Primera ejecutiva del año del PSOE en Alicante con reproches a Ana Barceló

La alcaldable socialista asiste a la reunión de la cúpula con críticas por marcharse nada más acabar su intervención y por no interactuar con el partido

Ana Barceló, al lado del secretario general, Miguel Millana, en la ejecutiva celebrada ayer.

Ana Barceló, al lado del secretario general, Miguel Millana, en la ejecutiva celebrada ayer. / INFORMACIÓN

María Pomares

María Pomares

Perplejidad, malestar en ciertos casos, incluso cabreo en alguno. Esa es la sensación que quedó tras la ejecutiva que celebró este viernes por la tarde el PSPV-PSOE en Alicante, la primera del año. Todo, a cuenta de la presencia fugaz de la candidata socialista, Ana Barceló, en la reunión. En este sentido, al término del encuentro, lo que se le reprochaba era que simplemente se hubiera quedado el tiempo que duró su intervención, sin interactuar posteriormente con los presentes en la ejecutiva. Lo de menos, aseguraban en determinados círculos, era si tenía agenda o no después. Había quien incluso llegó a decir que lo vivido este viernes por la tarde escenificaba que, en estos momentos, la alcaldable va por un lado y el partido por otro, cuando creen que ahora más que nunca, a cuatro meses de las elecciones, es imprescindible que la exconsellera se apoye en la militancia socialista. Es más, desde el sector de los críticos, durante una de las intervenciones, se llegó comparar a la alcaldable de Alicante con la de València. Se venía a defender que, mientras que la candidata del capital del Túria se está moviendo mucho, aquí poco menos que no se ve nada.

Una intervención que llegó tras la alocución de Barceló, y una vez que ya se había marchado de la ejecutiva. Unas palabras -las ofrecidas por la exalcaldesa de Sax- en las que desgranó algunos de los proyectos que considera clave para Alicante en los próximos años, como la variante de Torrellano, la ampliación del TRAM o la conexión de Luceros con la estación del AVE. Barceló, obviamente, también lanzó críticas hacia el actual alcalde, Luis Barcala, al que acusó de estar en manos de Vox. «Ahora, en la Comunidad, están enarbolando la bandera del agua y de la lengua, porque se sienten a gusto en la crispación a pesar que eso disgusta profundamente a la ciudadanía», resaltó Barceló, según el comunicado que difundieron desde el partido tras la ejecutiva. En ese mismo contexto, aprovechó para pedir a todos los militantes unidad y trabajo para desalojar al PP del Ayuntamiento.

Sin embargo, tras la ejecutiva había quien consideraba que la unidad la había roto la propia candidata al dar la espalda al partido. El toque de atención estaba ahí, aunque eso no quita para que todos afirmaran que ahora lo que toca es cerrar filas con la alcadable de cara a la cita del 28M.

La ejecutiva, en cualquier caso, se celebraba después de que a principios de esta misma semana los críticos remitieran un escrito dirigido al secretario general de los socialistas alicantinos, Miguel Millana, en el que le pedían que convocara el encuentro. Se amparaban en que lo que establece la reglamentación interna del partido es que se debe convocar uno al mes por lo menos, y que el anterior había sido el pasado 25 de noviembre. Se escudaban en eso, y en que era necesario abrir un debate interno en torno a los presupuestos municipales. De hecho, Millana habló de la enmienda a la totalidad presentada a los presupuestos de Barcala, aunque los críticos le reprocharon que le tomaran la delantera otros partidos, como Compromís.

No era la única petición del escrito. También querían contar con la alcaldable, Ana Barceló, que, finalmente, asistió. Otra cosa es que su presencia acabara sabiendo poco entre los presentes. La candidata habló en la reunión, pero los más echaron de menos que ella no hiciera propio y que no escuchara las aportaciones de la ejecutiva.

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