Compromís, Podem y EU apuran sus opciones para ir de la mano tras su divorcio en Valencia

Las tres formaciones a la izquierda del PSPV trabajan las confluencias de cara a las elecciones, aunque en Alicante el acuerdo entre valencianistas y morados está muy lejano. En Elche el pacto depende de las primarias de la coalición

Presentación del proyecto Més Santa Pola, con el que se presentan Compromís, Podem y EU en el municipio del Baix Vinalopó

Presentación del proyecto Més Santa Pola, con el que se presentan Compromís, Podem y EU en el municipio del Baix Vinalopó / Miguel

La presentación, el pasado lunes, del proyecto Obrim per guanyar de Compromís terminó por dinamitar la relación a nivel autonómico de los partidos que se encuentran a la izquierda del PSPV. Los valencianistas aseguraron que no quieren presentarse a las elecciones con una «sopa de letras» y apenas reservaron el puesto número 12 en Valencia y el 6 en Castellón para incorporaciones de otras formaciones, al margen del número 4 en Alicante, que ya ha sido adjudicado al experto en cambio climático alcoyano Juan Bordera, de Els Verds. «Despreciar la unidad de la izquierda y cuestionar su pluralidad nunca fue un buen negocio. Otros también lo intentaron y fracasaron», expresó el vicepresidente segundo de la Generalitat y candidato de Podem, Héctor Illueca, en un tuit como resumen de la ruptura.

Y en Alicante, ¿qué ocurre? Las fuentes consultadas por este diario coinciden a la hora de señalar que las negociaciones para una posible confluencia de izquierda siguen vivas y que en cada municipio la realidad es distinta, basada en la fuerza que tiene cada partido a nivel local. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en la capital de la provincia, donde Podem defiende que en 2019 obtuvo más votos que Compromís y que, por lo tanto, el número uno debería ser para su líder, Xavi López. Esto también supondría, por el reglamento interno, que el alcaldable anunciado por los valencianistas, Rafa Mas, no podría ir en el dos.

Propuesta

La negociación entre Podem y Compromís en Alicante se inició hace meses, desde que los morados tocaron a la puerta de la coalición para ofrecerles ir de la mano en septiembre. Actualmente el pacto se encuentra en punto muerto. Podem defiende que es la fuerza mayoritaria del denominado «espacio transformador» y que la realidad de aquí no tiene que ver con la de Valencia. Mientras con EU siguen trabajando en conjunto, con Compromís lamentan la falta de «interlocución».

López reconoce que la sintonía es mayor con Més que con Iniciativa y lamenta que la negociación no esté llegando a buen puerto. «Estamos convencidos de que sacaríamos más de los cuatro concejales que sumamos ahora los dos partidos y de que nos situaríamos muy por encima de la ultraderecha, como tercera fuerza política», añade. Por su parte, desde Compromís indican que no se puede hacer una distinción entre Més e Iniciativa y aseguran que ellos no han cerrado ninguna puerta, por lo que entienden que el proceso de confluencia de izquierda permanece abierto. 

La situación de Elche es distinta. En la ciudad ilicitana la lista de los valencianistas aún no se conoce porque hay que pasar por las primarias, a las que concurren dos candidaturas, la encabezada por la secretaria autonómica de Innovación y Transformación Digital, Marian Campello (Més), y la de la portavoz municipal, Esther Díez (Iniciativa). Campello se muestra mucho más partidaria de una alianza de izquierda que su adversaria, Díez, que quiere que el número 3 sea para el otro edil de Compromís en el Ayuntamiento de Elche, Felip Sànchez, a lo que Podem se opone.

Resto de la provincia

Más allá de las dos ciudades de mayor población, en el resto de la provincia las confluencias son más probables del Vinalopó hacia el sur que en el norte. Este es el caso de la Marina Alta, como en Dénia o Xàbia, donde Compromís se siente fuerte y no muestra tanto interés por unirse a Podem como más al sur. El caso contrario, de hecho, vendría representado por Orihuela. En otros puntos de la provincia las negociaciones también siguen abiertas, como sucede en Alcoy, Elda o Petrer, mientras que en la comarca de l’Alacantí el escenario es dispar. En San Vicente del Raspeig, Podem y EU ya han anunciado que irán juntos a las elecciones en busca del voto de la izquierda, sin contar con Compromís. Esta situación podría tener réplica en El Campello, donde la negociación sigue abierta. Otra situación particular es la que se vive en Monforte o Aspe, municipios en los que gobierna EU y en los que, por tanto, ellos pretende ser la fuerza dominante de la alianza.

La izquierda provincial también tiene en cuenta la posición de Cambiemos Orihuela, una formación muy asentada en la capital de la Vega Baja y que contará con un peso específico en una comarca clave. De hecho, hay corrientes en Compromís que consideran que su número cuatro no tendría que haber sido para Els Verdes y lo tendría que haber ocupado Cambiemos.

Santa Pola: el despegue de las alianzas alicantinas

Dentro de las negociaciones de confluencias de izquierda en la provincia, todos los actores implicados ponen el ejemplo de Santa Pola. El municipio del Baix Vinalopó tomó la delantera en las alianzas a mediados del pasado septiembre, mes en el que Compromís, Podem y EU sellaron un acuerdo a tres bandas para concurrir en las elecciones locales bajo el paraguas de una misma marca, bautizada como Més Santa Pola. Esta alianza garantiza el número uno para los valencianistas, mientras que el resto de los puestos de la lista se siguen negociando en estos momentos.

«Alcanzamos un acuerdo de mínimos tras más de un año de negociación y estamos muy satisfechos con la sintonía que existe entre las tres formaciones. Tenemos ganas de que salga bien y vamos a presentar una candidatura fresca, que mira al futuro y que pretende sacar a Santa Pola del atolladero en el que se encuentra», resume la filosofía del proyecto el secretario municipal de Compromís, Esteve Ruiz.

Desde Més Santa Pola se recalca que su acuerdo es en clave local y que en cada municipio hay que atender a la realidad que ofrece en la actualidad. «La unión de la izquierda porque sí no es buena para todos los ayuntamientos», sostiene el propio Ruiz.