El plan de descentralización de sedes del Estado que defiende el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, apoyado en una propuesta de la Cátedra Prospect, no parece ser ninguna prioridad para la número dos del Consell, Mónica Oltra. La cruzada emprendida por el líder autonómico para tratar de colocar en la agenda nacional esta cuestión, no es que le dé igual a la líder de Compromís, sino que todo parece indicar que, hasta cierto punto, incluso le enerva. No por la iniciativa en sí misma, sino porque a estas alturas de la legislatura no cree que esa sea, precisamente, una prioridad, como sí lo es sí lo es apretar las tuercas al Gobierno central para exigir con todo el ahínco la reforma del modelo de financiación después de casi tres años dando largas.
«Lo primero que debemos descentralizar es el dinero y luego ya, si eso, buscamos que nos traigan un cuadro del Reina Sofía». Así se pronunció Oltra este viernes, entre la sorna y la reivindicación, con una alusión directa a la propuesta deslocalización de sedes que propone traer a València Puertos del Estado y establecer sedes del museo Reina Sofía en diferentes regiones.
Oltra quiso dejar claro que todo este asunto de las deslocalizaciones no es una propuesta común del Consell, por lo que evidenció que Puig, y por ende el PSPV, están solos en esa cuestión. Cabe recordar que también Unides Podem dijo que todo este asunto de deslocalizar sedes del estado le parecía una «operación de maquillaje».
En las filas de Compromís están dispuestos a elevar el tono crítico contra el Gobierno central por haber incumplido sistemáticamente el compromiso de reformar la financiación, que fue, de hecho, una de las cuestiones por las que la formación nacionalista apoyó la investidura de Pedro Sánchez. El desencanto se ha agravado, además, tras conocerse esta semana que del total de los proyectos previstos en los Presupuestos Generales para la Comunidad en 2021, tan solo se ejecutaron el 42%. Oltra calificó de «tomadura de pelo» las bajas inversiones del Estado en la región y dijo que dejan un «sentimiento de discriminación y de trato injusto».
La vicepresidenta subrayó que el Consell viene reclamando con «vehemencia» un sistema de financiación «equitativo, justo y constitucional», pero también «unas inversiones justas, con arreglo a lo que marca nuestro Estatuto que exige que se ajusten a nuestro peso poblacional», así como la regularización de la deuda provocada por décadas de infrafinanciación por mandato de las Cortes y de la sociedad. Si hay unanimidad en algo, recalcó la vicepresidenta, es en que «no queremos ser más que nadie, pero estamos hartos ser los últimos».
