El sur de Europa hace frente común ante el chantaje energético que plantea Putin

Los líderes europeos reunidos en Ciudad de la Luz señalan en una declaración conjunta la necesidad de lograr una bajada del precio del gas «dinámica y efectiva» - Los nueve países mediterráneos reivindican su influencia ante la UE

Foto de familia en Ciudad de la Luz de los participantes en la cumbre

Foto de familia en Ciudad de la Luz de los participantes en la cumbre / David Revenga

Borja Campoy

Borja Campoy

Un frente común de los países del sur de Europa ante el chantaje con la energía que está planteando el presidente ruso, Vladímir Putin, una situación agravada con la guerra de Ucrania. Esta es la principal conclusión que se extrajo este viernes, tras la celebración de la cumbre euromediterránea que acogió Alicante. Las instalaciones de Ciudad de la Luz fueron el lugar en el que se reunieron los jefes de Estado y de gobierno de nueves países mediterráneos (España, Francia, Italia, Portugal, Grecia, Malta, Eslovenia, Croacia y Chipre), así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Tras la celebración de la reunión, los nueve líderes europeos comparecieron en conjunto y señalaron la necesidad de lograr una bajada del precio del gas que sea «efectiva y dinámica». También reivindicaron la influencia creciente que tiene la zona mediterránea ante el conjunto de la Unión Europea. La reunión en Ciudad de la Luz fue el punto final al intenso día que se vivió en Alicante. 

 La jornada comenzó con el empujón definitivo al acuerdo para la construcción del que será el primer gran corredor europeo de hidrógeno verde, en un acto en la EUIPO en el que estuvieron presentes el presidente español, Pedro Sánchez; su homólogo francés, Emmanuel Macron; y el primer ministro portugués, António Costa, acompañados de la presidenta de la Comisión Europea. El siguiente acto tuvo lugar en Casa Mediterráneo, donde los líderes europeos almorzaron. Con un poco de retraso sobre el horario previsto, en torno a las 16 horas, los participantes en la cumbre hicieron acto de presencia en Ciudad de la Luz, donde celebraron dos reuniones. La inicial sirvió para poner posturas en común que aporten soluciones a la crisis energética que ha ocasionado este año la guerra de Ucrania. A esta reunión le siguió una segunda en la que se abordaron las nuevas reglas de la política fiscal europea. El primero en aparecer en Ciudad de la Luz, bajo estrictas medidas de seguridad y una gran expectación mediática, fue el presidente Sánchez. El líder del Ejecutivo español hizo de anfitrión ante los jefes de Estado y de gobierno y del resto de los participantes en esta cumbre mediterránea. Tras Sánchez, aparecieron los representantes italianos, con la ausencia de su primera ministra, Giorgia Meloni, que confirmó la cancelación de su viaje a España a última hora por tener gripe. En su lugar acudió el vicepresidente y ministro de Exteriores, Antonio Tajani. Tras la delegación italiana aparecieron por Ciudad de la Luz el resto de los líderes, entre ellos, el primer ministro de Croacia, Andrej Plenkovic, que sorprendió parándose a atender a los medios de su país. Von der Leyen y Michel fueron los últimos en llegar a las instalaciones cinematográficas. 

Una vez iniciadas las reuniones, la tarde en Ciudad de la Luz transcurrió sin mayor imprevisto que el de la comparecencia del italiano Tajani, que buscó a los medios para ofrecer unas declaraciones sobre política migratoria que no estaban previstas en el guion inicial. La cumbre transcurrió con mayor celeridad que la anunciada en el programa oficial. Prueba de ello es que la comparecencia conjunta de los nueve líderes, fijada en principio para las 20.15 horas, arrancó finalmente antes de las 19 horas. Eso sí, los políticos se esperaron a que terminara la tanda de penaltis en la que se produjo una de las mayores sorpresas del Mundial, ya que Croacia eliminó a Brasil. Especialmente nervioso estaba el primer ministro croata. Penkovic fue recibido con aplausos en la zona en la que se atendió a los medios y felicitado por todos sus colegas. Fruto de las emociones acumuladas, el representante de Croacia fue el único de los líderes que no ofreció declaraciones y se limitó a asegurar que le había parecido muy fructífero el acuerdo alcanzado en Alicante. Más allá de esta anécdota con el fútbol como protagonista, la cumbre celebrada este viernes en Alicante con España como país anfitrión sirvió para confirmar que el órgano de discusión mediterráneo esta ganando fuerza en la puesta en común de propuestas y en sus reivindicaciones ante el conjunto de la Unión Europea.

En su declaración, los participantes en el encuentro recordaron la forma en la que se ha actuado a nivel continental en otras ocasiones, como en la crisis financiera de 2008, y recalcaron la importancia de aprender de los errores que se han cometido en el pasado. Por eso también pidieron una mayor flexibilidad de las reglas fiscales. Este era otro de los asuntos previstos en el programa, pero las cuestiones fiscales quedaron en un segundo plano ante la emergencia energética actual. «Nosotros, los países del sur de la UE, aspiramos a promover respuestas europeas a los grandes retos que tenemos por delante», reza la declaración conjunta que se aprobó ayer tras la reunión en Ciudad de la Luz, donde la autonomía estratégica europea fue uno de los temas centrales del debate. La actual coyuntura económica también fue analizada, en un encuentro en el que, finalmente, no se celebraron las reuniones bilaterales que estaban previstas en un primer momento, en las que el presidente Sánchez se iba a ver las caras con el francés Macron y el esloveno Golob. El primero en tomar la palabra fue el líder español. Sánchez pidió a la UE que escuche con atención a los países del Mediterráneo porque representan el 45% de la población europea, cuentan con una «renovada pujanza» y aspiran a conseguir una mayor influencia en el marco europeo como parte decisiva a los problemas que se están generando desde que las tropas rusas invadieron Ucrania, a principios del presente año. Sánchez también afirmó que los nueve países que ayer se vieron las caras en Alicante pueden «construir una agenda europea».

Otra de las declaraciones más esperadas era del francés Macron. El presidente galo pronunció un discurso en plena sintonía con el que había ofrecido Sánchez previamente. De hecho, a los dos líderes se los notó un gran acercamiento en función a los distintos gestos que fueron dejando durante su jornada conjunta en territorio alicantino. Macron afirmó que la cumbre demostró «fuerza y coherencia» y puso en valor la convergencia de criterios en una cuestión tan importante como es la de la crisis energética. Uno de los últimos en intervenir fue el portugués Costa, quien, sin perder la sonrisa en ningún momento, abogó por la puesta en marcha de instrumentos que garanticen la autonomía de la UE en materias estratégicas como la energía o, también, la defensa. Por su parte, el ministro italiano Tajani, que comenzó su intervención en español, en deferencia a Sánchez, instó a trabajar «en soluciones comunes ante un momento tan complicado». El griego Kyriakos Mitsotakis destacó el potencial del Mediterráneo oriental como corredor energético y el chipriota Nikos Anastasiadis apostó decididamente por las fuentes alternativas. De esta manera, los líderes se emplazaron hasta la cumbre del próximo año, que tendrá en Malta el país anfitrión.

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