Mazón cambia de agenda ante las protestas
El jefe del Consell minimiza su presencia en las calles e informa con menos antelación de sus actos en un intento de evitar el ruido. En los últimos días ha sido increpado en Alicante, Elche y Castellón

Protesta el viernes en el campus de la UA contra Mazón en la toma de posesión de la rectora / Jose Navarro
Insultos y abucheos en su visita al Hospital General de Castellón, una protesta reclamando su dimisión al asistir a un acto en el Ayuntamiento de Elche, una decena de personas gritándole en el centro de Alicante en la presentación del estand de Fitur... Y eso solo en siete días. La indignación de la sociedad contra el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, por su gestión de dana permanece latente y va reproduciéndose por diferentes puntos geográficos de la Comunidad Valenciana. Muy lejos de las miles y miles de personas que se han reunido hasta ahora cada día 29 en València desde aquella fatídica jornada de la gran riada, cierto es que las protestas mencionadas han sido minoritarias y no han pasado de la veintena de personas, aunque suficientes para cambiar rutinas.
No fue el caso de lo sucedido el viernes en el campus de la UA, cuando fueron un centenar los participantes que se dieron cita para recibir a Mazón al grito de «asesino» y «culpable». Esto sucedió a las puertas del Paraninfo universitario, dentro la toma de posesión de la rectora se tuvo que interrumpir cuando tres jóvenes se levantaron de sus butacas y cargaron toda su indignación contra el presidente. El dirigente autonómico se está teniendo que acostumbrar a vivir escenas de este tipo pese a los cambios que ha llevado a cabo en su actividad para intentar evitarlo.
Las zonas más sensibles
Lo primero que ha hecho Mazón es reducir su presencia en actos por las calles de las zonas más sensibles con la dana, incluida la ciudad de València. Desde el pasado 29 de octubre apenas ha protagonizado encuentros allí, más allá de los que haya realizado en el Palau o en recintos cerrados. Su departamento de comunicación también ha jugado con la publicación de su agenda para intentar que el presidente no se diera de bruces con la indignación ciudadana. Esto quedó evidenciado el miércoles. La agenda pública de Mazón se publica el día anterior. Esa jornada, en la que el presidente tenía una comparecencia en València, su participación en el acto en memoria de Manuel Broseta, en la avenida Blasco Ibáñez, los medios no fueron informados la tarde antes, sino a las 9 de la mañana del miércoles, una hora antes del comienzo.
Otro de los cambios desde el pasado 29 de octubre es el de la seguridad. Sólo bastó con acudir el viernes al campus de la UA para percibir la mayor presencia policial. Los efectivos de la Policía Nacional estaban desplegados por las instalaciones universitarias mientras la seguridad privada vigilaba a los manifestantes. En el acceso al interior del Paraninfo fueron revisadas las mochilas mientras a la salida se pudo comprobar que habían sido requisadas las botellas de plástico y paraguas, en una imagen más propia de los estadios de fútbol que de los actos académicos.
Seguimiento a Mazón
Los organizadores de la protesta anunciaron su intención de seguir a Mazón el viernes en su siguiente cita, que era en el antiguo edificio de Correos de la plaza Gabriel Miró, ahora sede de la Conselleria de Innovación y Turismo, aunque sólo acudieron una decena de ellos. El presidente tuvo que entrar al inmueble por la puerta trasera, evitando las escaleras principales, y también salió por ella. Aunque el acto era para hablar de Fitur de las cinco preguntas que recibió el jefe del Consell en su atención a los medios cuatro fueron sobre Gaza y una sobre la protesta previa en la UA. «La respeto. Veo que algunos que se manifestaban conmigo hace 30 años contra el Gobierno socialista siguen allí», respondió.
Si esto ocurrió el viernes, la semana empezó igual para Mazón en cuanto a su atención a los medios. En el acto en el que anunció el acuerdo para las prácticas de los estudiantes de Medicina, la tercera pregunta que recibió ya fue sobre su comida en El Ventorro. La presencia de periodistas en sus intervenciones en Alicante se ha multiplicado y las televisiones nacionales conectan en directo con ellas. Foco permanente de la noticia, pese a los intentos para evitarlo.
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