El president de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde, Luis Barcala, rindieron este martes un homenaje a las más de 300 víctimas del bombardeo «fascista de 25 de mayo de 1938 durante la Guerra civil», como se podía leer en una placa rodeada de flores y situada a las puertas del Mercado Central, donde a su vez depositaron ramos blancos ambos responsables políticos.
Puig recordó a las víctimas del que calificó como «acto de inhumanidad», y enfatizó que no se puede borrar del recuerdo a «las personas dignas que fueron asesinadas un día como hoy de 1938».
Junto a él y al alcalde también depositaron flores la delegada del Gobierno en la Comunidad, Gloria Calero; la consellera de Participación, Rosa Pérez Garijo; y el concejal de Cultura, Antonio Manresa, entre otras autoridades que recibieron al president y entre las que se encontraba la consellera de Innovación, Carolina Pascual. Por la oposición municipal también acudieron Francesc Sanguino y Natxo Bellido.