El próximo martes arranca en las Cortes Valencianas una de las citas parlamentarias más esperadas del calendario, como es el debate de política general. El formato seguirá el guion tradicional, básicamente el de siempre, pero esta vez se proyectarán cambios significativos. Principalmente, por la variación de nombres que se derivan de las recolocaciones de perfiles al alza, la desaparición de otros tantos, y, en definitiva, el baile de sillas registrado en el organigrama del Gobierno que preside Ximo Puig durante el que ha sido, sin duda, el año más convulso del botánico en sus siete años de matrimonio de conveniencia. Se resume, ni más ni menos, en el ascenso al poder de la nueva vicepresidenta, la sustitución de cuatro consellers y el cambio de competencias de otro de los integrantes del Ejecutivo. Un terremoto que, además, ha tenido sus réplicas en el legislativo, donde las primeras espada son ahora seis mujeres, de las cuales dos se estrenan como síndicas en una sesión de estas características. Todo ocurre, además, en un contexto preelectoral que lo inunda todo y donde cada palabra y cada gesto serán objeto de análisis e interpretaciones. 

El jefe del Consell arriba como protagonista a su primer debate de política general sin acudir de la mano de la que hasta hace tres meses era la número dos de la Generalitat. Mónica Oltra se vio forzada a renunciar al escaño en la bancada azul del hemiciclo y, por tanto, a su despacho en el Palacio de Valeriola tras ser imputada en el caso en el que se investiga el presunto encubrimiento en el caso de abusos sexuales a una menor tutelada por parte de su exmarido. Fue, precisamente, ese edificio histórico el que fue testigo del traspaso de poderes hacia la valencianista que la ha sustituido como consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas y portavoz del Consell, la nueva vicepresidenta Aitana Mas. En su primer trimestre como número dos de la Generalitat ha proyectado sintonía con Puig y eso es algo que se reconoce a dos bandas. 

La salida de Oltra y el aterrizaje de Mas no han sido los únicos cambios en Compromís. En enero de este año, Papi Robles fue ungida como síndica en sustitución de Fran Ferri, que renunció al escaño y se marchó a la empresa privada. Cuatro meses después, en mayo, el conseller de Educación y uno de los rostros más reconocidos de la coalición, Vicent Marzà, anunciaba por sorpresa que renunciaba a sus competencias de gobierno y, sorprendentemente, se quedaba como diputado raso, quedándose así a priori sin un papel protagonista. Pero nada más lejos de la realidad. Pocos días después era nombrado síndico adjunto. Por tanto, está por ver qué papel juega en esa jornada que servirá, en parte, para lanzar propuestas y para fiscalizar al Gobierno, a sus excompañeros del Consell. El cuarto estreno en Compromís de cara a este debate es el de Raquel Tamarit, quien sustituyó a Marzà en la cartera de Educación.  

Fue Marzà quien, precisamente, abrió la veda de los cambios del Ejecutivo , una senda que precipitó los acontecimientos y desembocó en una amplia remodelación que afectó, ni más ni menos, a cuatro de los cinco consellers que pertenecen a la cuota del PSPV en el Consell. De esa forma, Arcadi España debuta en el debate de política general como conseller de Hacienda y Modelo Económico en sustitución de Vicent Soler, que salió del Gobierno autonómico. España lideraba hasta mayo la cartera de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, que desde ese entonces dirige Rebeca Torró, una de las nuevas incorporaciones al Ejecutivo. El del martes también será el primer debate de la alicantina Josefina Bueno como consellera de Innovación, tras haber sustituido en el cargo a Carolina Pascual. 

También el responsable de Sanidad Universal y Salud Pública, Miguel Míguez, acude a su primer debate de política general como conseller, tras haber cogido el testigo a Ana Barceló. La consellera que lidió con la pandemia pasó a ser la síndica de los socialistas en las Cortes Valencianas tras la renuncia de Manolo Mata

Papi Robles, Vicent Marzà, Ana Barceló y Ruth Merino en las Cortes Valencianas. Fernando Bustamante

Portavoz y candidata 

Barceló participa por primera vez en el debate como síndica, aunque ya fue adjunta tiempo atrás. Con todo, su papel en la sesión parlamentaria también está llamado a acaparar los focos tras postularse como candidata en la carrera de primarias que los socialistas han comenzado en la ciudad de Alicante para ser alcaldable. Barceló participa por primera vez en el debate como síndica, aunque ya fue adjunta tiempo atrás. 

 En el caso de la portavoz parlamentaria del grupo popular, María José Catalá, el debate de política general será el segundo en el que cobra un papel protagonista, tras su estreno el pasado año en sustitución de Isabel Bonig, que se marchó tras coger Carlos Mazón las riendas del PPCV. Bonig se marchó sin hacer ruido, pero molesta por el hecho de que Génova la invitara a dar un paso al lado, a no postularse para seguir al frente del partido porque, en definitiva, la cúpula nacional había reservado ese puesto a Mazón, al que promocionó en la carrera hacia la presidencia. El choque que se ha producido en los últimos días, por el hecho de que Catalá insistiera en que València debía postularse como sede para la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial, al tiempo que Mazón daba su apoyo a Alicante, ha puesto en el foco el liderazgo del jefe de los populares valencianos. 

Ruth Merino, que representa a un partido que se encuentra en proceso de refundación y con una veintena de cargos en la provincia de Alicante exigiendo la dimisión de Inés Arrimadas, llevará la batuta en Cs, mientra Pilar Lima seguirá llevando las riendas de Unidas Podemos desde el legislativo y Ana Vox llevará la batuta de la ultraderecha.