Tribuna

El pelotazo urbanístico de San Antón

El bloque número 3 del barrio de San Antón de Elche. ANTONIO AMORÓS

Le llaman regeneración urbana a construir en sus dotaciones públicas. El centro social lo destruyeron con falsas promesas y en sus zonas verdes y de petanca les han plantificado sendos bloques que a la vez cierran el paisaje y la luz de los antiguos edificios. Los vecinos más vulnerables y sin recursos no pueden acceder a los nuevos ya que no cuentan con recursos para ello y encima han de continuar en los actuales, donde han salido vecinos que sí pueden acceder a préstamos hipotecarios, tapiándose estas viviendas y cerrándose, creando una situación de inseguridad en las mismas, propicia para los okupas, como ya ha ocurrido.

En el barrio no permiten a los vecinos rehabilitar sus viviendas con ayudas públicas ni siquiera con recursos propios ni con préstamos ya que el barrio lo han calificado de absurda ruina económica, con extraños criterios en el que las asociaciones vecinales y colectivos de arquitectos discrepantes no han podido hacer nada, causa por la que sus vecinos se ven abocados a malvenderlas y sufrir ruina económica propiciada por las propias decisiones políticas.

Para más inri, hasta hace poco esta recalificación urbanística del PGOU no estaba presentada en el Registro de la Propiedad, alegando el Ayuntamiento que no tenía obligación de ello, con lo que la inseguridad jurídica para todo el mundo que realizara una transmisión de alguna propiedad, caía en una completa trampa, como ya ha ocurrido a varios vecinos y compradores de buena fe, creándose así unos conflictos de órdago, propiciados por quienes más deben de evitarlos.

El futuro es completamente incierto, un bloque y otro se siguen construyendo sobre el antiguo, convirtiéndolo así en un barrio marginal cuyo objetivo lleva camino de su gentrificación conectándolo con el de Los Palmerales.

Los responsables autonómicos políticos, designados por Podemos, tras prometer muy activamente la rehabilitación integral del barrio, cuando entraron a hacerse cargo de la Consellería de Vivienda, aún a pesar de la proposición no de ley presentada, cambiaron sus postulados contra todo pronóstico prestándose a las decisiones políticas locales de esta extraña e incomprensible aberración urbanística. Calificada con toda la razón por el ex arquitecto municipal, historiador y doctor en arquitectura, Gaspar Jaén de monstruosidad y de operación especulativa.

Creándose una importante responsabilidad patrimonial por el daño que se están causando a los vecinos que no pueden siquiera acceder a las nuevas viviendas, siendo ello muy cuantioso y alarmante, sin que nadie mueva un dedo por resolver esta grave situación que han creado extraños intereses políticos.

Ello sin evaluar los daños que se están causando en el conjunto del antiguo barrio por su paralización social y económica, afectando a muchos millones de euros.

Cuantificada su paralización y bloqueo alrededor de entre 20 y 40 millones las cerca de 1.066 viviendas y otros tantos locales comerciales a lo que les impiden rehabilitarse y activarse libremente, perdiéndose así cientos de empleos que generaría su actividad económica para la ciudad, especialmente para pequeñas empresas y autónomos de todo tipo, deseosas de buscar trabajo rehabilitando viviendas, así como de abrir pequeños negocios en el barrio.

La pregunta es: ¿no estaría ya el barrio completamente rehabilitado con los más de 20 millones invertidos en los 4 bloques de la I fase, aun sin terminar, dejando en paz e intacto el histórico barrio?

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