La declaración judicial de Mónica Oltra, su paseíllo hasta la Ciudad de la Justicia de València para declarar como imputada, activa la cuenta atrás para despejar su futuro político y, por consiguiente, el de algunos de los principales nombres de la coalición valencianista de cara a las elecciones de 2023. En juego está que pueda encabezar la candidatura a la Generalitat y, de igual modo, los equilibrios de poder en el seno Compromís, que, por otra parte, no es la única formación que contiene la respiración ante ese trance en los juzgados. Los socialistas son plenamente conscientes de que, si sus socios no aguantan el tirón en las urnas, las posibilidades de un tercer pacto del Botànic son mínimas. Y en medio de ese maremágnum, la derecha que encabeza el PP se frota las manos y ahonda en su estrategia de desgaste. Ya no contra Oltra. Ahora la pieza de caza mayor es Ximo Puig . Reclaman que pida perdón por los casos de abusos.
Oltra arribó a la sede judicial pasadas las nueve de la mañana. Fue citada para dar explicaciones sobre el presunto encubrimiento del caso de abusos sexuales a una menor tutelada por la Generalitat y cometidos por su exmarido. Nadie duda de que su carrera política depende de esta instrucción judicial y, como ha venido ocurriendo hasta ahora, gran parte del partido cerró filas para arroparla, pero no todos. Una veintena de cargos de Compromís, entre los que se encontraban la secretaria autonómica de Salud Pública de la Generalitat, Isaura Navarro, o el coportavoz de Iniciativa-Compromís, Alberto Ibáñez, la recibieron con aplausos a las puertas del juzgado. Otros como el diputado nacional Joan Baldoví; la heredera todos sus cargos en la Generalitat, la vicepresidenta Aitana Mas; o el conseller de Economía, Rafa Climent, divulgaron publicaciones en redes sociales desde primera hora de la mañana para expresarle su apoyo. Los dos primeros son, precisamente, dos de los nombres que están llamados a jugar un papel clave en la ecuación que será necesario despejar si Oltra no llega con un expediente judicial impoluto a la carrera electoral. Se da por hecho que Baldoví sería cabeza de cartel, pero no se puede perder de vista que Aitana Mas está llamada igualmente a tener un papel relevante. Con todo, el reglamento de primarias para designar candidatos en Compromís se ha modificado expresamente para permitir que Oltra pueda liderar la candidatura a la Generalitat, aún después de celebrar el proceso interno para la designación del cabeza de cartel, fijado para el 11 de febrero. Y mientras tanto, el alcalde de València, Joan Ribó, que también ha conseguido que el nuevo reglamento se modifique con base en su petición de poder impulsar una lista de consenso sin primarias, aseguró que desvelará este martes si concurre al proceso.
Por el momento, gran parte de Compromís cierra filas en torno a Oltra, pero no todos. Al menos no públicamente. Hubo nombres relevantes que guardaron silencio en el que probablemente fue el día más complicado de su carrera política. Fue el caso de la consellera de Agricultura, Mireia Mollà (Iniciativa). El mismo silencio guardó el vicepresidente segundo de la Generalitat, Héctor Illueca, de Unides Podem, o la síndica de los morados, Pilar Lima.
Aunque se encontraba a 600 kilómetros, en concreto en San Sebastián, presentando las novedades de Ciudad de la Luz en el Festival de Cine de la capital guipuzcoana, Ximo Puig fue cuestionado por la declaración de Oltra. Contestó de forma escueta para mostrar su «máximo respeto» a la Justicia y dijo que a él no le tocaba realizar ninguna valoración, ni aunque los hechos ocurrieran, presuntamente, en el seno del Gobierno que preside.
Fue a él, a Puig, a quien le pidió explicaciones el líder del PPCV, Carlos Mazón. Destacó que sigue esperando a que el presidente de la Generalitat pida perdón o reconozca algún error en la tutela de los menores en la Comunidad Valenciana.
