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El curso de la mascarilla y el gel

Padres que no se quieren separar de sus hijos, consejos de la Policía a los papás y tomas de temperatura marcan el primer día

Interior de un aula del colegio Francesc Cantó, ayer, durante el primer día de un curso académico 20/21 que arranca marcado por la incertidumbre y el miedo a la pandemia.

Más de 37.000 jóvenes están llamados esta semana a arrancar las clases en Elche en Educación Infantil, Primaria y Secundaria, una vuelta al colegio tras seis meses en los que la pandemia ha hecho estragos que se irá produciendo de forma paulatina hasta el viernes. Ayer fue la primera jornada para muchos y, a los tradicionales nervios que se viven en un día así, hubo que sumar la incertidumbre y el miedo que ha provocado todo lo que va sucediendo este 2020 y que hace que nos encontremos ante el arranque del curso más atípico.

Una jornada en la que no hubo que lamentar grandes incidentes sí que dejó algunas estampas de lo más llamativas. Al margen de la toma de temperaturas a los menores y sus padres a la puerta de los colegios y de ver desfilar a los pequeños por los patios siguiendo las marcas que se han venido instalando en los centros educativos este verano para que los menores no se salieran de las «burbujas» que les han asignado, a muchos progenitores les costó ayer despedirse más de la cuenta de sus pequeños, ya fuera porque no se han separado de ellos desde el pasado marzo o, por una cuestión de edad, porque era la primera vez que los dejaban en el colegio. Ante este hecho, los agentes policiales que se desplegaron en el dispositivo especial de vigilancia tuvieron que intervenir para pedir a los mayores que no se quedaran en los entornos de los centros educativos y siguieran circulando para evitar unas aglomeraciones peligrosas con el virus en circulación.

Para garantizar la mayor seguridad posible en los 48 colegios de Primaria, quince institutos de Secundaria, nueve centros concertados y ocho escuelas infantiles, en Elche se ha realizado una fuerte inversión en este recién estrenado curso, tanto en medios humanos como económicos. De este modo, de los 12.000 docentes que se han contratados de refuerzo en la Comunidad Valenciana, 152 de ellos han sido destinado a Elche. Además, hay que sumar un centenar de nuevos monitores de comedor. En cuanto al plano económico, la Concejalía de Educación ha invertido 800.000 euros en mejoras para los centros y la Generalitat ha inyectado otros 700.000 euros para financiar los gastos de la pandemia. Por último, Elche recibirá 470.000 euros para que los menores que sufren las consecuencias económicas y sociales de la crisis puedan disfrutar de actividades extraescolares.

Otro refuerzo importante se verá en el apartado de limpieza para asegurar que instalaciones y materiales estén completamente desinfectados y no supongan ningún riesgo de contagio de los menores. Para garantizar el buen funcionamiento, el Ayuntamiento va a ampliar el contrato de limpieza de los colegios con las dos empresas contratadas al máximo del 10% que establece la ley. El servicio también se va a reforzar con la utilización de las horas extraordinarias de la plantilla que quedaron en suspenso durante los meses en los que los colegios permanecieron cerrados por la emergencia sanitaria.

Mensaje de tranquilidad

Desde los diferentes centros de la ciudad lanzaron ayer un mensaje de tranquilidad y seguridad a las familias que más dudas puedan tener, a la vez que hicieron un llamamiento para resaltar la importancia que tienen las clases presenciales para ayudar a desarrollar los hábitos sociales de los menores ilicitanos. En este sentido se pronunció el director del colegio Francesc Cantó, Raúl Niñoles, quien aseguró que durante la jornada de ayer no se produjeron muchas ausencias en las aulas y pidió «un poco de tiempo» para ir acostumbrándose a la nueva realidad que toca vivir en el mundo educativo.

El alcalde, Carlos González, quien siguió la primera jornada de clases junto a la edil María José Martínez, también se pronunció al respecto: «Los niños deben formarse en las asignaturas del plan de estudios, pero también tienen que convivir, porque la experiencia educativa está relacionada con todo lo que se desprende de la sociabilización». Por su parte, los padres consultados por este diario, expresaron sus temores, al tiempo que pusieron en valor las ganas que tenían sus hijos de volver a ver a los amigos en el colegio.

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