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La consellera de Innovación se compromete a reformar la financiación universitaria en 2023 y potenciar la digitalización

Josefina Bueno se estrena en las Cortes con el foco en combatir la brecha digital, agilizar el pago de becas, expandir Distrito Digital y terminar de abonar la "deuda histórica" a los centros universitarios este ejercicio

La consellera de Innovación, Josefina Bueno, durante su intervención en las Cortes. Información

El estreno en las Cortes de la nueva consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital concluyó sin destacables anuncios ni grandes sorpresas. Josefina Bueno evidenció durante su primera comparecencia en el Parlamento autonómico que mantendrá una estrategia continuista en la gestión del departamento que ahora encabeza. Dedicará los doce meses que restan de legislatura a desarrollar los proyectos que encarriló su antecesora en el cargo, Carolina Pascual. No obstante, el cambio de perfil en el liderazgo de la primera conselleria cuya sede principal se ubica en Alicante saltó a la vista. Bueno no es nueva en los menesteres de la política. Ya formó parte del engranaje del Botànic el pasado mandato, integrada en la cuota socialista, y, desde la tribuna, defendió con mayor vehemencia el proyecto del tripartito de izquierdas. De esa forma, subrayó su compromiso para seguir negociando el nuevo sistema de financiación plurianual de las universidades con tal de que entre en vigor en 2023, porque antes, según recalcó, hay que terminar de pagar la deuda histórica con los centros universitarios. Una mochila que, tal y como se encargó de remarcar, se heredó de anteriores gobiernos, en referencia al PP. Así, agilizar el pago de becas a los estudiantes, potenciar la digitalización de las empresas y administraciones públicas, reducir la brecha digital en la sociedad o seguir desarrollando el hub tecnológico de Distrito Digital son algunos de los retos a los que dedicará el próximo año.

La oposición no se lo puso fácil. En la recta final del mandato se pasan por alto los 100 días de gracia que, tradicionalmente, se otorgan a los nuevos consellers para facilitarles el aterrizaje en las competencias que asumen. Tampoco hubo tregua con la consellera saliente, pues la oposición arremetió con dureza al estimar que su gestión ha sido más que deficiente. Con todo, Bueno proyectó durante sus intervenciones que sabe en qué terreno se mueve y aprovechó cada ataque para devolver la pelota al tejado de la derecha. Con tono educado. Firme pero sin estridencias.

En materia de universidades, la consellera destacó el "compromiso firme y decidido" del Consell por facilitar el acceso a la educación superior a colectivos con medios económicos limitados, sacando pecho de la constante mejora del sistema de becas y, en particular, de las becas salario que ella misma puso en marcha el pasado mandato como directora general, "una manera de conceder un sueldo" a estudiantes con dificultades económicas. Ahora, la modificación de las bases de acceso a este recurso ha permitido aumentar un 58% las solicitudes y se ha consignado una partida de 18,8 millones, si bien la oposición no tardó en recriminarle que, precisamente, la Sindicatura de Comptes recriminó que los pagos a los beneficiados se demoraron hasta 689 días desde el inicio de curso. La consellera reconoció que es necesario aumentar los medios para agilizar el abono, si bien se escudó en que las deudas con las universidades llegaron a alcanzar los 900 millones de euros por la gestión de los populares, y eso es algo que limitaba las posibilidades. Con todo, aseveró que ahora cuentan con un 40% más de financiación que en 2014.

En materia de transformación digital, Bueno desgranó los principales proyectos para avanzar en lo que denominó como "cultura de la innovación" y apuntó a la digitalización, la automatización y la Inteligencia Artificial como uno de los principales retos para el empleo y la sociedad valenciana, poniendo el foco en que no se pueden quedar colectivos sociales por el camino y, por ello, se han puesto en marcha iniciativas como impulsar el acceso a las TIC de los colectivos vulnerables mediante el bono social de 240 euros al año. Destacó igualmente que también los ayuntamientos deben subirse a esta ola y por eso se pondrá en marcha una convocatoria para financiar con dos millones de euros proyectos de innovación y transformación digital. Destacó igualmente la necesidad de dar pasos para que la banda ancha llegue a todos los rincones de la Comunidad. 

La expansión de Distrito Digital para que cuente con sedes en todas las comarcas de la Comunidad y la finalización del nuevo edificio de este proyecto en el Muelle 5 del Puerto de Alicante fue otra de las apuestas que dijo que se desarrollarán en el próximo año, citando igualmente la pretensión de avanzar en hacer realidad el centro de Centro de Investigación sobre el Envejecimiento. En ciencia, la fundación de la Generalitat ValER ofrecerá contratos permanentes a investigadores de todo del mundo para "desarrollar su carrera profesional en la Comunidad, que se cubrirán mediante concursos públicos en régimen de concurrencia competitiva a nivel internacional, en los que el criterio de valoración será la excelencia investigadora.

El reparto económico de la AVI desata la polémica

El reparto de subvenciones de la Agencia Valenciana de la Innovación sigue generando polémica. El diputado Luis Martínez (PP) cargó contra Josefina Bueno para reprocharle la «discriminación» que ha experimentado Alicante y aseveró además que en Distrito Digital se hacen «chanchullos» para beneficiar a quienes cuentan con carné del PSOE. La consellera defendió que las ayudas de la AVI se otorgan por concurrencia competitiva y en base a la excelencia, negando cualquier tipo de irregularidad, al igual que aseveró no tener constancia de enchufismos en el hub tecnológico. «Es un proyecto que sitúa a alicante como nodo de innovación», zanjó.

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