Entusiasmo, ilusión y cultura del esfuerzo. Son tres de los conceptos que definen la trayectoria profesional de Luis Rodríguez, ligada en los últimos 27 años a la patronal provincial del metal, Fempa. Este viernes fue nombrado por el Consell presidente del Puerto de Alicante, algo para lo que, quizá, estaba predestinado, teniendo en cuenta su afición por la natación en aguas abiertas y su infancia, que transcurrió junto a las instalaciones portuarias.
Nacido en Alicante en 1968, Luis Rodríguez le debe la carrera como abogado a sus padres, Manuel y Mari Ángeles, quienes regentaban un despacho de asesores administrativos que le sirvió de escuela tanto a él como a su hermano Iván, que también decidió estudiar Derecho. Eso fue después de pasar por el colegio Inmaculada Jesuitas, donde empezó su formación e inició una intensa actividad deportiva que le llevó a practicar el atletismo en el club Benacantil, de la mano de Joaquín Villar, además del fútbol, el ciclismo, la equitación y, sobre todo, la natación, una especialidad en la que se ha convertido en un auténtico experto, nada menos que en la exigente modalidad de aguas abiertas, siendo protagonista con asiduidad de largas travesías marítimas.
Presume de haber vivido siempre en Alicante, más allá de los años en los que, por exigencia de los estudios, tuvo que pasar por Pamplona y Madrid, tanto para la carrera de Derecho, en el primer caso, como para cursar un máster en Administración y Dirección de Empresas, en el segundo. Esta especialidad, según reconoce, es lo que propició que naciera su pasión por el mundo empresarial, pasando primero por la compañía de calzados Plásticos Elche, lo que le llevó a tener también una íntima relación con esta ciudad, donde asegura que tiene grandes amigos y acude a ver partidos al Martínez Valero, «aunque soy aficionado del Hércules», aclara.
Después ficharía por la firma Iberoactivos, del grupo Ecisa, donde conoció a dos personalidades que, asegura, se convirtieron en grandes referentes, como Manuel Peláez y Jaime Valcaneras. También, asevera, ha tenido en él una influencia decisiva su suegro, Rafael Blasco, industrial de la madera y de la construcción, que le ayudó a conocer la realidad empresarial.
Llegada a Fempa
Estas andaduras fueron el paso previo a ingresar en la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), en marzo de 1997, de la mano del en aquel entonces presidente, Emilio Garijo, pasando a los pocos meses a ejercer como secretario general de la organización.
Si bien en un inicio su principal ocupación era la de asesoramiento y negociación colectiva, poco a poco fue ampliando su campo de trabajo, contribuyendo de forma decisiva al crecimiento de esta patronal que se ha convertido en una de las de mayor peso en la provincia, con 2.300 asociados y una firme apuesta por la innovación, la transformación digital y la formación. De hecho, ha llegado a tener su propia escuela de FP, con ciclos medios y superiores por los que pasan cada año cerca de 8.000 alumnos con un nivel de empleabilidad de prácticamente el 100%.
Después de Garijo pasaron por la presidencia de Fempa José Tomás Jaén y Guillermo Moreno, antes de que el año pasado la organización apostara por una presidencia ejecutiva, que pasaría a ocupar el propio Luis Rodríguez hasta esta semana, en la que se ha hecho público su nombramiento como presidente del Puerto.
La capacidad de gestión y el perfil técnico y emprendedor, en una persona que, como él mismo destaca, no está afiliada a partido alguno, han tenido que ver mucho en esta designación. Pero también su excelente relación con el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Según reconoce el propio Rodríguez, ya se conocían de su etapa como director general de Industria, aunque los vínculos se estrecharon más a raíz de que Mazón asumiera la gerencia de la Cámara de Comercio de Alicante. «Lo conocí en su faceta profesional y tengo muy buena opinión de su gestión, en un momento complicado por la desaparición de los recursos camerales», subraya Rodríguez. A partir de ahí, y ya con el actual jefe del Consell al frente de la Diputación, lo intentó fichar para la propia institución provincial, llegando a sonar con fuerza para SUMA, «pero quizá no era el momento», añade.
Ahora los caminos se han vuelto a cruzar, y sí que se han dado las condiciones adecuadas para situarse al frente de la Autoridad Portuaria, algo que supone todo un reto para Rodríguez, que está muy agradecido a Mazón por haber pensado en él para esta responsabilidad. Su principal objetivo es la de involucrar a todos los sectores productivos en el desarrollo del Puerto, de manera que se convierta en un elemento dinamizador de la economía provincial y en un potente polo de atracción del ecosistema innovador gracias a los proyectos que está preparando la Generalitat.
Y todo, como el propio Rodríguez reconoce, en una trayectoria que tiene algo de vital. «En mi infancia -recuerda- mi familia vivía en la calle Ab El Hamet, al lado del Puerto, donde yo jugaba con mis amigos, y una de las travesías a nado que he realizado en más de una ocasión en los últimos años es la vuelta a la escollera. Así que existe un innegable vínculo que, curiosamente, ha terminado conmigo en la presidencia».