La radiografía de los fondos europeos en la provincia de Alicante durante los últimos siete años deja un reparto muy desigual. En plena polémica por la gestión de las ayudas que ha estado agitando el PP contra el Gobierno, estos son los datos fríos. Mientras que la mayoría del dinero, un total de 277,25 millones, lo han absorbido los grandes municipios -Alicante y Elche suman el 50% del total de fondos que han llegado de Bruselas-, los de tamaño medio, de entre 5.000 y 50.000 vecinos, apenas recibieron una media de 50 euros por habitante. Por su parte, las localidades más pequeñas, de menos de 5.000 empadronados, obtienen una buena ratio de euros por habitante, con 120 euros por cabeza. Así se desprende del estudio sobre el impacto económico de los fondos procedentes de la Unión Europea en los municipios de la provincia entre 2014 y 2021 realizado por el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) a instancias de la Diputación.
El estudio hace un análisis cuantitativo, pero también cualitativo de esos fondos. Así, el mayor grueso del dinero que llegó a la provincia en el último septenio procedió del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) con un total de 214 millones de euros. Es el que más posibilidades de desarrollo encuentra en el ámbito local ya que ha permitido desarrollar infraestructuras en distintos municipios independientemente de sus características territoriales. Le sigue el Fondo Social Europeo (FSE), también de gestión indirecta, y que tiene un acceso más sencillo para las entidades locales ya que son las administraciones nacionales de los estados miembros las que gestionan las convocatorias de subvenciones de dichos programas y las redistribuyen. En este caso, la provincia captó casi 53 millones de euros en ese periodo. Los fondos que menos atraen a los ayuntamientos son los de gestión directa, los que llegan a los municipios directamente de Bruselas y, por tanto, tienen que trabajarse más. Solo 10,2 millones de euros en siete años llegaron a la provincia por esta vía. Si lo trasladamos a euros invertidos por habitante, a cada alicantino le correspondieron 112,5 euros de los fondos FEDER, 27,84 de los FSE y solo 5,36 de los de gestión directa.
Así, el peso de la capitalidad de Alicante se ve reflejado en la cantidad de fondos absorbidos por la comarca de L’Alacantí, la que más recibió con 83,3 millones. Lo mismo sucede en el caso del Baix Vinalopó, con Elche captando un buen pellizco de dinero europeo, deja a su comarca en segunda posición con 72,6 millones. Le siguen la Marina Alta con 25,5 millones; la Vega Baja con 22,5; l’Alcoià con 21,5; la Marina Baixa con 15,6; el Medio Vinalopó con 14,1; el Alto Vinalopó con 14 millones; y, la zona que menos dinero de la UE ha recibido es El Comtat, con 7,9 millones de euros.
Ránking
La comarca de L’Alacantí copa así la mayoría de fondos europeos, tanto los FEDER con 70,9 millones, como los del Fondo Social Europeo, con 11,1. Sin embargo, la absorción de euros por habitante muestra que las comarcas con menos población se ven más beneficiadas. De esta manera, El Comtat fue la más favorecida con 257 euros por cabeza en el caso de los FEDER, mientras que el Alto Vinalopó copa el primer puesto del ránking en inversión por habitante en los FSE, con 49,58 euros, más del doble que la segunda comarca más beneficiada, la Marina Baixa. En el caso de los fondos de gestión directa, los municipios de la Marina Alta fueron, de lejos, los que más agilidad tuvieron para solicitarlos y recibirlos, con 4,5 millones (19,39 euros por habitante).
En cuanto a los municipios más favorecidos por la llegada de dinero de la Unión Europea para poder desarrollar sus planes se encuentra la pequeña población de Tollos, en El Comtat, a cuyos apenas 60 vecinos les correspondieron 52.450 euros por cabeza para un proyecto de renovación de luminarias y tendido eléctrico. Le siguen Vall d’Alcalà, con 13.167 euros por vecino, Confrides con 6.573 y Benimassot con 4.763. Sin embargo, si nos atenemos al dinero recibido, el ránking lo encabeza la ciudad de Alicante que absorbió entre 2014 y 2021 un total de 78,6 millones de fondos europeos, seguida de Elche que se benefició de 56,5 millones. A mayor distancia queda Villena, con 13 millones procedentes de la UE; Elda con 9,5; Alcoy con 9,3; y Almoradí con 8,2 millones. En la cola, Dolores, con tan solo 55 céntimos por habitante; Salinas con 78 céntimos por vecino; y Rojales, San Fulgencio y San Isidro con poco más de 2 euros per cápita.
Pocos fondos para las empresas
Otra de las conclusiones del estudio de Ineca es el déficit de absorción de fondos europeos por parte de las entidades privadas de la provincia. El informe pone de relieve que es necesario un esfuerzo por parte del tejido asociativo empresarial provincial para acercar la financiación europea a la actividad privada. Las empresas aducen falta de tiempo y recursos, si bien es cierto que las cuestiones burocráticas para obtener ese dinero son más accesibles para una administración pública que para una empresa. Así, sólo 27,7 millones de los 277,2 que recibió de fondos europeos la provincia entre 2014 y 2021 fueron a parar al tejido empresarial alicantino.
El autor del estudio de Ineca, Quino Palací, invita a hacer «más pedagogía» para que tanto las entidades públicas como las privadas accedan a más fondos de la UE y a superar los cortapisas que hay para la participación en proyectos europeos, entre los que se encuentran los recursos humanos limitados, la complejidad de las convocatorias, la falta de asesoramiento y de personal técnico especializado, o las trabas en la ejecución y la justificación. «Es hora de llevar a cabo una revolución de la administración para que vean los fondos europeos como un aliado, y no como una barrera, y fomentar el euromunicipalismo», zanja Palací.
El dinero de Europa llega en mayores cantidades a las grandes ciudades porque son las que tienen concejalías o departamentos especializados en la captación de estos fondos. En el caso de los municipios de menos de 5.000 habitantes salen muy beneficiados en el reparto porque esa función la está asumiendo la Diputación con una oficina creada para asesorar y absorber la mayor cantidad de dinero europeo y que, a raíz de los resultados, está siendo de gran utilidad para los pueblos, que tienen más complicado, por la falta de personal y medios, acceder a unas convocatorias que son complejas en su tramitación.
«Es hora de llevar a cabo una revolución de la administración para que vean los fondos europeos como un aliado, y no como una barrera, y fomentar el euromunicipalismo»
Los municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes están empezando a rearmarse para obtener fondos de Bruselas, sobre todo de cara a los Next Generation. Sin embargo, las localidades de entre 5.000 y 20.000 vecinos son las que más dificultades tienen para acceder a estas ayudas. Por un lado, por su menor capacidad para tener departamentos especializados y, por otro, por la amplia horquilla con la que la Unión Europea clasifica a los municipios. En este último caso, localidades con 7.000 habitantes tienen que competir con otras de 20.000 con mayores recursos para redactar proyectos y asumir los tediosos trámites.
