «Los planes de Europa no son para que volvamos a la situación que teníamos en febrero de 2020. Se trata de impulsar una enorme transformación porque los cambios no nos van a esperar y tenemos que reforzarnos para el futuro».

Calabuig extrajo algunas de las conclusiones planteadas en las mesas redondas sobre el agua o la agricultura que tuvieron lugar en el foro previas a su intervención para reforzar su tesis: «Ya nadie discute que el cambio climático es una realidad que nos afecta a todos con precipitaciones menores, fenómenos adversos radicales como la DANA, épocas de sequía o incendios forestales violentos. La temperatura del agua de nuestro Mediterráneo se está calentando un 20% más rápido que la media mundial. Tenemos que preocuparnos por estos fenómenos y ser abanderados en la respuesta al cambio climático».

Siguiendo con el Mediterráneo como hilo conductor de su conferencia, el ponente compartió otro alarmante dato con el auditorio que le escuchaba: cada minuto se lanzan al mar 32.000 botellas de plástico. En este contexto de transformación verde, Calabuig también destacó el final de los vehículos diesel y el del uso del gas para la industria. «Las administraciones locales no pueden ser ajenas a ello. Hay que ver cómo se va a gestionar la aparición del hidrógeno o el retraso digital con respecto a otras zonas del mundo que nos han adelantado», apostilló enlazando con otra de las ideas fuertes de su intervención, la de la digitalización. Que entre las cincuenta principales empresas tecnológicas del mundo apenas se encuentren «dos o tres compañías europeas» es un claro indicador para el representante de la Generalitat del problema que sufre el viejo continente: «EE UU y Asia nos llevan la delantera en ese sentido».

Reindustrialización

El proceso de reindustrialización, la lucha contra la desigualdad o superar la pobreza infantil son «elementos centrales» para Calabuig que deben formar parte de esa resiliencia que permita superar momentos tan duros como los que está deparando la actual crisis sanitaria. «Lo peor es que la emergencia climática es tan grande que no podemos fallar. La prensa internacional está poniendo en duda que las administraciones españolas sean capaces de ejecutar los fondos europeos. Tendremos que hacer un esfuerzo enorme para ello. La economía circular o la instalación de puntos de recarga para los automóviles son elementos del Pacto Verde que serán fundamentales para lograrlo», añadió el conferenciante.

Sobre la digitalización, puso el acento en la formación desde el punto de vista local: «La formación digital está teniendo mucho éxito entre los mayores y es imprescindible para los jóvenes y para las empresas». Por último, como hicieron algunos de los alcaldes que tomaron la palabra a lo largo del día, resaltó la importancia que tiene para los ayuntamientos contar con personal específico que se dedique a la captación de fondos europeos que les permita contar con más recursos.