Con paso firme en materia impositiva. Así ha arrancado la legislatura el nuevo Gobierno autonómico liderado por Carlos Mazón, que en solo dos meses ha impulsado el 21% de las rebajas fiscales comprometidas durante la campaña electoral para los cuatro años de legislatura. La bonificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones con las que debutó el Consell en su primera reunión, sumada a las últimas deducciones anunciadas para gastos sanitarios y actividades deportivas, y la bajada del tipo de la compra de viviendas van a ahorrar a los contribuyentes 365 millones de euros de los 1.750 incluidos en el conjunto de la reforma. En el debe figuran en estos momentos medidas como la reducción del tipo impositivo del IRPF para los tramos más bajos de renta, la supresión del Impuesto de Patrimonio y las bonificaciones destinadas a favorecer la actividad de los autónomos, medidas estas, subrayan desde el propio Consell, que se irán abordando de forma progresiva dentro de un proyecto de legislatura.
La rebaja de impuestos fue uno de los elementos centrales del programa con el que el PP concurrió a las elecciones autonómicas, en una campaña en la que el entonces candidato del partido y actual presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, convirtió en lema lo que no se cansó de definir como «infierno fiscal del Botànic» en la Comunidad Valenciana.
En este contexto, los populares presentaron una propuesta de reforma, a través de la cual los contribuyentes valencianos iban a poder ahorrarse hasta 1.750 millones de euros en impuestos. Pues bien, del conjunto de las medidas anunciadas en aquellos momentos, en solo dos meses ya se han impulsado iniciativas que suponen algo menos de la cuarta parte del total de la cantidad comprometida.
Y no hubo que esperar para que se diese el primer paso en ese sentido. Fue en el primer pleno celebrado por el Consell del PP y Vox, el pasado mes de julio en Alicante, cuando Carlos Mazón anunciaba la tramitación por vía de urgencia de la bonificación del 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, una de sus promesas, lo cual va a suponer un ahorro para los contribuyentes afectados de 166 millones de euros.
El segundo paso en esa misma dirección se daba este pasado jueves, con la inclusión en el anteproyecto de la Ley de Acompañamiento de los primeros presupuestos del nuevo Ejecutivo autonómico de una serie de rebajas fiscales que afectan tanto al IRPF como al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que, en su conjunto, van a sumar otros 199 millones de ahorro.
Se trata, en concreto, de deducciones en el IRPF para las rentas individuales de menos de 32.000 euros o conjuntas por debajo de los 48.000, para gastos asociados a la salud bucodental, adquisición de cristales graduados o lentes de contacto, salud mental, enfermedades raras o alzhéimer, así como para la práctica deportiva. Las deducciones son inferiores a las prometidas en su momento, aunque desde el Consell se señala que se trata de un primer paso en este sentido.
En lo que respecta al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, se impulsan tipos reducidos del 6% para la compra de viviendas por parte de jóvenes menores de 35 años y de protección oficial de régimen general, y del 3% para las adquisiciones que lleven a cabo familias numerosas y monoparentales, así como personas con discapacidad y mujeres víctimas de la violencia machista.
Pendientes
Estas son las medidas que ya se han cumplido. Todavía resta por abordar otras de fuerte calado, empezando por una rebaja del tipo impositivo a las rentas medias y bajas, de manera que quede situado en el 8,75%, el segundo más bajo después del 8,50% de la Comunidad de Madrid. Esta iniciativa tendría que beneficiar a todas las personas con un IRPF de hasta 35.000 euros, lo que supone un 80% de los contribuyentes.
La reforma, asimismo, incluía la supresión del Impuesto de Patrimonio, además de una serie de deducciones fiscales en el IRPF dirigidas a autónomos, tanto para el inicio de la actividad, como para la contratación del primer trabajador o inversiones en el negocio. También para mayores de 65 años que acojan en su casa a un descendiente.
Desde la Conselleria de Hacienda explican que la reforma fiscal es un compromiso a cuatro años, y que, antes de aplicar otras medidas, están pendientes de cuestiones como la decisión que tome el Gobierno central con relación al Impuesto a las Grandes Fortunas en el caso del tributo de Patrimonio. En todo caso, aseveran que el compromiso es firme en el cumplimiento de las promesas, y que se ha empezado por las necesidades que apremian.