Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Botànic saca adelante sus séptimos presupuestos, que rozan los 28.000 millones, salpicados por la polémica tasa turística

La oposición, en bloque, vota en contra de las cuentas que incluyen 2.336 millones de euros en partidas reivindicativas

El pleno de las Cortes valencianas aprueba los presupuestos de la Generalitat para 2022.

El Botànic ha aprobado hoy sus séptimos presupuestos, que rozan los 28.000 millones de euros para el año 2022, con los votos a favor del PSPV, Compromís y Unides Podem, y el rechazo en bloque de la oposición. Las Cortes valencianas han dado luz verde a las cuentas de la Generalitat para el próximo ejercicio, así como a la Ley de Acompañamiento, que  fija "la hoja de ruta" del Consell en materia tributaria y de gestión y organización administrativa. Aunque, finalmente, la tasa turística se ha desligado de la aprobación del proyecto presupuestario y, según lo acordado por la coalición de izquierdas, se abordará en el primer trimestre del año, la polémica iniciativa ha salpicado las intervenciones de algunos de los síndics durante su intervención final, la reservada para explicar el posicionamiento de voto de los grupos parlamentarios.

Las cuentas validadas hoy por el Parlamento autonómico se presentaron, por primera vez, fuera de plazo que marca el Estatuto de Auutonomía pero, tras ajustar los tiempos del calendario de sesiones, se ha conseguido su aprobación antes de que finalice el año. En total, ascienden a 27.967 millones, un 9,1% más que las de 2021 y están consideradas las más altas en la historia de la Generalitat. La cifra se alcanza gracias, en parte, a la inclusión de dos partidas reivindicativas. A la ya habitual de los 1.336 millones por la infrafinanciación autonómica, se ha sumado ahora un nuevo "fondo de transición a la nueva normalidad" de mil millones con el que los socios de Gobierno reclaman el fondo covid que, precisamente, no está contemplado en las cuentas del Ejecutivo de Pedro Sánchez, es decir, que no está previsto que acabe en las arcas de la Generalitat.

El apoyo a los presupuestos, validado por votación de los parlamentarios en una sesión que se ha extendido durante más de cuatro horas, ha concluido con un abrazo entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica Oltra. También el vicepresidente segundo, Héctor Illueca, ha participado en la celebración. Todo ello tras semanas de tensión en las que los socios han tenido que acercar posturas en algunas materias en las que discrepaban. Una de ellas ha sido la relativa a la tasa turística que exigían Compromís y Unides Podem y ante la que el PSPV se mostraba reticente. Finalmente, el pacto se fraguó ayer martes, cuando el tripartito acordó dejar fuera de los presupuestos esta cuestión y presentarla como proposición de ley antes de marzo, tras consensuarla con el sector y con los ayuntamientos, siendo además de carácter municipal y voluntario e incluyendo excepciones como, por ejemplo, los viajes del Imserso o las estancias por motivos sanitarios. No obstante, eso no ha impedido el chaparrón de críticas desde la patronal y, en definitiva, desde un sector que concentra su gran activo autonómico en la provincia de Alicante, así como los ataques de la oposición.

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, abraza al conseller de Hacienda, Vicent Soler, durante el pleno. BIEL ALIÑO/EFE

Otra de las propuestas que generó polémica, e incluso dos dimisiones de ginecólogas, fue la enmienda conjunta de los socios para incluir el concepto de violencia obstétrica -conductas médicas que por acción u omisión atentan contra las embarazadas- en la ley autonómica de violencia sobre las mujeres. Finalmente rectificaron y se incorporará a la ley valenciana de salud de 2014.

Y hasta el último día se han mantenido las dos enmiendas presentadas por los socios sobre el presupuesto de À Punt y el destinado al sector audiovisual. Compromís se ha sumado a la de UP para reforzar con cinco millones el gasto en personal de la corporación, pero la negativa del PSPV ha impedido que saliera adelante a diferencia de la conjunta PSPV y Compromís de destinar 12 millones a las productoras para nuevos contenidos, apoyada por los morados.

Por otro lado, el grupo socialista decidió retirar sus cuatro enmiendas en solitario a los presupuestos para destinar 57.000 euros a varias iniciativas relacionadas con el mundo taurino, unas propuestas de las que se desmarcaron sus socios.

En el grueso de los presupuestos sobresale el aumento para la Conselleria de Arquitectura Bioclimática, la que más crece (+72,5%) hasta 357,5 millones, mientras la de Sanidad Universal concentra la mayor parte del dinero con 7.837,7 millones. También destaca la cifra récord de 7.500 millones para gasto en personal, hasta el 88% para Sanidad y Educación.

La ley de acompañamiento, por su parte, incluye una serie de deducciones fiscales para aligerar las cargas familiares y garantizar el derecho a la vivienda, además de reducir los requisitos para la implantación de energías renovables. Además, aumenta el número de habitantes para que un municipio se considere en riesgo de despoblación y amplía de 4 a 7 años la autorización de las zonas de gran afluencia turística (ZGAT).

Al concluir la votación, los grupos han dispuesto de tres minutos para explicar su postura. Desde el PSPV, Manolo Mata ha recordado que estos son los séptimos presupuestos del Botànic y que "otros gobiernos" caen ante la imposibilidad de apoyar las cuentas, mientras las de la Comunidad buscan que "nadie se quede atrás". "Esto ha funcionado bien y eso no ha funcionado en ningún lugar de España", ha dicho señalando a la oposición. Sobre la tasa turística, ha remarcado que la tasa no está aprobada y que habrá de esperar a ver si algún ayuntamiento quiere aplicarla.

Fran Ferri ha aprovechado su última intervención como portavoz de Compromís, a unas semanas de dejar el acta de diputado, para reivindicar la unidad y estabilidad del Botànic e instar a que estos y otros presupuestos sirvan para avanzar en ámbitos como el cambio del modelo productivo o el refuerzo de la salud mental.

La síndica de Unides Podem, Pilar Lima, ha defendido que a los valencianos les ha "tocado el gordo" con la aprobación de estos presupuestos y ha augurado que lo único que va a salvar de la pandemia es "la sanidad pública fortalecida". Respecto a la tasa turística ha pedido "respeto a la patronal" y ha indicado que se sentarán a dialogar. Los morados, que vienen siendo los grandes defensores del impuesto a las pernoctaciones desde hace cinco años, celebran, ha dicho Lima, el acuerdo sobre la tasa. Es algo que, ha recalcado, "merece el pueblo valenciano" puesto que el turismo impacta sobre el territorio y sobre el medio ambiente y eso es algo que se debe compensar.

El PP ha votado en contra de un presupuesto que, a juicio de María José Catalá, "recorta en todas las partidas sociales" y que "no responde a los problemas de la gente de la calle". Así, la síndica ha esperado que estas sean las últimas cuentas de la izquierda, mientras ha destacado que en otras instituciones sí se llega a acuerdos con la oposición y ha deseado una "mejor política" en 2022. Sobre la tasa turística, ha incidido en que mermará la capacidad de uno de los sectores más importantes de la economía valenciana.

También Cs ha rechazado las cuentas por "irresponsables y cortoplacistas", sobre todo por los ingresos ficticios y por las previsiones de ingresos "utópicas". "Siete años de oportunidades perdidas", ha resumido su portavoz, Ruth Merino, quien ha acusado a Puig de no tener proyecto político para después regalarle el libro 'En el huracán catalán' sobre el procés.

Vox ha votado en contra de unos presupuestos que la síndica, Ana Vega, ha considerado que "son para el Botànic". "El poder es un pegamento que une mucho", ha reiterado, al tiempo que ha criticado el "gol" de Compromís y Unides Podem al PSPV con la tasa turística.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats