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La hostelería y el ocio nocturno de Alicante y Elche claman contra las restricciones de la Generalitat

Más de medio millar de personas entre ambas concentraciones exigen más flexibilidad con las medidas para «no condenar» al sector

La hostelería y el ocio nocturno de Alicante y Elche salieron ayer a la calle, respectando las medidas de seguridad por el coronavirus, para alzar la voz contra las medidas restrictivas decretadas por la Generalitat Valenciana hace diez días tras un acuerdo previo entre las autonomías y el Ministerio de Sanidad. Hostelería y ocio nocturno critican que las administraciones públicas les «criminalizan» al imponerles más limitaciones que a otros sectores, junto a la falta de ayudas «compensatorias». En concreto, desde la entrada en vigor de la resolución de la Conselleria de Sanidad se limita la apertura de la hostelería hasta la una de la madrugada y se impide la apertura total de pubs y discotecas. En este escenario, el sector alzó ayer la voz: medio millar de personas aproximadamente en la plaza de la Montañeta de Alicante (400 asistentes según la Policía y 900 para los organizadores) y un centenar frente al Centro de Congresos de Elche. Y lo hizo con mascarillas, distancia de seguridad y mucho enfado contra el Gobierno y el Botànic por las limitaciones que consideran «injustas».

Desde la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante (Alroa), admitieron la situación «extraordinaria», pero denunciaron el señalamiento. «Somos conscientes de la gravedad de la situación, pero no somos responsables. Los locales de ocio somos la última barrera frente al botellón y las reuniones clandestinas, que sí están descontroladas», señaló el presidente del colectivo, Javier Galdeano. Desde la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (Apeha) denunciaron que la «persecución a la que se ha sometido al ocio nocturno hasta el decreto de cierre es totalmente desproporcionada». Por último, desde la Asociación de Restaurantes de Alicante (Ara) se reclamó que «simultáneamente a las medidas restrictivas se contemplen ayudas compensatorias que no aboquen a la ruina a las empresas y al paro a miles de trabajadores, porque la subsistencia del sector peligra, y con ello, una parte fundamental de la economía de la provincia».

En pleno conflicto entre el sector de la hostelería y el ocio nocturno con el Gobierno central y la Generalitat, el alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala,envió ayer una carta a la consellera de Sanidad, la socialista Ana Barceló, en la que solicita una flexibilización de las medidas restrictivas que afectan sobre todo a los pubs y discotecas. De hecho, Barcala, sumándose así a las peticiones del sector, pide al Consell que permita la apertura de las terrazas de los pubs, lo que supondría un alivio para muchos locales. «Sería una medida tan justa como necesaria, que ya se está llevando a cabo en otras comunidades autónomas con una incidencia acumulada similar, como Extremadura», apuntó Barcala, quien destacó la actitud «colaborativa» del sector con la Policía Local en los trabajos de «control y aplicación de las medidas de seguridad». En contraposición, el bipartito de Barcala decidió esta misma semana desoir la petición del sector del ocio, que pretendía que el Ayuntamiento facilitara el cambio de licencias para que pubs y discotecas pudieran abrir con permisos de bar, cafetería o salón-lounge. El gobierno local estudió la propuesta, pero al final la descartó para no promover medidas que sortearan las prohibiciones decretadas por el Consell.

Protesta también en Elche

En Elche un centenar de personas se concentraron a la misma hora en la plaza del Centro de Congresos. El Colectivo de Hostelería de Elche desplegó tres pancartas en el suelo de la plaza en las que se podía leer «SOS Hostelería». Francisco Mora, presidente de la entidad, explicó que son pancartas que se hicieron «en el confinamiento», pero que no se llegaron a «utilizar al entender que el Ayuntamiento atendía los problemas» del colectivo, pero ahora «no es así con el Gobierno», por lo que decidieron «tirar de ellas y desplegarlas». «Somos unos de los colectivos más castigados», dijo la empresaria ilicitana Paqui Solves, que leyó un manifiesto en el que también se mostró el apoyo a los compañeros de ciudades como Alicante o Benidorm. Paqui Solves recordó que ya tuvieron «que cerrar un viernes con las neveras llenas de género», que en el «mejor de los casos» se donaron y regalaron. «Ahora no entendemos qué pasa con este virus, que al parecer se activa a las doce de la noche», añadió.

Los hosteleros ilicitanos denunciaron que «se mira para otro lado cuando el positivo por coronavirus se da en una gran superficie, que no se cierra, cuando nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo por mantener el ánimo y no tirar la toalla». Francisco Mora aseguró que «las ayudas del Gobierno son insuficientes», a la vez que también se dijo en Elche que «cada día que pasa y un negocio no puede abrir la persiana, se deja a una familia en la ruina». Los hosteleros ilicitanos aseguraron que si siguen así no van a «poder mantener los equipos». «Necesitamos que se nos escuche ya que somos un sector indispensable», apuntaron. Los hosteleros ilicitanos mostraron ayer su preocupación por si las medidas se endurecen aún más en las próximas fechas. «Vemos que esto puede ir a peor, y por eso salimos a protestar», decía el empresario Julio Castro, que apuntaba que él no tenía terraza en su establecimiento, «y con estas medidas» se lo ponen «muy difícil». No podemos vivir así, con tanta incertidumbre, sin saber si mañana nos van a cerrar el negocio», agregó. La concentración de Elche reunió a empresarios, camareros y comerciales de empresas distribuidoras. Todos hicieron «piña» para tratar de defender al sector de lo que consideran que es un ataque injustificado.

Los más afectados por las medidas contra las que se protestaba ayer eran los dueños de locales de ocio nocturno. Precisamente la gerente de uno de estos establecimientos, Montse Pascual, que regenta Flaherty's desde hace 23 años en Elche, aseguraba no entender el motivo por el que no puede trabajar en la terraza de su negocio durante el día como sí hacen otros establecimientos. La diferencia está en el tipo de licencia de actividad. Dado que el establecimiento de Montse Pascual es un pub, no puede abrir ni de día. «No lo vemos justo. Con la desescalada el Ayuntamiento nos ayudó a abrir la terraza con más espacio, y ahora la nueva normativa no nos lo permite, y vino la Policía Local a pedirnos que desmontásemos la terraza», afirmaba Montse, que tiene una plantilla de 15 empleados que han tenido que volver al ERTE, y de los que la mayoría, según dijo, «aún no han cobrado del ERTE anterior, viven gracias a nuestra ayuda».

La protesta de Elche, con las pertinentes medidas de distanciamiento, también contó con el respaldo de la Asociación de Empresas de Servicios de Elche (Aesec), que representa a un buen número de negocios de hostelería ilicitanos.

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