Tiempos revueltos en el seno del Consell. A la renovación de cargos en el ejecutivo autonómico, con dimisión de Vicent Marzà de la Conselleria de Educación y una remodelación de la parte socialista, se une una bronca entre la consellera Gabriela Bravo, y el entorno de la vicepresidenta y compañera en la mesa del gobierno valenciano, Mónica Oltra, a cargo de unas declaraciones de la titular del departamento de Justicia sobre la situación judicial que vive Oltra.

"Ante una situación en la que se compromete la credibilidad de la institución a la que representa, me plantearía irme", dijo Bravo en una entrevista en la Cadena COPE sobre la posible imputación de la vicepresidenta y coportavoz de Compromís por la actuación de la conselleria respecto a la protección de una menor tutelada que sufrió abusos.

Las palabras de Bravo no gustaron en el entorno de la vicepresidenta. Uno de los que reaccionó fue su jefe de gabinete en la conselleria, Miquel Real, quien consideró que para un "lego" (aquella persona que carece de formación, según la RAE) "los matices no son importantes", pero "para un jurista, los matices son sustanciales".

"No hay tres sentencias sino dos, en ninguna de ellas, en los hechos probados se menciona a la Administración, ni para bien ni para mal. Bravo, que es jurista, sabe que está mintiendo", dijo Real en Twitter citando la noticia con las palabras de Bravo.

No fue el único que se expresó a través de la red social, espacio proclive a tirar los trastos a la cara. También lo hizo el senador de Compromís, Carles Mulet, también de Iniciativa (partido de Oltra), quien señaló que si Bravo "se va a casa, aplaudiremos y respiraremos". "Cuando ninguno aguanta a su lado en la conselleria, cuando ataca los pilares del Botànic como hace con la cruzada contra el valenciano y cuando sabe que solo está en el cargo por lo que está, está usted comprometiendo a la institución", despacha Mulet en redes sociales.

No es la primera bronca entre Bravo y Compromís. La última fue la semana pasada respecto al requisito lingüístico tras la propuesta de la conselleria de exigir un B2 al alto funcionariado mientras que desde la coalición valencianista reclaman que sea un C1, el antiguo mitjà. Oltra y Bravo tampoco son desconocidas en tensiones internas, como la prohibición de la prostitución o la gestión de la oficina de violencia de género.

Por su parte, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha evitado ir más allá y ha asegurado al ser preguntado por las palabras de Bravo respecto a la situación de Oltra que se trata de una "opinión personal" de la consellera y que no es "ningún mensaje a nadie" y que detrás de sus palabras no está la línea oficial del PSPV.