Los consellers de Mazón, ante el espejo de la DANA

Pradas y Montes son las representantes del Consell más marcadas por la gestión de la catástrofe mientras Merino no ha ejercido de portavoz. El papel de Rovira en Educación y Gómez en Sanidad es secundario

La última reunión celebrada por el actual Consell de Carlos Mazón

La última reunión celebrada por el actual Consell de Carlos Mazón

Borja Campoy

Borja Campoy

La DANA ha puesto de manifiesto las carencias del Consell de Carlos Mazón. El propio presidente se ha visto en el ojo del huracán y este viernes está prevista su comparecencia en las Cortes para dar cuenta de la gestión del gobierno autonómico. Tras ello se espera que anuncie una profunda remodelación del ejecutivo para intentar poner el acento en la reconstrucción que necesita la provincia de Valencia. Cuatro mujeres y cuatro hombres acompañan hoy a Mazón en el Consell y el futuro inmediato de varios de ellos está en el aire.

La salida de la responsable de Emergencias, Salomé Pradas, y de Nuria Montes, se da prácticamente por descontada. Con la marcha de la consellera de Justicia e Interior están previstas las de algunos de los pesos pesados de su equipo, como el secretario autonómico Emilio Argüeso. A Pradas se le responsabiliza de la gestión de la DANA y del desconcierto que reinó en el Cecopi durante la fatídica tarde del 29 de octubre. Su desconocimiento de la herramienta que permite enviar alertas masivas a los móviles de la población, reconocido por ella misma, resulta definitiva.

Junto con Pradas se espera la marcha de otra consellera, Nuria Montes. Sus palabras hacia las familias de las víctimas han sido su gran salida de tono de estos días, en los que se ha visto envuelta en otras polémicas. Más allá de ello, una de las cuatro grandes áreas de su conselleria es la de Industria, un sector que se antoja fundamental para acometer la reconstrucción que necesita Valencia, y las dudas sobre su capacidad para encabezar esta tarea son crecientes. De hecho, en estas semanas ya se le ha acusado de falta de coordinación con los municipios y las empresas de las zonas industriales afectadas.

Tercera en discordia

La tercera en discordia entre las conselleras más cuestionadas es la titular de Hacienda, Economía y Administración Pública, y portavoz del Consell, Ruth Merino. Precisamente es por esta última condición, la de portavoz, por la que más ha llamado la atención su labor. En un momento en el que se esperaba que fuera el rostro del gobierno autonómico, ha quedado en segundo plano y ha sido la vicepresidenta, Susana Camarero, la que ha dado la cara en las jornadas más duras tras días de desconcierto. De Merino no se espera que salga del ejecutivo, pero sí un cambio de sus funciones. La portavocía de hecho, puede pasar de forma definitiva a manos de Camarero, que también cuenta con opciones de situarse al frente de la gran área de la reconstrucción.

La vicepresidenta no ha sido la única que ha tenido que ganar más protagonismo en las últimas semanas. La defenestración de Pradas, que apenas ha salido a la palestra para reconocer su desconocimiento del sistema de alertas, ha obligado a dar un paso al frente al conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, que, en ocasiones, también ha ejercido de portavoz improvisado ante la crisis. Su trabajo será igualmente clave para acometer la reconstrucción.  

Los otros tres consellers, Miguel Barrachina, José Antonio Rovira y Marciano Gómez, están teniendo un papel secundario. Al margen de ello, Rovira y Gómez no se libran de la crítica. Al conseller de Educación se le acusa de no haber actuado en la limpieza de los centros, que han vuelto a las clases sin certificados sanitarios, mientras que al de Sanidad se le responsabiliza de haber tardado hasta cuatro días en activar la respuesta inmediata ante el riesgo epidemiológico.

Salomé Pradas (Justicia e Interior)

Señalada por la gestión de la DANA y la que cuenta con más papeletas para abandonar el Consell en la remodelación que va a anunciar Mazón. El desconcierto en el Cecopi y su desconocimiento del sistema de alertas, entre sus errores.

Nuria Montes (Innovación, Industria, Comercio y Turismo)

Al margen de sus declaraciones hacia las familias de las víctimas, crecen las dudas sobre su capacidad para liderar el área de Industria. Se le reprocha haber tardado en ofrecer una respuesta a las áreas industriales afectadas.

Ruth Merino (Hacienda, Economía y Administración Pública)

Es la portavoz del Consell y se le acusa de no haber sido el rostro del gobierno autonómico, labor que ha asumido Susana Camarero. Se le achaca no haber ofrecido en público una valoración económica del impacto de la DANA.

Susana Camarero (Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda)

La vicepresidenta se ha erigido en la mano derecha de Mazón. Apunta a portavoz del Consell y a la nueva área destinada a la reconstrucción. Con todo, su función en servicios sociales y vivienda también está dejando sombras.

Vicente Martínez Mus (Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio)

En julio sustituyó a Pradas en Infraestructuras tras la salida de Vox y ahora también se ha visto obligado a asumir funciones de la consellera defenestrada. Llegó a ser incluso portavoz en el Cecopi hasta que le relevó Rosa Tourís.

Miguel Barrachina (Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca)

De los consellers que más desapercibidos están pasando durante la crisis por la DANA que asoló Valencia, pese a que se estima que el daño para el campo supera los 800 millones. Llegó a la conselleria tras la salida de Vox del Gobierno.

José Antonio Rovira (Educación, Cultura, Universidades y Empleo)

Otro con un rol secundario, a Rovira se le ha acusado de que la mayor parte de las labores de limpieza de colegios e institutos ha recaído en los equipos de los centros. AMPA y direcciones han trabajado de manera autónoma.

Marciano Gómez (Sanidad)

En materia asistencial se le reprocha la gestión a la hora de reubicar los centros de salud y haberse excedido en el uso de voluntarios. En salud pública, se le echa en cara la tardanza en convocar el grupo de respuesta inmediata.

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