La vía de negociación abierta en Compromís para modificar el reglamento que establece la organización de primarias para confeccionar las listas electorales en los municipios de gran población pone en el foco a dos enclaves fundamentales: las ciudades de Alicante y Elche. El debate sobre un posible cambio de las reglas del juego que se dirime en las ejecutivas de Més (antiguo Bloc), Iniciativa y Els Verds cuenta con partidarios y detractores entre las distintas corrientes del valencianismo. Mientras un bloque aboga por allanar el camino para facilitar pactos y evitar enfrentamientos internos en la carrera por alcanzar puestos de salida de cara a las elecciones, es decir, relajar la norma que empuja a los aspirantes a competir en primarias individuales, otra facción defiende que, precisamente, las primarias son una seña de identidad de la coalición a las que no se puede renunciar. La controversia en torno a esta cuestión, que ha cobrado fuerza en la ciudad de València a partir de la posible candidatura de Joan Ribó, tiene sus derivadas en la provincia y los principales referentes de la coalición hacen cálculos e inician maniobras que evidencian, a fin de cuentas, las luchas internas por alcanzar o retener cuotas de poder institucional con la vista puesta en los comicios de 2023. 

La reunión que la ejecutiva de Compromís ha programado para este martes, con el objetivo de ahondar en la revisión del protocolo de primarias, está llamada a ser trascendental por el hecho de que podría despejar dudas en caso de que se alcance un acuerdo y, por tanto, se clarifique la nueva hoja de ruta para apuntalar las próximas candidaturas; si bien no se descarta que, finalmente, no haya fumata blanca y las cosas se queden como están, al menos por el momento. 

En la capital provincial, Natxo Bellido ganó las primarias en 2019 y, con el aval de la militancia, repitió como cartel electoral de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante. Bellido, que milita en Més, la formación mayoritaria dentro de la coalición, no se ha pronunciado sobre si optará a la reelección de cara al próximo mandato, mientras que Rafa Mas, concejal y portavoz de Iniciativa, también deja la puerta abierta a pelear por encabezar la lista. Su partido ha triplicado el número de afiliaciones en Alicante y en el seno de la agrupación valoran ese crecimiento de músculo orgánico como un aval en caso de que, finalmente, se abran las urnas para elegir candidato; aunque está por ver si con un proceso de primarias abiertas a la ciudadanía, como en 2019, o a través de otro tipo de fórmula que dé prioridad a la opinión de los afiliados. Fuentes de ambas formaciones subrayan, no obstante, que negociar una lista al margen de las primarias siempre que exista un consenso mayoritario es una posibilidad que se podría llegar a explorar. 

Reparto de puestos

En Elche, la concejala Esther Díez (Iniciativa) también ha manifestado su pretensión de convertirse en el cartel electoral de Compromís en las próximas elecciones. La coalición cuenta en la actualidad con dos actas en el Ayuntamiento y en ambos casos los representantes están ligados al partido de Mónica Oltra. De hecho, en el reparto acordado en los anteriores comicios, los dos primeros nombres de la lista fueron para Iniciativa (Mireia Mollà y Antonio Díez), el tercero fue para el independiente Felip Sánchez (Gent de Compromís) -que acabó fichando después por Iniciativa-; en cuarto lugar se situó Esther Díez y el primer nombre reservado a un representante de Mès se quedó en el quinto puesto durante el proceso de primarias abiertas a la ciudadanía. Fuentes de Més señalan que la agrupación ilicitana mantiene unas cifras de afiliación similares a las de Iniciativa y que de cara a los próximos comicios aspiran a conseguir representación institucional. No obstante, destacan que hay que esperar a que el reglamento esté acordado para valorar entonces todos los escenarios y tomar decisiones. Aún así, con el paso al frente de Esther Díez para liderar la lista, y en caso de que no haya acuerdo interno, todo dependerá del umbral que fije Compromís para que la militancia pueda reclamar que haya o no primarias. Porque esa es, precisamente, la clave que ha sobrevolado el proceso de negociación entre las tres patas de la coalición, que no es otra que decidir si se cambian las reglas para que en las ciudades de gran población -València, Alicante, Elche y Castellón- las asambleas locales tengan más facilidades para poder negociar listas de consenso en lugar de verse abocados a las primarias, que ha sido lo habitual en las dos últimas citas con las urnas.  

Con todo, en la recta final hacia el ciclo que desembocará en elecciones en mayo de 2023 también se deben despejar incógnitas sobre si, finalmente, se impulsan confluencias a la izquierda del PSPV-PSOE, en la línea de lo que promueve Yolanda Díaz. De hecho, en amplios sectores de Unides Podem y Esquerra Unida se apuesta abiertamente por esta opción. Además, el último sondeo realizado por el partido de Ximo Puig apunta a que los morados se quedarían fuera de las Cortes el siguiente mandato al no superar el umbral del 5% de los votos.

Cuatro actas en las Cortes y tres consellers de la provincia

La coalición Compromís mantiene en la actualidad cuatro actas en las Cortes elegidas por la circunscripción de Alicante y en el Consell, tres de los cuatro consellers valencianistas son de la provincia. ¿Cómo se articulará el proceso para volver a elegir a los integrantes de la candidatura de cara a las elecciones de 2023? Eso es algo que está por desvelar, aunque, en principio, no se contemplan cambios para facilitar listas de consenso y sortear las primarias, como se negocia para los grandes municipios. ¿Se tendrá que medir en urnas internas la vicepresidenta del consell, Aitana Mas, con el conseller de Economía, Rafa Climent, y la de Medio Ambiente, Mireia Mollà? Eso es lo que parece en caso de que todos ellos quieran repetir otra legislatura con escaño en València.