Entre la catarata de anuncios de Ximo Puig, Compromís reclama su espacio propio dentro del Botànic, en el que se define como «pieza clave». Los valencianistas se muestran convencidos de que en las elecciones del año que viene desempeñarán una función vital para evitar que el Gobierno autonómico pase a manos de la derecha. Así lo manifestó ayer su síndica, Papi Robles, durante su intervención en el debate de política general, un discurso que la orionala también aprovechó para marcarle algunas líneas rojas al presidente, sobre todo las que están relacionadas con la soberanía energética, la reclamación de mayores impuestos a los que más tienen o la puesta en marcha de un nuevo mecanismo para la concesión de contratos públicos, en el que se prime a las empresas que más pagan a los trabajadores.

«Somos una pieza clave», manifestó Robles en su turno de palabra, en el que también propuso una línea de ayudas y asesoramiento para la instalación de placas solares en las viviendas. Al margen de pensar en el pasado, en el que Puig y Mónica Oltra se distanciaron, y en el presente, en el que el jefe del Consell y Aitana Mas caminan de la mano, el discurso de Compromís tenía la mirada puesta en las elecciones del próximo año. «Sin nosotros no será posible que el PP no vuelva», dijo la síndica en un discurso que, pese a que incluyó algunos reproches a sus compañeros en el Botànic, fue en tono positivo. La oriolana llegó a mostrarse emocionada por momentos y reconoció que era un «privilegio» participar en el debate, en el que se estrenó como portavoz de la coalición valencianista.

Choque

Uno de los puntos en los que Robles quiso marcar la línea a Puig fue en el referente a la «soberanía energética», una cuestión en la que los dos principales socios del gobierno ya han chocado en más de una ocasión y que se ha acentuado a raíz de la guerra en Ucrania que se inició a principios del presente año. La síndica criticó que la soberanía no podrá llegar nunca mientras «las decisiones se tomen en los despachos» de las grandes compañías energéticas. «Necesitamos más renovables, pero las necesitamos cerca», añadió, motivo por el que propuso la línea de subvenciones para financiar la mitad de la instalación de placas solares a través del Instituto Valenciano de Finanzas y la creación de un servicio de asesoramiento para optar a ayudas.

Sobre la reforma fiscal que había sido anunciada por el presidente durante la mañana, Robles le instó a que sea más profunda, incluyendo menos impuestos para las rentas más bajas y una mayor aportación por parte de los más ricos, con el objetivo de que se blinden los servicios públicos. También anunció que, desde la coalición, se tratará de impulsar una ley de acompañamiento a los presupuestos del próximo año con la introducción de una cláusula de «garantía salarial» para que las ayudas y contratos públicos prioricen a las empresas que mejor pagan, sobre todo a las que se sitúan por encima de los convenios colectivos de sus sectores.

La portavoz de Compromís recibió con agrado la reforma fiscal planteada por Puig y la idea de deflactar el IRPF a las rentas inferiores a 60.000 euros, aunque apostó por ir un paso más lejos y no quiso entrar en el juego de la oposición de derechas de bajar impuestos, un debate que calificó como «tramposo». Recordó que, en materia de tributos, lo importante es saber «a quién van dirigidos y a qué se dedica el dinero» y dejó un recado para el Partido Popular: «Tienen tanta obsesión por bajar impuestos porque se lo llevaban todo», en referencia al periodo en el que gobernaron, previo al año 2015.

Corrupción

En los momentos en los que más bajó al barro, Robles recordó algunos de los casos de corrupción que más salpicaron al PP, con la trama Gürtel a la cabeza. En cuanto a los compromisos de su coalición, defendió que siempre lucharán por la progresividad fiscal, por la desprivatización de los servicios públicos y por combatir la emergencia climática desde la justicia social. «Tenemos la obligación de decirle a la ciudadanía que estamos preparados y continuamos adelante, porque la corrupción no puede volver», añadió en su intervención.

Ante las apreturas en el calendario con motivo de las elecciones del próximo año, y con el objetivo de que se puedan cumplir los objetivos de la agenda legislativa establecidos en los acuerdos del Botànic, la oriolana planteó que el próximo mes de enero quede habilitado para la celebración de plenos y comisiones y, de esta manera, se agilice al máximo la tramitación de las iniciativas legislativas que todavía están pendientes. Una de las últimas propuestas en su intervención fue que las Cortes permitan tramitar como iniciativa conjunta la proposición de ley de financiación justa presentada por el diputado Joan Baldoví en el Congreso.  

En cuanto a la financiación autonómica, lanzó un mensaje a PSPV y PP, al afirmar que los jefes no tienen que estar en Ferraz ni en Génova, sino que deben ser los «valencianos los que reclamen su financiación». En este sentido, y relacionado con la bajada de impuestos, añadió: «Queremos que las familias con menos rentas paguen menos, pero eso se debe equilibrar, no podemos permitir que bajen los ingresos que sostienen los servicios públicos».