Millana recrudece la batalla contra Franco a las puertas de la renovación del PSOE de Alicante
La ejecutiva extraordinaria convocada la tarde de este miércoles en Alicante se convierte en un nuevo escenario de reproches por parte del secretario local contra el exsenador, que le colocó al frente de la agrupación hace siete años

Ángel Franco se dirige a Miguel Millana en una imagen de 2018 / Jose Navarro
“Alguien quiere debilitar la agrupación. No hay derecho a que no se respete a la autoridad legalmente establecida”. Era una de las frases que Miguel Millana, secretario local del PSOE en Alicante, dedicaba al exsenador Ángel Franco en la reunión de la Ejecutiva municipal extraordinaria celebrada este miércoles por la tarde en la sede del partido, en la calle Pintor Gisbert.
Con esta afirmación Millana se refería a los intentos, según él, de Franco por intentar continuar controlando el partido a base de relaciones cruzadas con dirigentes ajenos al ámbito local, tales como el exsecretario provincial Alejandro Soler, ahora número ocho del PSOE a nivel nacional; o Vicent Mascarell, secretario de Organización del PSPV. Con Mascarell, por cierto, Millana debe tratar una de las cuestiones que el secretario local ha puesto encima de la mesa y que también se ha tratado en la ejecutiva de este miércoles.
Se trata de la situación del actual secretario local de Organización, Pedro Ródenas, al que también puso Franco y de baja desde hace un año por enfermedad y también después de haber sido padre. Ródenas contempla reincorporarse a sus funciones el lunes, pero Millana y muchos otros militantes del partido enfrentados a Franco (como los cercanos a la portavoz en el Ayuntamiento, Ana Barceló) interpretan que su cargo tendría que haber sido asumido, aunque fuera temporalmente, por otro militante que desarrollara su papel.
En el primer punto del orden del día de la ejecutiva de este miércoles se anunciaba un “informe de situación” de la Secretaría de Organización que ha consistido, como en ocasiones anteriores, en la delegación de funciones en otro militante para ejercer las prácticas “notariales” que lleva a cabo el secretario de Organización durante estas reuniones. Quien ha asumido este miércoles esta función ha sido la militante Yolanda Escrich, aunque otras veces han hecho lo propio otros miembros del partido como Eva Montesinos, esta vez ausente por viaje.

Pedro Ródenas y Ángel Franco en una ejecutiva local del PSOE de 2020 / Héctor Fuentes
Todo esto venía precedido por una anécdota significativa del día anterior, cuando el jefe de prensa del PSOE de Alicante en la ciudad de Alicante, Javier Prats, expulsó del grupo de WhatsApp que el partido mantiene con periodistas a Pedro Ródenas y a la exconcejala Llanos Cano, también cercana a Franco. Desde el partido aseguran que “no tiene sentido que el secretario de Organización forme parte de un grupo de WhatsApp con periodistas”, aunque Ródenas formaba parte del chat desde hacía años. En el grupo, por parte del PSOE, ya solo permanecen Millana y Prats.
La situación se dio en un contexto en el que el secretario local de los socialistas está muy lejos de esconder sus diferencias hacia Ródenas. Hace dos meses la Comisión de Ética del PSPV evitó que el secretario de Organización fuera apartado de su cargo, tal como pretendía Millana, quien anunció recurso a la Comisión Federal. Este órgano, según fuentes cercanas al secretario local, aún no ha resuelto la petición.
Millana lleva denunciando que la incomparecencia de Ródenas repercute en la imposibilidad de acceder al censo del partido por parte de la agrupación, a los contratos o a la rendición de cuentas. Labores, en definitiva, que permiten el funcionamiento cotidiano de la formación a nivel local y que a día de hoy estarían paralizadas en tanto que no ha habido una substitución formal del secretario de Organización, cercano a Ángel Franco.
El combate se alarga
El enfrentamiento entre Millana y Franco es público y notorio desde finales del año pasado, cuando ambos se distanciaron después de que el exsenador, quien lleva controlando el rumbo del partido en la ciudad desde hace décadas (ahora con más dificultades que antes), se enfadara con el secretario local por considerar que lo había apartado de las negociaciones convocadas con las otras familias de la formación para aproximar posicionamientos.

Miguel Millana, junto a Yolanda Escrich y Araceli Poblador en la ejecutiva del PSOE de este miércoles / INFORMACIÓN
Todo acabó de explotar en fin de año cuando Millana, en un mensaje navideño a sus compañeros de partido, afirmó que el PSOE de Alicante “no puede estar dependiendo de una persona, por mucha importancia que se quiera atribuir”. Desde entonces la ruptura parece irreversible y el partido en la ciudad ha dado giros imposibles de imaginar, dado que Millana fue ascendido por Franco a la Secretaría Local en 2018 y que el actual dirigente llegó a desautorizar públicamente a Ana Barceló, portavoz en el Ayuntamiento y enfrentada a Franco desde el primer día. Ahora, por el contrario, a Millana y a la portavoz se les ve más cercanos.
La situación de hostilidad se perpetúa a las puertas de un congreso comarcal del que Ángel Franco saldrá victorioso tras el acuerdo que permitirá a Esther Donate, portavoz en Sant Joan y cercana al exsenador, acceder a la Secretaría Comarcal después de haber evitado primarias con el sector de Soler. A su vez se aproxima también la gran batalla del PSOE alicantino, la de la agrupación local, que tendrá que ser renovada durante la segunda quincena de junio (al igual que las demás) y en la que se espera una nueva disputa entre las diferentes familias. Millana y Franco se da por hecho que ejercerán papeles antagónicos en un escenario en el que los próximos a Ana Barceló y por otra parte al exsecretario provincial, Alejandro Soler, también tendrán mucho que decir.
Ejecutiva con calma tensa
Pese al trasfondo de la ejecutiva extraordinaria no ha habido excesivas tensiones entre los militantes, poco más de una decena que se han reunido en Pintor Gisbert. Sólo un cercano a Ángel Franco, el exconcejal Carlos Giménez, ha hecho acto de presencia en el cónclave y sin levantar la voz en ningún momento pese a los reproches contra el dirigente de su corriente.
También ha ayudado a la agilidad del acto la condición de víspera de Santa Faz y del 1 de Mayo, que obligará a los dirigentes socialistas (y a los de los otros partidos de izquierdas) a madrugar para asistir a la Peregrina y a la posterior manifestación. En aproximadamente una hora y media en el PSOE han tenido tiempo también para escuchar a la diputada nacional Araceli Poblador, que ha acudido para explicar las medidas del Real Decreto del Gobierno de España para sofocar los efectos de los aranceles de Trump; y para convocar la asamblea en la que se escogerán a los delegados para el congreso comarcal del 7 de junio. También se ha anunciado una jornada para el jueves 8 de mayo en la sede de UGT con la secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela.
Una de las anécdotas que ha regalado la jornada ha sido la estupefacción con la que los militantes han observado unos carteles pegados en la pared exterior de la sede del partido, que defendían el mantenimiento del Valle de los Caídos.
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