"Hemos insistido en que no solo es conveniente una transición energética, sino que es imprescindible una transición en el ámbito social y económico hacia un modelo en el que decrezcan las necesidades energéticas". Es la advertencia que lanza la Sindicatura de Comptes en su habitual Informe de Fiscalización de la Cuenta General de la Generalitat del ejercicio 2021 que ha entregado este viernes a las Corts y al Consell.

En este documento, en el que analiza la actuación presupuestaria y económica de la Administración valenciana, el síndic major, Vicent Cucarella, muestra su preocupación ante "las enormes cantidades de dinero público" destinados en la transición energética "sin prestar suficiente atención a las advertencias científicas en relación con la imposibilidad de sustituir de manera generalizada la cantidad y versatilidad de la energía procedente de los combustibles fósiles, debido a las limitaciones de las denominadas fuentes energéticas renovables".

Es decir, el informe de la sindicatura alerta de que la cantidad de energía generada por los combustibles fósiles no podrá ser sustituida por la producida por las renovables (uno de los focos de tensión en los últimos meses dentro del Botànic) y pide "preparar a la sociedad ante escenarios con menor energía neta disponible", esto es, incidir en un descenso del consumo energético y no tanto en cambiar la fuente de producción de esta energía.

"Tanto la Unión Europea como el Gobierno de España y la Generalitat están dedicando una parte cada vez más importante de su presupuesto a políticas energéticas de dudosa eficacia", expresa entre sus advertencias el Síndic de Comptes quien indica que esta "gran cantidad de dinero" supone "un peligro por la probabilidad de provocar burbujas especulativas aprovechado fondos públicos, incluso con consecuencias contrarias a la necesaria lucha medioambiental y de transición energética".

Evolución de los resultados presupuestarios evaluados por la Sindicatura de Comptes.

Así, el informe incluye entre los riesgos "los relacionados con el hidrógeno, el vehículo eléctrico o el turismo masivo, que precisan grandes cantidades de recursos materiales y de combustibles fósiles, que acelerarán la crisis sistémica actual" y que son, dice, "contradictorios con el rebasamiento de los límites biofísicos del planeta". Asimismo, señala que la actuación gubernamental parece "más preocupada por restaurar los niveles previos de actividad empresarial a costa del endeudamiento público", algo que, apunta, "podría dificultar el sostenimiento futuro de los servicios públicos fundamentales".

Aumento del déficit

El Informe de Fiscalización de la Cuenta General de la Generalitat de 2021 también muestra un aumento del déficit respecto al año anterior, al pasar de un déficit de 1.830 millones de euros hasta los 2.153 millones, un resultado que, según constata el síndic, viene condicionado por la financiación adicional recibida del Estado por la covid. De hecho, tanto en 2020 como en 2021, el resultado es negativo, pero es mejor que en 2019 cuando se alcanzaron los 2.600 millones de déficit.

De hecho, el propio órgano fiscalizador advierte: "Las especiales circunstancias en las que se ha desarrollado la actividad en los ejercicios 2020 y 2021 hacen que exista el riesgo de que el déficit vuelva a aumentar cuando desaparezca la financiación adicional incondicionada, déficit que, como se ha señalado reiteradamente en informes anteriores, será difícil equilibrar con el actual sistema de financiación autonómica".

Así, explica que este déficit "no viene provocado por efectuar unos gastos superiores a la media autonómica, sino por unos ingresos inferiores a ella, entre los que destacan los procedentes del sistema de financiación autonómica". "Los mecanismos estatales extraordinarios de financiación –establecidos a partir de 2010 y adicionales al sistema de financiación autonómica– han permitido a la Generalitat mantener su actividad a pesar de la infrafinanciación y la imposibilidad de obtener recursos en los mercados financieros", explica.

No obstante, indica que las consecuencias entre la financiación autonómica ordinaria y la extraordinaria son "muy diferentes para la Generalitat". "La financiación autonómica se recibe sin contrapartida, mientras que los mecanismos estatales son un incremento de la deuda que deberá devolver en el futuro", expresa. Por ello, insiste: "La Comunitat Valenciana deberá seguir exigiendo un resarcimiento de la parte de la deuda acumulada durante los últimos años a causa de la infrafinanciación".