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El Consell se dirige a una reforma amplia solo de la parte socialista

La figura de Arcadi España aparece como pieza clave en los recambios del PSPV, mientras los partidos de Compromís alejan la posibilidad de mover fichas en sus cuatro consellerias

Puig, en una visita ayer a las obras en la playa de Almenara de Castellón. | DOMENECH CASTELLÓ / EFE

En este momento de la semana, la crisis del Consell a raíz de la salida de Manolo Mata del cargo de síndic del PSPV en las Cortes sigue ganando fuerza. A esta hora, la opción de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, como nueva portavoz parlamentaria socialista sigue sumando enteros. A día de hoy, sin nada aún decidido, el Consell se encamina hacia una remodelación amplia en su parte socialista, la que está en manos del presidente, Ximo Puig. En este momento, los cuatro consellers de Compromís se quedarían tal como están, porque la coalición se muestra reacia a cambios (los dos de Unides Podem quedarían fuera del movimiento).

Puig insistió ayer en el límite temporal para la renovación del síndic en Cortes: el próximo pleno en la Cámara. Eso será la semana que viene, porque esta no hay. Significa que la crisis del Ejecutivo tendrá que estar para el miércoles día 17, cuando comenzará el pleno. Lo ideal sería que el nuevo portavoz estuviera ya en la junta de síndics del martes de la semana próxima, pero no es obligatorio.

Por tanto, en el Palau de la Generalitat manejan ahora dos calendarios. Uno, más rápido, pasa por anunciar los cambios miércoles o jueves de esta semana, hacer el cambio de carteras el mismo jueves o el viernes antes del pleno del Consell y que los nuevos ya debuten ese día.

El segundo, algo más reposado, pasa por anunciar los nombres de los nuevos consellers durante el fin de semana próximo o el lunes siguiente, celebrar un pleno extraordinario del Consell en los primeros días de la semana y que así el síndic (o la síndica) se estrene el miércoles o incluso en la junta de la víspera.

Al margen de los tiempos, Puig ha de decidir el alcance de la remodelación pensando en «un impulso» político en el año final de la legislatura. En esa idea volvió a incidir ayer en Almenara, en una visita a las obras de conservación de la playa.

A esta hora de la semana, todo es posible aún, pero la opción con más enteros es una reforma amplia de la parte socialista. Alcanzaría a Sanidad, con el traslado de Barceló a la sindicatura en Cortes, y solo estaría segura la continuidad en su puesto actual de la titular de Justicia y Administración Pública, Gabriela Bravo.

Las consellerias de Innovación (Carolina Pascual) y Hacienda (Vicent Soler) podrían tener nuevo responsable, mientras que el de Territorio, Arcadi España, podría desplazarse a otra área o incluso sumar competencias de otro departamento al suyo para situarse al frente de una macroconselleria (o una vicepresidencia sin el rango de tal). Es una opción que Puig tiene encima de la mesa, según las fuentes consultadas. Cuadrar la ecuación, no obstante, depende de equilibrios de sexo y territoriales.

Arcadi España ha sido director del gabinete de Presidencia, es la persona de más confianza del presidente en el Gobierno valenciano, se ha marcado algunos tantos en estos tres años en Territorio (la tarjeta unificada de movilidad o la apertura de la nueva línea de metro de València, L10, prevista para este lunes) y ha colaborado en el gran hito de la legislatura: la gigafactoría de baterías eléctricas de Sagunt.

Compromís no mueve ficha

Mientras, la frase de Puig del pasado sábado subrayando la oportunidad ahora de relanzar el Consell no ha hecho mella en los socios de Compromís. Según fuentes de las cúpulas de Més e Iniciativa (el partido de la líder de la coalición y vicepresidenta, Mónica Oltra), la opción de cambiar alguno de sus cuatro miembros del Ejecutivo no se plantea.

«No vemos la necesidad de cambiar las cosas que funcionan», apuntaba ayer un dirigente de Iniciativa en privado, que señalaba que los equipos están centrados en la gestión y el remate de la legislatura.

Algunas voces en Més reconocen que hay consellers que llevan mucho tiempo y que el cambio podría ser un impulso, pero a continuación precisan que no lo ven viable en la coyuntura actual. Así, Oltra, Vicent Marzà, Rafa Climent y Mireia Mollà se mantendrían al menos hasta las próximas elecciones.

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