El pleno de la Diputación de Alicante entra en modo electoral: del delito de sedición a la gestión del Consell

La última prueba de que la política nacional y autonómica están acaparando los debates entre los diputados se evidencia en que esta semana el Partido Popular, que gobierna la institución junto a Ciudadanos, ha registrado dos mociones que llevará al próximo pleno, el del 7 de diciembre. Las mociones de los populares tratan sobre la reducción de la pena de sedición y la controvertida ley del «sí es sí». Todo ello sigue la línea nacional marcada por el partido para desgastar al presidente Pedro Sánchez y facilitar, con ello, la llegada de su líder, Alberto Núñez Feijóo, a La Moncloa el próximo año. Y, como parte de un movimiento en cadena, esta estrategia también busca la erosión del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como parte de la misma maniobra para buscar el triunfo del líder del PPCV, y a su vez presidente de la Diputación, Carlos Mazón. En el trasfondo de la actitud que están mostrando los diputados durante los últimos meses está la proximidad del importante ciclo electoral que se vivirá en 2023.

Estado de la provincia

Tras las dos mociones registradas por el PP, todo apunta a que lo que sucederá en el próximo pleno será muy similar a lo que ocurrió en el pasado debate del estado de la provincia, celebrado a mediados de este mes. En aquella sesión, Mazón dedicó la mayor parte de su intervención inicial a criticar la gestión de Puig y del Botànic a lo largo de los últimos siete años, para lo que se apoyó en una serie de datos relacionados con la falta de ejecución de las inversiones previstas en materias como la sanidad o la educación. La oposición, formada por PSPV-PSOE y Compromís, no se desmarcó de esta actitud y también centró buena parte de su discurso en la defensa del Consell, compuesto por ambas formaciones y un tercer socio, Unides Podem.

No es la primera vez que Mazón recurre a la reforma que ha hecho el Gobierno para reducir la pena máxima por el delito de sedición para apuntar contra el PSPV. Cuando ha hablado en condición de líder de su partido, el dirigente popular no ha dudado en unir las figuras de Sánchez y Puig para definirlos como una especie de tándem nocivo que antepone los intereses de los separatistas catalanes por encima de los del conjunto del Estado o la Comunidad Valenciana. El propio Mazón también ha criticado de forma conjunta a Sánchez y Puig cuando les ha señalado como «máximos responsables» de la falta de inversión estatal en Alicante.

El otro socio del equipo de gobierno en la Diputación, Cs, ha sido muy crítico también con la gestión del Gobierno de Sánchez y el agravio sin paliativos que se ha cometido un año más en los Presupuestos Generales del Estado. Eso sí, su portavoz, Javier Gutiérrez, ha perdido impulso en los últimos plenos, lastrado por los problemas internos que tiene con su propio partido, en el que se encuentra suspendido cautelarmente de militancia desde hace meses. La oposición, además, le acusa una y otra vez de estar más próximo a los postulados del PP que a los de la formación naranja.

Oposición

El bloque de izquierdas también ha venido siguiendo la misma tónica de dar prioridad al trabajo que están realizando otras administraciones. Este es el caso del PSPV, donde su portavoz, Toni Francés, se ha dedicado a destacar el trabajo que está haciendo el Consell en Alicante, sobre todo en el campo de la digitalización y las nuevas tecnologías, a la vez que ha elogiado la puesta en marcha de proyectos como Distrito Digital, el Centro de Envejecimiento o las candidaturas para que Alicante y Elche acojan las sedes nacionales de las agencias de la Inteligencia Artificial y la Espacial. 

El equipo de gobierno, por su parte, ha acusado a los diputados del PSPV y Compromís de comportarse en los plenos como «delegados del Consell». En este contexto, les reprochan su tibieza a la hora de cuestionar el agravio a Alicante en los Presupuestos o no mostrar un rechazo rotundo a la aprobación de la tasa turística, pese a que el sector de la provincia se opone firmemente a su entrada en vigor. El portavoz de los valencianistas, Gerard Fullana, desoye estas críticas y centra sus intervenciones en seguir vinculado al PP con la corrupción.