Un bofetón en toda regla. Eso es lo que le dio ayer la secretaria general del PPCV y portavoz popular en el Ayuntamiento de València, María José Catalá, al presidente de su partido, candidato a la Generalitat por el PP y presidente de la Diputación de Alicante. Todo a cuenta de la Agencia de la Inteligencia Artificial. Hasta el punto de que, casi en paralelo al acto convocado por el propio Mazón en Alicante, Catalá reivindicó la sede de la IA para València. Con un matiz: que en el comunicado posterior lo «rebajó» refiriéndose a él sólo como presidente de la Diputación. Ya, para acabar de rizar el rizo, el alcalde de València, Joan Ribó, a la sazón de Compromís, terminó saliendo en defensa de Alicante como emplazamiento del nuevo organismo estatal convirtiéndose, así, en un aliado del jefe del PP. Todo, además, en un contexto en el que el alcalde de Alicante, Luis Barcala, que gobierna el municipio que más beneficiado saldría con esta propuesta, se convirtió en uno de los grandes ausentes del acto organizado por Carlos Mazón.

Tomo empezó cuando Catalá, casi al mismo tiempo que el acto en el que Mazón se rodeaba en la Diputación de los principales representantes universitarios y empresariales de la provincia, instó a que la capital autonómica presente su candidatura para optar a ser la sede de la agencia y consideró que no había «ningún problema» en que Alicante también optara a ser la elegida por el Gobierno, ya que cree que se puede trabajar «conjuntamente». Catalá criticó la gestión de los tiempos en este asunto por parte del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al que acusó de anunciar la candidatura alicantina «sin haber trabajado de forma previa» con las instituciones y universidades de la provincia. Mazón, por su parte, en el acto, cuestionado por esta cuestión, cargó contra el alcalde Ribó, al que acusó de no haber puesto su ciudad a disposición de la candidatura.

La diferencia de pareceres mostrada por el líder del PPCV y su número dos fue causando más revuelo conforme avanzaban las horas de la tarde. El momento de mayor asombro se produjo cuando el grupo popular en el Ayuntamiento de València anunciaba en un comunicado que Catalá iba a presentar una instancia para forzar a Ribó a materializar una candidatura a la agencia tras conocerse los movimientos que se habían producido en Alicante. En esa nota la secretaria general de los populares alabada el esfuerzo de Mazón «como presidente de la Diputación de Alicante», en lo que se interpretó como una «degradación» del cargo del alicantino en el PPCV, partido que preside.

Mientras los populares estaban enfrascados en un lío interno que, a buen seguro, traerá cola a lo largo de los próximos días, a Mazón le salió un aliado inesperado en la figura de Ribó. El alcalde valenciano de Compromís mostró su apoyo a la candidatura de Alicante: «De esta manera se hacen las cosas bien, con solidaridad». El regidor cree que esta es la mejor forma de «establecer un gran hub» de inteligencia artificial entre las dos ciudades y precisó que «no es bueno padecer siempre la voluntad de intentar acapararlo todo», en alusión directa a Catalá. Por último, Ribó apeló a la «solidaridad» y rechazó las «envidias vanas» entre ciudades.