El guion de lo que se perfilaba como un tenso debate estaba escrito de antemano. No era la primera vez que la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, protagonizaba un cuerpo a cuerpo frente a la oposición, con los abusos sexuales a menores tutelados como trasfondo. De hecho, ella misma se encargó de recalcar que era la octava vez que acudía a dar explicaciones de su gestión al frente de Igualdad y Políticas Inclusivas sobre esta cuestión, pero dejó claro que albergaba nulas esperanzas de que, en realidad, sirviera para algo. Aún así, acudió este jueves a las Cortes para realizar una encendida defensa de la diligencia del área que dirige, decidida a sacar pecho de las políticas del Botànic y con la firme intención de desmontar una campaña de desprestigio basada en fake news. Porque para Oltra, lo que están haciendo los populares es utilizar a esos menores como un instrumento de una batalla política «indecente» para tratar de desgastar tanto a ella como al Consell.
«El recorrido de este bulo, de esta infamia que han construido, se acaba hoy», sentenció la vicepresidenta tras ofrecer explicaciones sobre los 175 menores que, supuestamente, habrían sufrido abusos sexuales en centros de menores tutelados por la Generalitat. Una realidad que, según explicó Oltra, no es exactamente así, dado que esa cifra responde a casos atendidos por el servicio Saanna de la propia conselleria, y que incluye un registro de abusos, sospechas y conductas «observadas como desajustadas a la edad». En concreto, detalló que de las 175 atenciones entre junio de 2020 y junio de 2021, 58 son abusos previos a la tutela; 73 son abusos previos a la tutela que se conocieron una vez la víctima entró en el sistema de protección; 12 atenciones fueron por conductas sexuales inadecuadas a la edad; 10 casos de abusos entre iguales, seis en visitas a familiares y 16 casos de otro tipo. Destacó que incluso uno de esos casos fue derivado desde el Hogar Provincial de Alicante, gestionado por la Diputación que preside Carlos Mazón (PP), pero eso no significa que cuenten con un equipo «fantástico». Dijo que ya es la persona más investigada de España y rechazó que sea necesaria una comisión de investigación, como ha pedido el PP, dado que lo que se precisa es que la oposición lea toda la documentación.
Oltra remarcó, por encima de todo, que las atenciones realizadas no son sinónimo necesariamente de abusos perpetrados y enfatizó que ninguna de esas presuntas agresiones ha implicado a profesionales del sistema. Y toda esa es una información que, según defendió, fue proporcionada por la propia conselleria al Síndic de Greuges, tras una queja del PP. Una queja que, en todo caso, ha servido a los populares para elevar la presión contra Oltra, tratando de mantener viva esta cuestión en la agenda nacional, e incluso europea, vinculándola en todo momento al caso de su exmarido, que fue condenado, precisamente, por abusar de una menor tutelada.
La líder de la oposición, María José Català, acusó a Oltra de ofrecer datos que, sin embargo, no había puesto hasta entonces a disposición de los grupos parlamentarios, y dijo que la vicepresidenta miente al afirmar que no había protocolos contra los abusos cuando entró en la conselleria en 2015. Català subrayo que Oltra « peca más de cínica que de ingenua» y acusó a Compromís de cambiar hasta en tres ocasiones la versión de los sucedido con los 175 menores. Y no dudó en atacar, al igual que hizo Vox y Cs, donde probablemente más escuece, que es en el asunto de su expareja. Aseguró que en cada una de las instrucciones dictadas por la conselleria se fue actuando «a rebufo» de la evolución de ese caso y que, también ahora, «acosada por la prensa nacional» ha elaborado un informe ad hoc. Ruth Merino (Cs) aireó igualmente el caso de su exmarido y la «desprotección» que sufrió la víctima. Le reclamó que abandone el cargo por ser la responsable en última instancia de todos los menores tutelados, mientras Ana Vega (Vox) hizo lo propio y la calificó como «fantasma político» que mendiga un puesto en el aquelarre feminista de Yolanda Díaz.
Con todo, Oltra, que recibió durante la sesión la defensa férrea del Botànic, aseguró que no se arrugará frente a la ofensiva de una oposición que usa instituciones como el Síndic o el Comité de Peticiones de la UE para sacar rédito político. «Busquen otra cosa, pero no lo hagan con esto», zanjó.
