El nuevo conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, ha aterrizado con buen pie en este complicado y exigente sector. De entrada, tanto sindicatos como colegios profesionales elogian que se haya elegido a un médico para dirigir el departamento, sobre la base de que eso le permite conocer más a fondo los problemas que afectan al sistema sanitario. En cualquier caso, todo el mundo le pone deberes, y además, urgentes. El principal, la necesidad de incrementar las plantillas para reducir la sobrecarga asistencial, y, como norma general de conducta, un mayor talante negociador que el que, afirman, ha tenido su antecesora en el cargo, Ana Barceló.

«El cambio se veía venir». Así lo afirma la secretaria general de la federación autonómica de Sanidad del sindicato CC OO, Rosa Atienzar, quien justifica esta aseveración no solo en los problemas que afectan al sistema sanitario, sino también en el agotamiento por la gestión de la pandemia de covid. En cualquier caso, considera que, en una conselleria como esta, tan importante es la persona que encabeza el departamento como las que se encuentran en el segundo y el tercer escalón, que, en su opinión, también deberían ser renovados. Tras considerar positivo el hecho de que Miguel Mínguez sea un profesional que conoce el sector, destaca que es urgente una ampliación de las plazas estructurales. «Han autorizado 6.000, pero para llegar a la media nacional harían falta 15.000», resalta.

En parecidos términos se expresa Víctor Pedrera, secretario general del Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM), quien, tras criticar la gestión de la pandemia por parte de la anterior consellera, «como lo demuestran -destaca- las sentencias por falta de material», no duda a la hora de señalar que la sanidad se encuentra en estos momentos bajo mínimos, con las plantillas muy por debajo de lo que resultaría exigible. 

Por su parte, Hermann Schwarz, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Alicante, coincide en el hecho de que la profesión del nuevo conseller propicia que conozca más la realidad «y que tenga una mayor sensibilidad hacia nuestro colectivo». Así, confía en que, fruto de ese conocimiento, se refuercen las plantillas de médicos, para aliviar las listas de espera y la sobrecarga asistencial que se está sufriendo en la actualidad en los diferentes centros sanitarios. «Es necesario que se ponga al médico en el centro del sistema», subraya.

Eva Suárez, presidenta del Foro de Médicos de Atención Primaria de la Comunidad Valenciana, pone el foco, como no podía ser de otra manera, en la fuerte presión que está sufriendo esta sección asistencial. «Estamos agonizando», enfatiza. Así que confía en que el nuevo conseller tenga un mayor talante negociador que Ana Barceló, quien, según sus palabras, «no era nada dialogante con las sociedades médicas». Para Suárez, el objetivo primordial tiene que pasar por poner en marcha de forma inmediata un plan de acción para captar a los médicos residentes que acaban este mismo mes, «de manera que no se nos vayan a otras comunidades autónomas».

Por último, Montserrat Angulo, presidenta del Colegio de Enfermería de Alicante, confía en que se mantengan los avances relacionados con el colectivo que impulsó la anterior consellera, y que se consumen los cambios acordados para modificar el estatuto de 1973, en el que los enfermeros y enfermeras tienen la consideración de simples auxiliares médicos. También coincide con el resto de colegios profesionales y sindicatos en la necesidad de otorgar un empujón al aumento de la ratio en las plantillas.