El grupo socialista de El Campello, liderado por Vicent Vaello, ha redoblado los contactos con el resto de concejales de la oposición para tratar de sacar adelante la moción de censura que sobrevuela el Ayuntamiento desde hace año y medio. El golpe de efecto protagonizado en junio por el alcalde, Juanjo Berenguer (PP), al expulsar del equipo de gobierno a Cs, acercó más que nunca esa posibilidad. De hecho, hoy por hoy, los dos ediles de los naranja en la Corporación abren la puerta a rubricar un pacto para desbancar al regidor. Pero, al menos de momento, todo apunta a que no se producirá un giro de guion. Compromís se niega en rotundo a participar en esa maniobra y, por tanto, las opciones de que prospere un acuerdo parecen complicadas.

Momento de cambio. Así reza el título de un escrito difundido estos días por Vaello para hacer un llamamiento a los grupos de la oposición para, literalmente, «acabar con este desastre de Gobierno», el que mantiene al frente de la institución local a PP y Vox, según él. «A los progresistas no nos votan para ser muletas del PP», recoge una de las frases del documento hecho público por el portavoz socialista, lo que en determinados círculos se interpreta como un dardo envenenado contra los valencianistas por su negativa a apoyar una moción de censura. Vaello argumenta que en El Campello tienen «el peor gobierno de derechas de la democracia» y lo tilda de «caótico, con una paralización total y absoluta y que está agotado». Por tanto, considera imprescindible desalojar al PP y Vox del equipo de gobierno y cree que, el hecho de que falten muy pocos meses para las elecciones, que se celebrarán en mayo de 2023, no debe frenar el cambio.

«Hoy lo que toca es la unión fraternal de todos para acabar con este desastre de gobierno», reza el comunicado, que llama a las fuerzas de la oposición a una «unión fraternal» porque «con casi un año por delante se puede hacer mucho». Con todo, es precisamente eso, el ajustado calendario que resta hasta la próxima cita con las urnas, uno de los handicaps que ve Compromís para apoyar una maniobra de estas características.

Benjamí Soler, edil valencianista en El Campello, subraya que el tiempo que resta hasta las elecciones es demasiado limitado como para poder desplegar ahora un programa de gobierno. Destaca además que para el socialista Vaello, Cs se ha convertido en el socio preferente cuando lo natural es que para cualquier iniciativa de estas características se contara primero con las fuerzas progresistas. Y aduce también que los dos ediles de los naranja estarían dispuestos a sumarse ahora a la opción de arrebatar la vara de mando al alcalde solo porque los ha expulsado del gobierno, mientras que han estado «cómodos» gestionando la institución local con el PP y Vox hasta hace escasos dos meses. Por todo ello, Soler rechaza que Compromís vaya a apoyar una moción de censura. Ni para formar parte de un nuevo equipo de gobierno ni tampoco para facilitar la investidura de Vaello como alcalde y mantenerse en la oposición.

Apoyo determinante

Así las cosas, el apoyo de Compromís resultaría determinante para propiciar un volantazo en el Consistorio. El PP suma siete ediles, Vox cuenta con un representante y una concejala de Cs, en vías de expulsión, está alineada con los populares. Por otro lado, en las filas de los naranja hay dos diputados, los socialistas disponen de cuatro y Compromís mantiene tres actas, mientras que Esquerra, Unidas Podemos y Red cuentan con un concejal cada uno. Con ello, una variada representación que todo apunta a que complica el vuelco que persigue el PSOE en el Ayuntamiento.

Aunque durante buena parte del mandato la pelota estuvo en el tejado de Cs, parece, pues, que ya no es así. El portavoz del grupo municipal, Julio Oca, reclama la dimisión del regidor popular y valora que es «incapaz» de sacar adelante la gestión. Incluso alega que no puede seguir al frente del cargo y considera que, ahora sí, todos los concejales de la oposición son responsables de que se mantenga esa situación. Oca aseguró a este diario que el hecho de alcanzar un pacto con Compromís para poder arrebatar la Alcaldía a Berenguer no sería un escollo; aunque lo cierto es que los de Arrimadas han alardeado en numerosas ocasiones sobre el hecho de que su línea roja impedía acuerdos de este tipo con los valencianistas. Con todo, parece que ahora que el partido está en caída libre y con la ejecutiva provincial completamente desarticulada, se podría llegar a dar ese paso al frente. Un paso al frente que, en cualquier caso, vistos los posicionamientos actuales, no parece que sea suficiente para propiciar un cambio de gobierno. Pero en política, ya se sabe, todo puede cambiar en cuestión de días y parece que los socialistas seguirán intentando acabar la legislatura ostentando la Alcaldía en El Campello.