Carlos Mazón no se cierra a negociar con Vox y pone el programa como condición

El presidente regional coloca a Juan Francisco Pérez Llorca y a los tres presidentes provinciales al frente de las conversaciones

Carlos Mazón con los candidatos del PP de Elche, Alicante, València y Castellón en la Junta Directiva.

Carlos Mazón con los candidatos del PP de Elche, Alicante, València y Castellón en la Junta Directiva. / Información

La hoja de ruta de Carlos Mazón no fue una sorpresa, pues el candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana habló desde un principio de contar con un «gobierno estable» y de diálogo para evitar hablar de pactos con Vox. Ahora, con los resultados en la mano y 40 diputados, el PP va a iniciar una ronda de contactos con todas las formaciones políticas. Con esta premisa, los populares guardan las formas y se abren a negociar con todos, aunque en el fondo, solo haya recibido una mano tendida por parte de Vox, en concreto de su líder autonómico, Carlos Flores. 

Desde la precampaña, y ante la evidencia de que ni PP ni PSOE podrían gobernar en solitario, Carlos Mazón ha evitado dar un sí claro y rotundo a la ultraderecha consciente de lo que podía suponer. El domingo por la noche el discurso se adaptó a la ronda de negociaciones con los partidos de mayor a menor representación, lo que deja a Vox en el último lugar y le permita decir al partido de centroderecha que lo ha intentado con el resto y ya solo le queda una opción. No obstante, y ante algunas declaraciones de Flores sobre cómo sería la entrada de su partido en el gobierno autonómico, Mazón ya ha puesto unos límites: el programa electoral. 

«Las líneas estratégicas de la negociación son los 2.000 puntos del programa de gobierno del Partido Popular que venimos explicando hace cinco meses. Esto no va ni con quién ni con qué sillas, esto va de gobernar y de ayudar a la gente. Queremos bajar los impuestos, defender y defender los intereses de la Comunidad Valenciana», declaró tras la junta directiva autonómica a la que asistieron los dirigentes entre los que se encontraban los candidatos de Elche, Pablo Ruz; Alicante, Luis Barcala; València, María José Catalá y Castellón, Begoña Carrascosa.

En la reunión, se analizaron los resultados de las elecciones autonómicas y municipales, el líder del PPCV anunció que ponía en marcha la hoja de ruta para garantizar un «gobierno de la Generalitat estable, desde el diálogo y para todos los valencianos».

Mazón anunció que «la ronda de negociaciones con el resto de partidos políticos comenzará a partir del próximo lunes 5 de junio». Para llevarlas adelante ha puesto al frente a una persona de su máxima confianza: Juan Francisco Pérez Llorca, vicesecretario de Organización y alcalde de Finestrat, que acaba de ganar con una abrumadora mayoría absoluta. Pérez Llorca, además, fue una figura clave en los fichajes y en algunas decisiones que han llevado al éxito del PP. Junto a él, estarán en la comitiva negociadora los tres presidentes provinciales: Toni Pérez (Alicante); Vicente Mompó (Valencia) y Marta Barrachina (Castellón). 

Plaza estratégica

Entre los cuatro tendrán que llevar a buen puerto un acuerdo que se mirará con lupa por parte de otras comunidades, pues la Comunidad Valenciana se ve como plaza estratégica para las dos formaciones. No olvidemos que Castilla y León está suponiendo un quebradero de cabeza para el PP y para Feijóo. Así que el papel que quiere jugar Vox en el territorio valenciano es la oportunidad para demostrar que puede ser un socio fiable y, ante todo, un partido de gobierno.

En la junta directiva no se habló de plazos, pues solo hay uno en la agenda y es el 26 de junio, fecha en la que por decreto, se deben constituir las Cortes Valencianas. Ese día se elige la Mesa de las Cortes, es decir, los primeros puestos relevantes en el autogobierno.

Por otra parte, Mazón aprovechó la junta designar a otro de sus importantes apoyos como interlocutor con los grupos parlamentarios. Será Miguel Barrachina, quien, además, también será el coordinador de la campaña electoral de las elecciones nacionales del próximo 23 de julio, un papel que ya ha ejercido en esta doble cita electoral. Al final, Mazón ha vuelto a combinar equilibrio territorial y confianza para la toma de decisiones de calado, y más con la presión de llevar a Feijóo a la Moncloa.