Superado el último encontronazo, al menos de cara a la galería, y, probablemente, a la espera del próximo, como viene siendo la tónica habitual. La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, aseguró haber dado por concluido el choque de trenes con la consellera de Justicia, Gabriela Bravo. Un enfrentamiento que no se quedó entre ellas, sino que, además, tuvo réplicas, y no precisamente de pequeña magnitud, entre las filas del PSPV-PSOE y las de Compromís. La también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas da por cerrada "cerrada" la polémica, porque, según considera, Bravo "se ha desdicho de lo que dijo en la radio". Por tanto, y según se desprende de sus palabras, le ha ganado la partida.
La consellera de Justicia dijo el pasado martes, en declaraciones a la COPE, que cada uno "es dueño de sus decisiones, tiene su escala de valores y debe tomar sus decisiones", al tiempo que añadió que en su caso, "ante una situación en la que se compromete la credibilidad de la institución" a la que representa, ella se lo "plantearía". Todo en un contexto en el que la continuidad Oltra se empieza a cuestionar cada vez más al encontrarse al borde de una posible imputación por el encubrimiento de un caso de abusos a una menor tutelada por la Generalitat a manos de su exmarido, que ejercía de educador.
Este jueves, al ser preguntada de nuevo por estas afirmaciones ante la polémica generada, Bravo dijo: "No hice ninguna manifestación sobre Mónica Oltra, manifesté una opinión personal ante la posibilidad de una imputación y de comprometer la credibilidad de la institución" y añadió: "Ni mandé ningún mensaje a una compañera de Gobierno ni dije que Oltra tuviese que dimitir".
Escuchadas esas palabras de su compañera de Gobierno, la vicepresidenta considera que esta polémica no da para más, al menos públicamente. "Se ha desdicho de lo que dijo en la radio, y cuando alguien se desdice", para ella es "asunto cerrado".
Oltra fue preguntada, además, por si pondría como "ejemplo de lealtad institucional" a Gabriela Bravo, por unas declaraciones del miércoles del alcalde de València, Joan Ribó, en las que aseguró que él no lo haría. "Pondría muchos ejemplos de lealtad institucional, pero no tengo necesidad", ha zanjado.
