La moción de censura de Orihuela sigue cobrándose cabezas en Ciudadanos. A mediados de abril dimitía el secretario de Acción Institucional autonómico de la formación, Jesús Gimeno, una decisión que atribuyó a motivos personales, aunque en círculos del partido siempre se atribuyó a su rechazo al modo en el que se había gestionado el pacto en la capital de la Vega Baja, que permitió que el PSOE le arrebatara la Alcaldía al PP gracias a la alianza con los regidores naranja. Ahora le ha llegado el turno a parte de la cúpula provincial, pero, en este caso, no ha sido una salida voluntaria, sino forzada. La dirección directamente ha destituido al coordinador provincial, Javier Gutiérrez, así como a los secretarios provinciales de Acción Institucional y Organización, César Martínez y Chechu Herrerro, respectivamente. Una decisión que, desde la cúpula del partido, alegan que responde a la voluntad de revitalizar el partido a un año de las elecciones en una plaza que consideran clave, mientras que, desde el otro lado, hablan directamente de «castigo» por haber mostrado sus discrepancias. Todo, además, a sólo unos días de las elecciones en Andalucía, que puede suponer la carta de defunción de Ciudadanos.

Todo se precipitó en la mañana del miércoles, cuando el secretario nacional de Organización, Borja González, le comunicó personalmente a Javier Gutiérrez que tanto él como César Martínez y Chechu Herrero debían dar un paso al lado o, de lo contrario, se exponían a la destitución, según la versión del también diputado provincial. No hubo mucha más explicación, asegura. Hasta la tarde. Fue entonces cuando directamente se hizo oficial que estaban cesados los tres de sus cargos. Con ello, se quedan fuera del comité provincial y del autonómico, y, de paso, estarán los dos órganos sin representantes de la institución más importante de toda la Comunidad Valenciana en la que está la formación naranja en el Gobierno.

Desde la cúpula de los de Arrimadas directamente aducían este miércoles a última hora de la tarde que «el objetivo es revitalizar la estructura orgánica del partido en la Comunidad Valenciana», y añadían que «seguimos trabajando de manera cohesionada y unidos». A partir de ahí, agradecían «la dedicación de los compañeros que salen del comité con el proyecto, porque han llevado a cabo un magnífico trabajo y una gestión eficaz para establecer el proyecto de Ciudadanos en toda la provincia». Se remitían, de hecho, a esa respuesta preguntados sobre si la marcha era una censura a la labor desarrollada por ellos hasta ahora. Los relevos está previsto que se hagan efectivos en breve.

Más contundente, sin embargo, se mostraba Javier Gutiérrez. «Estoy totalmente decepcionado con la dirección, que en estos tres meses no se ha pronunciado sobre el expediente informativo sobre la moción de censura de Orihuela, que ha sido el detonante de todo, aunque nadie nos ha dicho el motivo por el que nos cesan», proclamaba indignado. Ahora bien, no se quedaba ahí, apuntaba directamente a María Muñoz, a Teresa Ortiz y a Juan Ignacio López-Bas, y sentenciaba que «es lamentable que ser crítico se traduzca en una destitución mientras que a los que se saltan las normas se les da una palmadita en la espalda». Eso sí, aseguró que «seguiré trabajando por el partido hasta el final y acabaré el mandato siendo de Cs».