El pleno del Consell aprobó este viernes la Ley de Medidas Fiscales, de Gestión Administrativa y Financiera y de Organización de la Generalitat para 2023, la conocida como Ley de Acompañamiento. Con todo, no será en esta norma donde se reflejen las medidas tributarias de las que el PSPV, Compromís y Unides Podem han sacado pecho en las últimas semanas, como son las que conforman la reforma fiscal valenciana. La reducción de gravámenes para rentas de hasta 60.000 euros se aprueba por decreto y la mayor presión a las rentas altas y grandes patrimonios, en la Ley de Presupuestos. 

Algunas de las novedades que sí incluye la Ley de Acompañamiento son la gratuidad del Carnet Jove, medidas para favorecer la entrada al mercado del alquiler de viviendas vacías o un límite de 100 plazas para las residencias. Al respecto de las empresas o entidades de servicios sociales que operan en esas residencias, se dispone que aquellas que hayan sido multadas con una sanción firme no podrán acceder a contratos públicos.

Entre las medidas se recoge también que los taxis puedan prestar servicio en otras localidades de su entorno para ayudar a frenar la despoblación; se equipara a cónyuges los miembros de parejas de hecho cuya unión cumpla los requisitos establecidos en la ley; y se crea una Agencia de Digitalización y Ciberseguridad.

La vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, rechazó las críticas de la oposición por haber aprobado la Ley de Medidas Fiscales más tarde que los presupuestos. Dijo que esta norma no se debatirá en pleno hasta el 21 de noviembre. Por tanto, cree que la oposición tiene días suficientes para leerla y realizar las aportaciones oportunas. Además, señaló que el periodo de enmiendas no se abrirá hasta pasado el 21 de noviembre y no se debatirán hasta la primera semana de diciembre.