La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, la ilicitana Mireia Mollà, ya ha comprobado con sus propios ojos, in situ, los devastadores efectos del incendio que ha arrasado 12.150 hectáreas en la Vall d'Ebo. La máxima responsable del área de prevención de incendios forestales se ha dejado ver en el lugar de los hechos seis después de que las llamas comenzaran a devorar el monte. Acudió el jueves y viernes lo hizo público en redes sociales. El entorno de Mollà aseguró que la consellera estuvo siguiendo el minuto a minuto de forma telemática, si bien su ausencia generó críticas, también dentro del propio Consell, precisamente por las competencias que desempeña. ¿Dónde estaba la titular de medio ambiente en los días más duros de la tragedia?

Los potentes incendios decretados desde el pasado fin de semana en la Vall d'Ebo primero y en Bejís (Castellón) después, han convertido las zonas afectadas en el epicentro de la actividad política. En los puestos de mando avanzado instalados en ambas demarcaciones han transcurrido intensas jornadas en las que ha sido habitual la presencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y de la consellera de Justicia, la también responsable de Emergencias, Gabriela Bravo. También se desplazó hasta el lugar de los hechos el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, la vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, los ministros del Interior y de Ciencia, Fernando Grande-Marlaska Diana Morant, respectivamente, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, o la delegada del Gobierno en la Comunidad, Pilar Bernabé. Por contra, nada se ha sabido hasta este viernes de Mollà. Nada a excepción de los tuits que ha venido publicando sobre el incendio y desde algún lugar que se desconoce. Lo que se criticaba no era que la responsable de Desarrollo Rural no acudiera al lugar en el que se localizaba exactamente el fuego, sino que no hubiera hecho acto de presencia en los albergues instalados para acoger a los vecinos desalojados, que se reuniera con los alcaldes de los municipios afectados o que diera apoyo a los agricultores que han visto como su medio de vida era pasto de las llamas.

El mensaje publicado por Mollá en redes sociales subraya que ya han podido hacen una aproximación al entorno de Vall d'Ebo y evaluar los daños ambientales, reconociendo el enorme esfuerzo de los servicios de extinción y anunciado que, ahora sí, empieza el trabajo post incendio mientras siguen pendientes de las llamas de Bejís.  

Desde la conselleria que lidera Mollà se defendió que el modus operandi de la consellera pasa por no acudir al lugar de la tragedia hasta que el incendio no estuviera estabilizado. De hecho, no ha trascendido que en los últimos días haya puesto un pie en Castellón. Tampoco lo hizo durante los días más duros de la DANA de 2019 que arrasó media Vega Baja, una decisión que también le valió más de un rapapolvo. Con todo, si hubo algo que enervó en determinados sectores del Botànic fue que la conselleria anunciara por su cuenta y riesgo que pedirá ayudas extraordinarias al Ministerio de Transición Ecológica para las zonas afectadas por los incendios. No porque estuvieran en desacuerdo con esa necesidad, sino por no haber consensuado primero la respuesta que se dará para ayudar al territorio calcinado, por no aparecer por el lugar de los hechos y enviar un comunicado en el que se asegura que se pedirán ayudas.