Votos son amores: políticos que son (o fueron) pareja y quizá no lo sabías

El de Antonio Manresa y María Conejero es un nuevo caso de amor surgido en el ejercicio de la cosa pública de los muchos que hay en nuestra Comunidad y en España

Ximo Puig y Gabriela Bravo

Ximo Puig y Gabriela Bravo

J. A. Giménez

J. A. Giménez

La política es una profesión que requiere una gran dedicación y un alto compromiso con la sociedad. Tanto es así que a menudo es difícil para la persona llevar una vida de pareja. La otra parte debe estar preparada para sobrellevar ausencias, viajes y planes que cambian a última hora.

Comidas y cenas en solitario, plantones justificados y/o cargar con la mayoría del peso familiar en el caso de tener hijos, y también de las tareas del hogar, forman parte del día a día de las parejas de los políticos.

Para quien no se dedica a la cosa pública entender las responsabilidades y obligaciones que conlleva ostentar un cargo puede hacerse muy cuesta arriba. Por eso, cada vez más, proliferan las parejas formadas por políticos. Ambos son conscientes del ritmo de vida que supone y en muchos casos la profesión común incluso les permite verse más a menudo y compartir tiempo juntos.

Las instituciones, mejores que First Dates

Algunos políticos de la Comunidad Valenciana que son pareja

Algunos políticos de la Comunidad Valenciana que son pareja / Juan Antonio Gimenez

Muchas veces la chispa surge precisamente en el trabajo, es decir, en el seno de las instituciones públicas, donde el roce entre compañeros (rara vez entre adversarios) acaba convirtiéndose en cariño y puede acabar desembocando en amor.

El caso más reciente lo hemos tenido en Alicante con los concejales Antonio Manresa y María Conejero, ambos del equipo de gobierno y de Ciudadanos, que se han comprometido tras casi cuatro años de una discretísima relación nacida en el Ayuntamiento, donde se quieren casar antes de terminar este año.

Antonio Manresa y María Conejero

Antonio Manresa y María Conejero

Ellos no son los únicos ediles del Ayuntamiento emparejados con otro político. El portavoz del grupo municipal de Vox, Mario Ortolá, está casado con Ana Vega, síndica del grupo parlamentario de ese mismo partido en las Cortes Valencianas. Llevan juntos desde 2013 y tienen una hija en común.

Mario Ortolá y Ana Vega

Mario Ortolá y Ana Vega

En la provincia hemos tenido casos tan curiosos como los de Ximo Coll yCarolina Vives, quienes, hasta la dimisión de él hace ahora un año por el escándalo en que se vieron envueltos al haberse vacunado del covid antes de tiempo (la causa fue finalmente archivada), eran un matrimonio de alcaldes socialistas: él de El Verger y ella de Els Poblets, donde continúa ostentando la vara de mando.

Ximo Coll y Carolina Vives

Ximo Coll y Carolina Vives / Juan Antonio Gimenez

Romances que florecieron en el Botànic

En el Botànic también han aflorado romances. El secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, y la vicepresidenta de las Cortes Valencianas, María José Salvador, son pareja y tienen un hijo en común a punto de cumplir 5 añitos.

Francesc Colomer y María José Salvador

Francesc Colomer y María José Salvador / Juan Antonio Gimenez

Aunque lo llevan con discreción, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, también son pareja. El jefe del Consell se separó de su mujer en 2018, la periodista Amparo Panadero, e inició una relación sentimental con la fiscal.

Ximo Puig y Gabriela Bravo

Ximo Puig y Gabriela Bravo

La vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, está casada con Marc Bellvis, jefe de gabinete del conseller de Hacienda y Modelo Económico Arcadi España.

Por su parte, Concha Andrés Sanchis, actual secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, es la pareja de Antonio Torres Salvador, que fue portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes Valencianas entre 2012 y 2015.

Endogamia política en España

Fuera de la Comunidad Valenciana también son numerosos los casos de endogamia política.

Aunque su relación, como todo el mundo sabe, se acabó rompiendo tras más de 5 años juntos y tres hijos en común, Pablo Iglesias e Irene Montero fueron la primera pareja compuesta en España por un vicepresidente del Gobierno y una ministra.

Pablo Iglesias e Irene Montero

Pablo Iglesias e Irene Montero / Juan Antonio Gimenez

El que fuera líder de Podemos también fue novio de otra política, Tania Sánchez, hoy diputada en la Asamblea de Madrid por Más Madrid y madre de un niño con David Campo, asesor de la formación comandada por Ione Belarra.

También salidos del horno de Podemos, el alcalde de Cádiz José María González Santos, conocido popularmente como Kichi, y la exdiputada y líder de Adelante Andalucía Teresa Rodríguez se enamoraron bajo las siglas del partido nacido del 15M y ahora tienen dos hijos en común.

Kichi y Teresa Rodríguez

Kichi y Teresa Rodríguez / Juan Antonio Gimenez

También en el PSOE hay casos notables de parejas de políticos. Empezando por su presidenta, Cristina Narbona, que se casó en noviembre de 2018 con Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad y también miembro del partido, con el que lleva más de 25 años.

Josep Borrell y Cristina Narbona

Josep Borrell y Cristina Narbona

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, comenzó a salir a principios de 2019 con el hoy magistrado del Tribunal Constitucional Juan Carlos Campo, quien entonces era ministro de Justicia y que fue quien selló el indulto a los líderes independentistas catalanes condenados por sedición.

Meritxell Batet y Juan Carlos Campo

Meritxell Batet y Juan Carlos Campo / Juan Antonio Gimenez

La también exministra socialista estuvo anteriormente 12 años con otro político, José María Lasalle, quien fue secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital con el Partido Popular y con quien tuvo dos niñas gemelas.

Pasando ahora al PP, su caso más paradigmático es el matrimonio formado por José María Aznar y Ana Botella. El expresidente del Gobierno y la exalcaldesa de Madrid se conocieron en 1975 cuando estudiaban derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Tras compartir algún que otro relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor, se casaron dos años después y hoy siguen comiendo perdices.

José María Aznar y Ana Botella

José María Aznar y Ana Botella / Juan Antonio Gimenez

A alguna pareja popular, en cambio, le pasó factura la corrupción del partido. La que fuera ministra de Sanidad en la era Rajoy, Ana Mato, y el exsenador y exalcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda, que estaban casados y eran ambos miembros de la Ejecutiva del PP, lo dejaron tras su implicación en el caso Gürtel.

Otro ministro del PP, José Ignacio Wert, acaparó la atención de la prensa rosa por su relación con su secretaria de Estado de Educación, Monserrat Gomendio, que para entonces estaba casada y se divorció para vivir su amor en París con el responsable de la LOMCE.

Monserrat Gomendio y José Ignacio Wert

Monserrat Gomendio y José Ignacio Wert

La esfera nacional de Vox también tiene otro tándem a lo Ortolá-Vega: el portavoz del Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, tiene como cónyuge a Rocío Monasterio, presidenta y portavoz de la formación ultraderechista en la Comunidad de Madrid.

Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio

Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio / Juan Antonio Gimenez

En uno de los pocos casos de "crossovers" de siglas e incluso de posturas ideológicas diametralmente opuestas encontramos a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y su marido, el independentista Xavier Cima, que fue diputado en el Parlamento de Cataluña por el grupo parlamentario de Convergència i Unió (CiU) y en 2016 abandonó la política.

Inés Arrimadas y Xavier Cima

Inés Arrimadas y Xavier Cima /

Está claro que el amor no entiende de edad, sexo, raza, religión y ni siquiera de ideología política. Lo que han unido las urnas, que no lo separen los votos, y mucho menos los matrimoniales, que bien podrían ser en estos casos, reversionando a Adolfo Suárez, algo así como "me puedo comprometer y me comprometo...".

Aunque ya se sabe cómo acaba ese dicho español de "prometer hasta meter".