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Cs da la espalda a la cúpula regional y se alía con el PSOE y Cambiemos para quitarle la Alcaldía de Orihuela al PP

La moción de censura registrada en Orihuela acuerda derrocar a Emilio Bascuñana para investir a la socialista Carolina Gracia como alcaldesa. La dirección autonómica naranja recalca que no ha autorizado el pacto contra los populares

Moción de censura en Orihuela: PSOE, Cs y Cambiemos acuerdan expulsar de la Alcaldía a Emilio Bascuñana

Moción de censura en Orihuela: PSOE, Cs y Cambiemos acuerdan expulsar de la Alcaldía a Emilio Bascuñana TONY SEVILLA

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Moción de censura en Orihuela: PSOE, Cs y Cambiemos acuerdan expulsar de la Alcaldía a Emilio Bascuñana M. A. Rives

El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), tiene los días contados al frente del Ayuntamiento si prospera la moción de censura rubricada este miércoles por el PSOE, Ciudadanos (Cs) y Cambiemos Orihuela (formación ligada a Unides Podem) para investir regidora a la socialista Carolina Gracia. El acuerdo fue firmado ante notario y presentado formalmente en el registro municipal, iniciándose la cuenta atrás para la celebración del pleno que haría efectivo el cambio de rumbo. Será después de Semana Santa, el 25 de abril. La operación cuenta con la unción de la dirección del PSPV pero, en cambio, no ha recibido el plácet de la cúpula de la formación de Inés Arrimadas en la Comunidad, que salió al frente para dejar claro que desautoriza este movimiento de calado para derrocar a un alcalde popular y, en definitiva, propiciar el cambio en el que está considerado como uno de los grandes bastiones de la derecha. Por tanto, los ediles de los naranja en la capital de la Vega Baja evidenciaron que van por libre mientras el partido al que están afiliados evitó aclarar las posibles repercusiones de este desafío. Más que por el gol que aparentemente los ha dejado fuera de juego, por calcular las derivadas que sus decisiones pueden desencadenar en un momento de extrema fragilidad, cuando se encuentran inmersos en una lucha por la supervivencia política.

El giro de guion protagonizado por Cs en Orihuela consiste en cambiar de socios de gobierno a prácticamente un año vista de los próximos comicios, dejando caer al PP de Bascuñana para continuar su andadura de la mano de los socialistas. El pacto refleja que el Ejecutivo local seguiría integrado por un bipartito, ahora de PSOE y Cs, puesto que Cambiemos no entrará en el equipo de Gobierno. No obstante, el voto de sus tres ediles resulta fundamental para que la operación llegue a buen puerto dado que, unidos a los seis del grupo socialista y los cinco de los naranja, suman mayoría frente a los nueve del PP y los dos de Vox. De esa forma, el líder de Cs en Orihuela, José Aix, podrá seguir ostentando el cargo de vicealcalde mientras Gracia asume el bastón de mando de un Ejecutivo en minoría en la recta final del mandato, siempre que ese plan se ejecute sin imprevistos. En principio, el grupo municipal capitaneado por Aix mantendrá las mismas competencias que hasta ahora y sumará además las áreas de Festividades y Patrimonio, mientras que cederá a los socialistas la Concejalía de Educación. Con todo, la jugada no convence ni mucho menos a la ejecutiva regional de Cs, que por boca del coordinador provincial, Javier Gutiérrez, se apresuró a aseverar que la moción no cuenta con el respaldo de la dirección del partido. 

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Moción de censura en Orihuela: PSOE, Cs y Cambiemos acuerdan expulsar de la Alcaldía a Emilio Bascuñana TONY SEVILLA

Firmar el pacto de censura junto a una formación como Cambiemos Orihuela es, a priori, una de las líneas rojas que no quiere traspasar Ciudadanos, que viene haciendo gala, precisamente, de que no sella alianzas de esta magnitud con los morados. Fuentes de la ejecutiva regional aseguraron estar al tanto de la espinosa relación que venían manteniendo sus concejales con el grupo liderado por Bascuñana durante toda la legislatura, pero insistieron en que no es óbice para impulsar una maniobra de tal magnitud a sus espaldas. El enfrentamiento público y notorio entre los hasta ahora socios llegó hasta el punto de que obligó a paralizar numerosos asuntos de importancia para Orihuela. Sin ir más lejos, los presupuestos municipales se encuentran prorrogados desde 2018. El proyecto presupuestario para 2020 se llegó a llevar a pleno, pero Cs dejó solo al PP y tumbó las cuentas.

No obstante, la dirección de Ciudadanos apostó por no hacer sangre con respecto al PP. Gutiérrez "lamentó" que, tras un largo periodo de desencuentros en Orihuela, la situación haya acabado de esta manera. Dijo además que desde Cs, en numerosas ocasiones, se trasladó al PP la necesidad de cumplir el acuerdo de gobierno en este municipio. "Es algo que se podría haber conseguido, como estamos demostrando en la Diputación de Alicante y en el ayuntamiento de la capital, por poner solo dos ejemplos de instituciones donde Cs gobierna en coalición, con pactos hoy por hoy muy sólidos", destacó el también diputado provincial, quien sostiene como presidente de la Diputación de Alicante, precisamente, a Carlos Mazón, líder del PP en la Comunidad. Con esa aseveración, Gutiérrez puso negro sobre blanco el posicionamiento de su partido con respecto al polvorín en el que se ha convertido Orihuela, señalando en cualquier caso que el obstáculo no ha sido el PP como tal, sino que tiene nombre y apellidos, y es Emilio Bascuñana. Por el momento, la formación guarda silencio sobre si abrirá un expediente informativo a los concejales que han firmado la moción de censura y no aclara si su determinación podría desembocar en un expediente de expulsión.

Por su parte, la vicepresidenta de Cs en la Diputación de Alicante, Julia Parra, valoró que "no es un plato de gusto la situación que se ha producido en Orihuela, pero tampoco una moción de censura es la mejor alternativa, entre otras razones, porque no me parece bien que se tomen decisiones sin el consenso del partido". A ese respecto, defendió que "antes que recurrir a una medida tan drástica como una moción de censura, en mi opinión, se debe agotar todas las vías de diálogo y negociación y contar con la dirección de Cs".

Emilio Bascuñana, en rueda de prensa con los concejales del PP tras conocer la moción de censura. Tony Sevilla

Bascuñana es a priori quien saldría más trasquilado por la moción de censura en Orihuela en caso de verse expulsado del principal despacho de la casa consistorial. Su situación es especialmente delicada habida cuenta de que no es ningún secreto la escasa sintonía que mantiene con la dirección regional del PP. Además, tras la implosión de la cúpula popular nacional, el regidor perdió a su principal valedor en Génova, que era Teodoro García Egea, y sus intentos por hacerse con el control orgánico a nivel municipal han resultado un fracaso. Tanto es así que el pasado diciembre, Mazón dio un golpe sobre la mesa e impuso una gestora al frente de la agrupación local, posponiendo sine die la designación de un nuevo presidente. Todo después de que el propio Bascuñana anunciara su intención de dar un paso al frente.

Así pues, la operación pilla al PP con el pie completamente cambiado en Orihuela. Primero, por lo inesperado del pacto, aunque fuentes populares aseguran que es algo que se barruntaba desde días atrás y que incluso fue tema de conversación en el congreso nacional que el partido celebró el fin de semana pasado en Sevilla para designar presidente a Alberto Núñez Feijóo. No obstante, confiaban en que no fructificara.

Cierto es que sobre las espaldas de Bacuñana pesa una investigación judicial por un supuesto delito de malversación y que está imputado por haber cobrado más de 200.000 euros de la Conselleria de Sanidad antes de su llegada a la Alcaldía sin que conste el trabajo que realizó a cambio. Sin embargo, ese es un dudoso expediente que no ha pesado ni un poco a Cs para sostenerlo hasta ahora en la Alcaldía ni tampoco a su propio partido. Es una vara de medir que no aplica en cambio a otros investigados, como demostró el vicesecretario de organización del PP de la Comunidad, Juan Francisco Pérez Llorca, quien ayer apostó por la estrategia de encender el ventilador para acabar diciendo que la moción en Orihuela "es una artimaña de Ximo Puig para tapar las vergüenzas judiciales que tiene encima el Consell", en relación con la citación a declarar al hermano del presidente por la causa de las ayudas al fomento del valenciano, y sobre la petición de imputación a la vicepresidenta, Mónica Oltra, en el caso que investiga el supuesto encubrimiento por los abusos sufridos por parte de su exmarido a una menor tutelada. De esa forma, interpretó que si Cs no ha autorizado la moción, en el momento en el que se celebre el pleno los concejales serán tránsfugas. "Por tanto, habrá que preguntar al Puig por qué pacta con tránsfugas para formar gobiernos que se le niegan en las urnas". Es exactamente el mismo reproche que los socialistas hicieron a a los populares en las mociones de censura de La Torre de les Mançanes, Agres y Teulada. Sea como fuere, lo que queda claro es que toda esta situación podría complicar los planes de Mazón para reagrupar a la derecha de cara a las próximas citas con las urnas.

El acuerdo que ha agitado el tablero político en Orihuela ha puesto en bandeja a Carolina Gracia escalar hasta la Alcaldía en un momento en el que lucha por mantener el control del partido a nivel local tras reaparecer en el tablero el exconcejal Antonio Zapata. La aspirante a regidora cuenta para ello con el respaldo del PSPV, que argumenta que ha respaldado la moción al considerar que permitirá la "regeneración democrática" en un Ayuntamiento gobernado por un alcalde imputado, apartar a la extrema derecha que consideran que condiciona el Gobierno local y, además, desbloquear la gestión del municipio. "En un momento tan complicado como el actual, la ciudadanía necesita respuestas y gestión, y eso no existe en el Ayuntamiento de Orihuela que podrá activarse con una alcaldesa socialista al frente del municipio", trasladaron desde la ejecutiva regional.

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