En el que fue su segundo discurso como síndica en el debate de política general, la portavoz de Ciudadanos, Ruth Merino, se puso de perfil y tendió ayer la mano de su formación al bipartidismo para alcanzar grandes pactos autonómicos por la sanidad y la juventud. La representante de los liberales también cargó contra el «exceso de burocracia que arrastra la Generalitat», por lo que propuso que se limite a través del Estatuto el número de consellerias. Por ejemplo, al igual que ha hecho el Partido Popular en las últimas semanas, Merino planteó rebajar la Conselleria de Vivienda a una dirección general. Del mismo modo, criticó la «tibieza» del Consell a la hora de llevar a cabo sus reclamaciones para la Comunidad Valenciana, poniendo como ejemplos de ello la defensa del trasvase Tajo-Segura o de la reforma de la financiación autonómica.

La síndica de Cs comenzó su intervención entre aplausos de todo el hemiciclo, ya que participó en el debate tras haber tenido que acudir por la mañana al hospital debido a un problema ocular producido por una subida de tensión. «No será mi mejor discurso pero era importante que estuviera aquí». Así inició un discurso en el que reivindicó la importancia de grandes pactos entre partidos, motivo por el que tendió la mano al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Del mismo modo, lamentó que la Comunidad Valenciana «se encuentra en la parte alta de la tabla cuando se habla de aspectos negativos, y en la parta baja cuando se trata de algo positivo».

En materia de sanidad, incidió en la problemática de las listas de espera, recordando para ello las advertencias que ha venido realizando el Síndic de Greuges en los últimos tiempos. Sobre los ochenta anuncios realizados por Puig durante la mañana, manifestó que suponen un «exceso de autobombo y propaganda», sobre todo cuando «no se sabe el recorrido que tendrán». Merino también dejó patente que se nota el clima preelectoral, ya que los anuncios del presidente han crecido en una treintena respecto al año pasado. Especialmente crítica se mostró con los anuncios de la defensa del Tajo-Segura y la reivindicación de la reforma de la financiación. «Llegan un año tarde y la tibieza ante Sánchez tampoco va a traer ni el agua ni la financiación», apostilló.

En cuanto a educación, ha llevado al hemiciclo la realidad que llevan sufriendo colegios e institutos con los barracones, poniendo en tela de juicio el anuncio hecho por Puig del fin de estas estructuras. Otro de los temas recurrentes que va apareciendo a lo largo del día durante el debate es el de los incendios forestales sufridos este verano en la Comunidad Valenciana. En este sentido, ha indicado que es necesario que las competencias en prevención y extinción de incendios estén concentradas en una única conselleria. Igualmente, ha criticado que pese a que el territorio valenciano tiene “más fondos europeos, más impuestos, más asesores y más deuda”, cuando tiene “menos renovables, menos eficiencia y menos libertad”. Por último, ha lamentado la presión fiscal del Consell, recordado que el presupuesto de la Generalitat se ha incrementado un 59% desde la llegada del Botànic en 2015.