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Compromís y Podem cargan contra Colomer por su boicot a la tasa turística

Los socios del PSPV critican que el secretario autonómico de Turismo no descarte dimitir si se aprueba el gravamen, mientras los socialistas tratan de sofocar la polémica y defienden su labor

Francesc Colomer participa en un foro donde analizan los retos del turismo que sufre por la pandemia. MORELL

Al contrario de lo que cabría esperar, el acuerdo rubricado entre los grupos parlamentarios que sustentan al Botànic para iniciar la tramitación de la proposición de ley para crear el impuesto que gravará las estancias turísticas, no ha conseguido calmar los ánimos en el tripartito de izquierdas. La controversia en torno a esta cuestión, que dura ya casi siete años, parece ir a más, y el secretario autonómico de Turismo, Francec Colomer, se sitúa ahora en el ojo del huracán.

Sus declaraciones aseverando que la dimisión es un escenario que no descarta en el caso de que, finalmente, el impuesto a las pernoctaciones sea validado por el Parlamento autonómico, han levantado ampollas en Compromís y Unides Podem. Son, precisamente, las dos formaciones que han acabado ganando el pulso al PSPV para impulsar esta nueva figura impositiva, aunque los socialistas han conseguido que sea de carácter municipal y voluntaria, así como que su aplicación no sea efectiva hasta, al menos, después de las próximas elecciones. Con todo, el rifirrafe entre socios continúa latente y este miércoles se vivió un nuevo capítulo en las Cortes. Para el PSPV-PSOE, las insinuaciones de Colomer fueron "declaraciones que se quedan ahí" y que no empañan la "gran labor" que ejerce; mientras que los valencianistas le criticaron por "tirar por tierra el valor" del turismo en la Comunidad Valenciana y Unides Podem, por su parte, pidió "tener un debate basado en los argumentos y no en el ruido".

El portavoz de Hacienda del PSPV en las Cortes, José Muñoz, prefirió "no comentar escenarios que no se han producido" y valoró la "magnífica labor" de Colomer al frente de Turismo, al tiempo que destacó el trabajo del grupo parlamentario del PSPV de alcanzar acuerdos con sus socios en una "situación tan compleja".

"Conciliar políticas para fomentar y dinamizar la economía es el ADN del Botànic que ha funcionado estos años y seguirá funcionando", subrayó Muñoz.

Mientras tanto, la síndica de Compromís, Papi Robles, aseveró que si Colomer llegara a dejar el cargo, lo que no va a echar de menos es a un secretario autonómico de Turismo que "echa por tierra la valía del turismo" valenciano.

"A mí lo que me preocupa es el turismo y mejorar el turismo; lo que quiera hacer cada uno, que se lo valore en casa y después lo haga", aseveró Robles, quien dijo que, a veces, escuchar a Colomer determinadas afirmaciones que le "preocupan".

La dirigente de Compromís señaló que a ella lo que le interesa es que el turismo de la Comunidad "sea mejor" y que piensa "firmemente" que se podría mejorar con propuestas como la tasa turística, que puede conllevar una mejora de infraestructuras, de servicios, y que los valencianos no tengan que "pagar dos veces las mismas tasas" que cuando viajan.

"Eso es lo que puedo echar a faltar; de lo otro, no me interesa", manifestó Robles, quien criticó que Colomer diga que "Roma puede tener una tasa turística porque tiene un atractivo" y que si en cambio se pusiera en la Comunidad Valenciana se estaría "poniendo en riesgo" el turismo.

La síndica de Compromís insistió en que ella confía, respeta y apoya al turismo valenciano, y confía mucho en su naturaleza, su oferta de playas, sus servicios y en la gente que trabaja en el sector, por lo que no piensa que el hecho de poner una tasa en marcha "vaya a hacer que el turismo no funcione".

Por su parte, el diputado de Unides Podem Ferran Martínez criticó que "cuando uno se plantea estas cuestiones, o dimite o no dimite, pero no viene a decir que es un escenario que contempla". Así, instó a Colomer a "dedicarse a resolver" la situación del personal de Turisme, que está "en pie de guerra" y pidió "un debate basado en argumentos y no en jugadas de efecto", al tiempo que le instó a "no exacerbar los ánimos".

Mientras tanto, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reiteró que personalmente no es partidario de aplicar la tasa turística en la Comunidad, si bien recalcó que es una iniciativa de los grupos parlamentarios, con la que se debe ser "respetuoso". En todo caso, consideró que "los grandes" retos del sector en la autonomía "no pasan" por este impuesto "ni para bien, ni para mal" ni en "si se aplica o no se aplica", sino en cómo se puede avanzar en el posicionamiento de la autonomía para adentrarse en nuevos mercados.

"Yo no soy partidario sinceramente, lo he dicho, pero sí de que se pueda establecer un debate desde el respeto institucional. Yo respeto lo que deciden las Cortes, me guste más o me guste menos. Es que la democracia es así", precisó Puig.

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