El Consell se reafirma en su hoja de ruta: inicia la reversión del Hospital de Dénia

El responsable de Sanidad anuncia el comienzo de los trámites tras la pregunta de Compromís en las Cortes y espera colaboración por parte de Ribera Salud tras los «obstáculos» vividos en con el traspaso del centro de Torrevieja

Hospital de Dénia

Hospital de Dénia / Efe/ Manuel Lorenzo

El anuncio del titular de Sanidad, Miguel Mínguez, sonó ayer a golpe en la mesa con el que quiso hacer desaparecer todas las dudas sobre la política sanitaria de reversión en los hospitales de la Comunidad Valenciana. Ante una pregunta del diputado de Compromís Josep Nadal, el conseller no dudó en dejar clara que la hoja de ruta del Botànic seguía viva y activa. 

El proceso en Dénia se iniciará el próximo martes 31 de enero, justo un año antes de que acabe el contrato con Ribera Salud. Mínguez explicó en el pleno de las Cortes Valencianas cómo será un proceso, el tercero desde que el Botànic gobierna en la Comunidad y, a tenor de sus explicaciones, se deduce que ha habido un proceso de aprendizaje tras la desastrosa recuperación de la gestión en Torrevieja. 

«En junio se puso en marcha un grupo de diferentes consellerias para recabar la información necesaria y establecer las prioridades. Este grupo se ha reunido periódicamente y el 31 de enero se comunicará a la empresa», indicó desde el púlpito del Parlamento autonómico. «Ante las evidencias, esperamos la colaboración», añadió. «Somos conscientes de la complejidad», concluyó diciendo.

Desde que tomara posesión de su cargo al frente de Sanidad el pasado 16 de mayo, Miguel Mínguez ha vivido la caótica reversión del centro hospitalario de la Vega Baja. Una combativa Ribera Salud puso en jaque el proceso desde el principio y, en la futura operación, se quiere evitar a toda costa la judicialización del traspaso.

En el año 2025, el Vinalopó

Tras este paso, Sanidad mantiene la idea de esperar a que finalicen las adjudicaciones de los hospitales de Manises y Elche-Crevillent. El Hospital del Vinalopó también está gestionado por Ribera Salud y la concesión comenzó el 1 de junio de 2010 con una duración de 15 años.

Desde la empresa de gestión sanitaria, se han limitado a señalar que no han recibido la notificación y aún queda tiempo para el fin del contrato. 

Y es que, en realidad, hablamos de una diferencia de dos años, pero con un importante punto de inflexión de por medio: la cita electoral de mayo de este año. En este impás preelectoral, poco o nada cambiará, pues todos los pasos que la Generalitat vaya dando quedarán a expensas de la finalización de la adjundicación. Sin embargo, este anuncio tendrá peso en los programas electorales. 

Cabe recordar que el PSPV tuvo que frenar las intenciones de sus socios de gobierno en el punto de devolver a la gestión pública a estos centros. El motivo fue pura y llanamente el dinero. Las indemnizaciones a las que se tendría que haber hecho frente de acelerar el proceso de reversión escapan a un Consell atenazado por la infrafinanciación y obligado a lidiar cada año con una partida presupuestaria, o una conselleria como la llamaba el ex conseller de Hacienda Vicent Soler, que es la deuda. 

Los socialistas han tenido siempre claro que la reversión es una prioridad de su programa y la diferencia con sus socios se ha evidenciado en cómo gestionarla. Ayer mismo, ese contraste volvió a salir a la luz. El diputado de Compromís le recordó a Mínguez que contaba con la «herramienta» para acelerar el cambio en la titularidad de la gestión hospitalaria. Josep Nadal enumeró los incumplimientos de Ribera Salud en el plan de inversiones de infraestructuras sanitarias en la Marina Alta y recordó al conseller que es un motivo de rescisión de contrato. «¿Por qué no hay un convenio marco?», le preguntó para acabar tendiéndole la mano. 

Ahora ambas formaciones tienen en su mano argumentos para indicar que se están cumpliendo el los acuerdos y entrar en las matizaciones pertinentes. El PSPV puede reforzar su postura de gestión y racionalización de los recuros y la coalición naranja, decir que sin ellos no se habrían dado estos pasos. Tras Alzira y Torrevieja, quedan otros tres hospitales y todos ellos han entrado en una especie de cuenta atrás.