Análisis

El PSOE de Alicante, demasiadas incertidumbres para tan pocas certezas

El PSOE alicantino se enfrenta a un periodo excepcional con la constitución de una gestora impulsada desde el PSPV, aunque la situación vivida en los últimos años no lo era menos

Franco saluda a Morant, en un acto en enero.

Franco saluda a Morant, en un acto en enero. / informacion

C. Pascual

C. Pascual

El PSOE de Alicante se enfrenta a un periodo excepcional con la dimisión (entre pactada y forzada) de su secretario local, Miguel Millana, para la constitución de una gestora, una más en la historia reciente del partido con sede en Pintor Gisbert. No obstante, tampoco se puede calificar como «normal» la situación que ha arrastrado la agrupación en los últimos años, con Ángel Franco manejando los hilos. Vivir en constante tensión interna, con sus miembros más pendientes de las batallas intrafamiliares que de construir una alternativa de gobierno debería ser lo excepcional. Y no, fue el día a día.  

Ante la incapacidad para llegar a un acuerdo de unidad, la dirección del PSPV ha optado por forzar una gestora, madurada durante un tiempo y ejecutada tras el congreso provincial, a las puertas de la asamblea local que debía impulsar una renovación en el liderazgo socialista y, todo hacía pensar, que una guerra entre sectores, con Franco como protagonista principal. Siempre él. 

El mismo Franco que pese a controlar el partido en la ciudad durante décadas no fue hasta hace año y medio cuando consiguió su ansiado hueco en la dirección del PSPV. Fue una controvertida decisión de Diana Morant, la misma que ahora ha optado por una voladura interna, cree que controlada, para restar poder al exsenador. Volantazo advertido.

La gestora, cuentan quienes han sido conocedores de las negociaciones, puede prolongarse en el tiempo, lo que evidencia la profundidad de la herida en el partido. Se baraja que se mantenga hasta 2027, convirtiéndose esa gestora en el comité electoral para las municipales, que coincidirían con las autonómicas (de no haber adelanto) y con las generales (de haberlo). Todo son dudas en el tiempo. Y no solo ahí. 

La incertidumbre también gira en torno a los nombres. Este jueves se estuvieron cruzando llamadas en busca de un presidente para la gestora. Se decidió anunciarla sin tener cerrada su dirección. Improvisación. En la mesa se han puesto nombres de dirigentes históricos (parece condición sine qua non), desde personas que ocuparon la Secretaría General en la ciudad de Alicante a la Presidencia del PSPV.

Con todo, el nombre que con mayor claridad sonó ayer en el entorno socialista fue el del previsible futuro secretario local, José Díaz. Una presunta certeza en un mar más que revuelto.

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