Juanfran Pérez Llorca: el hombre que acumula la responsabilidad en el PP

Mano derecha del presidente Carlos Mazón, el alcalde de Finestrat y secretario general de los populares en la Comunidad tiene ahora también el cometido de ser la voz de su partido en las Cortes tras la ruptura con Vox

La triple responsabilidad de Juanfran Pérez Llorca: alcalde, secretario general del PPCV y ahora portavoz en las Cortes

Alex Domínguez

Borja Campoy

Borja Campoy

Cuesta dar con Juanfran Pérez Llorca (1976) en Finestrat, pese a que es su alcalde. En los últimos años ha acumulado muchas responsabilidades orgánicas en el Partido Popular de la Comunidad Valenciana, hasta el punto de que el presidente, Carlos Mazón, le nombró el verano pasado secretario general. A estos dos importantes cometidos, los de regidor y número dos del PP autonómico, les tiene que sumar una nueva ocupación, ya que su formación le ha designado síndic en las Cortes tras los cambios que ha tenido que acometer Mazón por la ruptura con Vox, lo que ha llevado al hasta ahora portavoz en el Parlamento valenciano, Miguel Barrachina, a formar parte del Consell.

Juanfran Pérez Llorca saluda a dos vecinas de Finestrat tras comprar una barra de pan en un establecimiento

Juanfran Pérez Llorca saluda a dos vecinas de Finestrat tras comprar una barra de pan en un establecimiento / Alex Domínguez

No lo tendrá fácil Pérez Llorca en las Cortes, con los suyos gobernando en minoría. Los primeros análisis apuntan a que precisamente ha sido esta circunstancia, la capacidad negociadora con otras formaciones que ha venido demostrando en los últimos años, la que le lleva a ocupar el asiento de síndic. Para hablar sobre esta cuestión y sobre su progresión los últimos años en el PP Pérez Llorca se citó un día de la presente semana con este diario en Finestrat, en un encuentro que no fue sencillo de cuadrar dado lo apretada de su agenda.

El dirigente popular muestra orgullo por ser alcalde de su pueblo, en el que encadena tres mandatos y donde cuenta con un fuerte respaldo. En las municipales del año pasado logró el 73,4 % de los votos. Mientras sube por las calles empinadas del casco histórico, en dirección al Castell de Finestrat y su ermita del Santísimo Cristo del Remedio, explica con entusiasmo algunos de los proyectos que tiene en mente poner en marcha, como la construcción de un ascensor, financiado con fondos europeos, que facilite el acceso a la zona alta, desde la que se divisa el municipio al completo y en la que sólo lo nublado de esta atípica jornada de julio impide contemplar el Puig Campana en su máximo esplendor.

El dirigente popular posa frente al Ayuntamiento y la iglesia del municipio que gobierna con mayoría absoluta

El dirigente popular posa frente al Ayuntamiento y la iglesia del municipio que gobierna con mayoría absoluta / Alex Domínguez

«Siendo síndic es cierto que tendré que adaptar más los horarios. Intentaba estar tres mañanas a la semana en el Ayuntamiento y ahora estaré un poco menos. Soy un alcalde que atiende mucho por las tardes», cuenta de regreso al casco histórico, antes de asegurar que entiende la política «sin descanso» y afirmar que no es capaz de señalar las horas que le dedica al cabo del día. La conversación se interrumpe cuando se encuentra con un vecino. «He de parlar amb tu», le interpela. Pérez Llorca hace un paréntesis para interesarse por la situación que le expone mientras le saluda también una joven embarazada. Antes de retomar el camino al Consistorio aprovecha para comprar una barra de pan integral en el obrador Nou Dolç y a la salida se despide de dos mujeres que estaban tomando café.

Dormir fuera

Recuperado el hilo de la conversación sobre las responsabilidades que va acumulando, asume que ahora le toca dormir, al menos, dos noches fuera de Finestrat. «Como la almohada de la cama de uno no hay otra», reconoce con resignación, mientras da las gracias por estar rodeado por un «gran equipo» y por tener una familia «bendita» con él, sobre todo su pareja y sus hijas, quienes comprenden que la política le absorbe una gran parte de su tiempo. Cuenta que fue el único de la familia que no pudo asistir hace un par de semanas a la fiesta por el 18 cumpleaños de su hija, ya que coincidió con la ruptura del Gobierno autonómico por parte de Vox. «Esos días te preguntas si esto vale la pena», se sincera antes de expresar su alegría por el hecho de que esa misma hija estudiará el próximo curso en la Universitat de València, lo que le permitirá pasar más tiempo con ella por su cometido en las Cortes.

Sentado ya en su despacho en la Alcaldía, también reconoce que echa «mucho de menos» hacer lo que hacía antes, porque siempre ha pretendido ser un alcalde muy cercano y que mentiría si dijera para quedar bien que ahora le puede dedicar el mismo esfuerzo. Al tiempo, sostiene que para Finestrat también tiene que ser un «orgullo» que alguien de la localidad sea el secretario general del PPCV y el portavoz de los populares en las Cortes. Sobre la fama que se ha ganado de ser un buen negociador, con acuerdos como el del Gobierno autonómico con Vox, que fue el más rápido de España, el de la Diputación de Valencia o el alcanzado con Compromís para que tuvieran presencia en la Mesa de las Cortes, se resta importancia: «Siempre trabajamos en equipo».

Crecimiento

El crecimiento de Pérez Llorca en el PP ha estado ligado al de Mazón. «Tenía alguna referencia de él, habíamos coincido en algún acto de la Cámara de Comercio. Nuestra relación personal y política empezó en la Diputación, cuando él entró como presidente y yo como diputado», recuerda. Piensa que ambos, junto a otros compañeros, entre los que cita a los presidentes provinciales, Toni Pérez, Vicent Mompó y Marta Barrachina, han contribuido a «renovar y adaptar al futuro» a su formación. «Ha sido una etapa de transformación. Al PP siempre le ha costado mucho adaptarse a los cambios de la sociedad. Incluso hemos cambiado la forma de comunicarnos. Somos una generación de políticos más cercana, con los pies en el suelo, de pisar la calle», añade. 

Satisfecho con el resultado que ha ofrecido el primer año de trabajo del Consell de Mazón, del que destaca las desgravaciones fiscales, el plan de vivienda, la ley de Libertad Educativa o el Simplifica, en la etapa que ahora empieza como síndic sostiene que su talante va a ser el de ofrecer diálogo, antes de recalcar que así lo ha sido «desde el primer momento» de la legislatura: «Fuimos el partido que arregló que todos tuviéramos representación en las Mesa». En cuanto a la ruptura con Vox, lamenta que se haya hecho «sin atender a la acción de gobierno y por una decisión de Madrid».

Juanfran Pérez Llorca en su asiento de las Cortes Valencianas

Juanfran Pérez Llorca en su asiento de las Cortes Valencianas / Cortes Valencianas

Preguntado por si siente alivio por el hecho de que los ultras ya no formen parte del Consell, responde defendiendo que «todos los acuerdos de gobierno se han hecho pensando en el programa electoral del presidente Mazón». Hablando de los de Santiago Abascal, aprovecha para lanzarle un recado al PSPV. «Se dice que Vox sólo hace lo que dice Madrid pero ellos están igual. Únicamente atienden a Pedro Sánchez y responden por sus intereses». Puestos a dejar mensajes, también tiene uno para la presidenta de las Cortes, Llanos Massó, de Vox. «Me gustaría que la presidencia estuviera en manos del PP», admite.

Más allá de la actualidad política, y volviendo al plano personal, Pérez Llorca no considera que sea perjudicial para su formación que en una sola persona, como ocurre en su caso, se acumulen las responsabilidades institucionales de ser alcalde y portavoz en las Cortes con la orgánica de ser el secretario general. «La responsabilidad se acumula en torno a un equipo de trabajo, hay mucha gente a mi alrededor que aporta mucho. Hemos demostrado que no somos un partido personalista», indica.

Alcalde, secretario general del PPCV y síndic en las Cortes, Pérez Llorca sonríe desde el balcón de la Alcaldía

Alcalde, secretario general del PPCV y síndic en las Cortes, Pérez Llorca sonríe desde el balcón de la Alcaldía / Alex Domínguez

Tras el poder que el PP concentró en las elecciones del 28M del año pasado a nivel autonómico y municipal una de las obsesiones que tiene el regidor de Finestrat es que la responsabilidad en las administraciones no les lleve a desatender el partido, que el hecho de mirar hacia afuera no les impida reflexionar hacia dentro. Su propósito es que la maquinaria popular esté viva y engrasada, sobre todo en un momento de tanta agitación a los dos lados del tablero político, con la posibilidad de una cita con las urnas siempre presente. «No vamos a cometer el mismo error que el PSPV», señala en alusión a los ocho años del Botànic y la situación en la que quedaron, a su juicio, los resortes socialistas.

La visita a Pérez Llorca en Finestrat se encamina a su final y toca mirar hacia el futuro, plantear hasta dónde está dispuesto a llegar un hombre que en el PP ha sido coordinador comarcal y provincial, vicesecretario de Organización y secretario general y que en las administraciones ha sido concejal en la oposición, edil en el equipo de gobierno, alcalde, diputado provincial, autonómico y ahora portavoz en las Cortes. «No tengo una meta, cuando llegue el futuro ya lo afrontaremos», apunta antes de censurar a los que dicen que lleva una carrera meteórica. «Me molesta. Tendrían que haber venido conmigo hace décadas a pegar carteles en mi pueblo, cuando nadie me quería votar. Muchos hubieran abandonado ahí. Mi mérito es que no lo hice», culmina.

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