Puig se escuda en la rebaja del agua desalada frente a una derecha que aprieta con el trasvase y Azud

El primer pleno de las Cortes Valencianas queda marcado por las continuas referencias a las causas en las que están envueltos socialistas y populares

Ximo Puig y Aitana Mas, durante el primer pleno de las Cortes del año.

Ximo Puig y Aitana Mas, durante el primer pleno de las Cortes del año. / Información

Agua y corrupción fueron los temas que protagonizaron la primera sesión de control al Consell. En un tono claramente preelectoral, los grupos políticos del Parlamento autonómico vivieron una larga jornada en la que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no pudo evitar que la gestión quedara en segundo plano. De hecho, la reciente decisión sobre el plan de cuenca del Tajo ocupó gran parte de las intervenciones del jefe del Ejecutivo. 

Frente a los duros ataques de PP, Puig mostró contundencia en sus réplicas con tres anuncios: una rebaja de 10 céntimos en el agua desalada para riego, la petición de constitución de la comisión de infraestructuras en el área de influencia del Tajo y la entrada de los regantes en este órgano para que puedan fiscalizar el desarrollo de los protagonismos. Además, el líder socialista avanzó que ha encargado a la Abogacía de la Generalitat que se analice todo lo que sea lesivo para la Comunidad y, de serlo, Puig subraya que «lo vamos a recurrir».

Entre la debilidad y el barro

Ximo Puig también recordó las 40 ocasiones en las que el Botànic ha acudido a los tribunales para defender los intereses de los regantes y de la provincia de Alicante, una vía a la que no renuncia, pero que deja pendiente. «La hoja de ruta es evidente: agua para siempre y que se haga con la menor crispación con otros territorios. Las guerras producen barro», subrayó. «El trasvase es irrenunciable. Necesitamos que Madrid depure, aunque se pague con el presupuesto general, es igual», añadió. 

La defensa de la posición del Gobierno se hizo tras recibir acusaciones muy duras por parte de María José Catalá. La síndica del PPCV calificó a Puig de «débil y sumiso» en este tema. «El PSOE perpetró el mayor ataque a los regantes», en alusión a lo sucedido el martes, y anticipó que «el PP va a ir a los tribunales», una cuestión que confimó esa misma mañana el presidente de los populares y titular de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón. 

En otro tono, pero igualmente crítica, la nueva síndica de Ciudadanos interpeló al presidente. Mamen Peris exigió una postura «más contundente» y adelantó que la formación apoyará la medida de ir a los tribunales. La portavoz recordó como la «tibieza» ha permitido que Alicante estuviera en la cola de las inversiones del Gobierno de España y ahora sucedía lo mismo con el agua. 

Frases destacadas de la sesión de control

Frases destacadas de la sesión de control / Información.es

«¿Es usted el jefe?»

Por otra parte, la síndica del PP urgió a Ximo Puig a decir si «es el jefe» del caso Azud, a lo que el también líder del PSPV respondió instándole a ver «quiénes pasan cada día por los tribunales» en alusión a excargos populares como Francisco Camps o Alfonso Rus. Catalá ha asegurado que Puig debe dar explicaciones «por dignidad» y asumir responsabilidades políticas porque está «noqueado» por Azud, un caso en el que se investigan presuntas mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública del Ayuntamiento de València durante la etapa del PP y una supuesta financiación ilegal del PSPV. En la contestación, el president le indicó a que le «pregunte a la asesora que tiene nombrada en el Ayuntamiento» de València, en alusión a la sobrina de la exalcaldesa Rita Barberá.

En la contrarréplica, se vivió uno de los momentos más tensos. La portavoz aseguró que su partido no iba a hacer con la memoria de Carmen Alborch lo que el PSOE ha hecho con Rita Barberá. Menos comedido fue el también diputado del PP Miguel Barrachina, quien, en su turno, sacó una camiseta que llevaba el nombre de Ximo Puig y que supuestamente habría pagado «una empresa de agua en la precampaña» socialista. 

Por su parte, Vox no quiso dejar pasar la oportunidad de sumarse a las acusaciones. La síndica Ana Vega tiró de ironía decir que el PSOE tiene «un problema con las X: primero, míster X de los GAL, luego las X de los bares de lucecitas en los que se gastaban el dinero en Andalucía junto a los sindicalistas y ahora X. Puig en el caso Azud». Así, consideró que el PSOE es el «partido más corrupto de Europa» e ironizó: «Ximo, sé fuerte». La respuesta de Puig no se hizo esperar: «No va a triunfar ni haciendo chistes». «Hay que tener... para poner de candidato a un maltratador», concluyó.

Cs busca perfil propio

Una de las principales incógnitas del pleno era conocer cómo actuaría Mamen Peris, quien se estrenaba como síndica tras la asamblea general de refundación del partido. La portavoz empezó con un tono conciliador lanzando un mensaje de mano tendida a Ximo Puig. 

A lo largo de la sesión, que terminó a las seis de la tarde, las intervenciones de sus compañeros tuvieron un carácter más incisivo, pero sirva de indicador que, en la moción sobre adoctrinamiento en los centros educativos de Vox, presentó una enmienda que provocó una confrontación abierta en defensa del modelo plurilingüe, algo impensable en los tiempos de Toni Cantó. Habrá que esperar a nuevas intervenciones para saber si esa «conciliación» era puntual y achacable al estreno o es una manera de coger distancia con el PP. 

Por último, cabe destacar que el pleno también debatió otras dos cuestiones importantes. La primera, el decreto de medidas extraordinarias de apoyo económico y la creación de la Agencia Valenciana del Cambio Climático

En otro orden de asuntos, la Cámara comenzó la jornada con la toma de posesión del nuevo diputado de Ciudadanos. Fernando Mulas sustituye a Ruth Merino, quien dejó tanto el cargo de portavoz como el acta en las Cortes Valencianas la semana pasada.