Actualmente se considera fundamental la educación de la población, el chequeo médico, la detección precoz del cáncer y el consejo genético.
Educación de la población
En relación con la educación es importante que cada persona conozca sus riesgos y antecedentes. Es recomendable que un adulto sano se efectúe una revisión médica general hacia los 50 años, para determinar con ayuda del especialista si tiene un perfil desfavorable y orientar las medidas concretas que pueden ayudarle. En esta revisión se han de valorar los riesgos concretos de los cánceres más frecuentes (mama, próstata, pulmón, colorrectal), se tiene que realizar una buena exploración física (incluyendo cavidad oral, ganglios del cuello, axilas, ingles, piel de cara, tronco, abdomen y extremidades, palpación abdominal, mamaria, tiroidea y testicular y ocasionalmente exploración digital por tacto rectal / vaginal) y además pruebas analíticas incluyendo hemograma, pruebas de función hepática, creatinina, así como marcadores tumorales.
A partir de los resultados obtenidos en esta base común se realizan exploraciones especiales según cada caso. La ampliación de estudios se hace de forma personalizada. Las recomendaciones que se efectúan tienen un enorme potencial para prevenir fallos en la salud posteriormente. De hecho los longevos no son los que carecen de problemas médicos sino los que alargan la vida con buena salud, porque al final siempre aparecen problemas y todas las personas mueren. El objetivo del chequeo es demorar la aparición de enfermedades graves.
El asesoramiento personalizado ha de basarse en los riesgos personales, edad, dieta, ejercicio físico, profesión y antecedentes. La enfermedades anteriores son importantes en el momento de valorar los riesgos personales Tienen diferentes acciones el habito tabaco importante, la exposición solar crónica, el sobrepeso con dislipemia, hipertensión arterial o diabetes, la ingesta de alcohol superior a un vaso de vino diario o su equivalente. Probablemente se aconsejaran medidas eficaces y un seguimiento regular.
La prevención es muy útil. Recientemente se ha observado que la incidencia de cáncer se reduce con actividad física de buen nivel (30 minutos 5 días/semana para la mujer y 60 para el varón); también con el uso de medicamentos contra la dislipemia (estatinas) o la diabetes (metformina) que ejercen un efecto preventivo.
Chequeo médico
Aunque no hay ningún estudio o prueba definitiva absolutamente segura y fiable, el mejor chequeo del cáncer hoy en día es el PET-TAC porque distingue la presencia de un tumor agresivo desde 0.5 cm. de diámetro, antes de que ocasione síntomas, pero no está acreditado como prueba de cribado, salvo que exista alguna indicación particular para averiguar la extensión de un tumor ya diagnosticado o la búsqueda de un tumor primario oculto. Es una prueba de elección por ejemplo en una persona que tiene una pérdida de peso injustificada superior al 10% porque permite ir directamente a descartar un cáncer. También en ciertas enfermedades con riesgo alto de cáncer familiar conviene la realización de PET-TAC periódicamente.
Las recomendaciones actuales para el chequeo precoz del cáncer son:
- Chequeo mamario bianual al comienzo y después anual, entre 40 y 75 años; habitualmente con mamografía y en casos de mayor riesgo con resonancia magnética mamaria.
- Cuello uterino en mujeres sexualmente activas entre los 21 y 65 años incluyendo citología Papanicolau y estudio de HPV cuando está alterada la citología; se repite cada 3 años hasta los 30 años y posteriormente cada 5 años.
- Cáncer colorrectal con estudio de sangre oculta fecal o mejor todavía colonoscopia cada 5 años a partir de los 50 años.
- Cáncer de pulmón con TAC helicoidal de alta resolución en pacientes entre los 55 y 75 años si han sido fumadores severos más de 30 años.
- Cáncer de próstata con realización de PSA a partir de los 50 años.
- Detección visual del cáncer de piel melanoma cuando hay alteraciones o cambios en pigmentación.
En todos los casos la edad se anticipa 10 años cuando hay antecedentes familiares del tumor en cuestión que se va a estudiar.
Hay cierta controversia en el beneficio sobre la supervivencia que proporciona el chequeo porque el diagnóstico a veces detecta enfermedades poco agresiva, pero es evidente que el diagnóstico precoz permite el tratamiento curativo.
Códigos de alerta
Muchas personas van al médico cuando se encuentran mal o aparece una alteración funcional corporal, pero los tumores malignos a veces no causan cambios generales en la salud. Los Códigos de Alerta del Cáncer pretenden avisar sobre un cáncer que está comenzando a mostrarse.
Los puntos principales para prestar atención e ir al médico sin demora son:
- Cambio en el ritmo intestinal mantenido (diarrea, mayor frecuencia, expulsión de mucosidad) o en la frecuencia urinaria.
- Heridas que no curan en pocos días (piel o mucosas incluyendo cavidad oral, genitales, etc.)
- Perdidas sanguíneas de cualquier origen (oral, anal, genital, con la tos, etc.)
- Aparición de nódulos en cualquier localización (mamario, cutáneo, en zonas ganglionares de axilas o ingles).
- Tos irritativa o afonía
- Cambios en una peca (crecimiento, decoloración, irregularidad, picor, nodularidad, etc.)
- Dificultad de tragar, dolor abdominal o indigestión.
Consejo genético
Consiste en los estudios de los genes de la persona sana para determinar si presenta una alteración hereditaria que causa mayor incidencia o propensión para desarrollar cáncer. Incluye el asesoramiento previo, la historia familiar y la información completa. Es una especialidad nueva, que ha aparecido desde que se han hecho los mapas genéticos de cada tumor.
Se dirige a estudiar a las familias portadoras de alteraciones genéticas que aumentan la probabilidad de aparición de cáncer. Consiste en la valoración especializada para hacer recomendaciones que permiten prevenir o tratar con éxito los tumores. Por lo general afecta a familias con más de tres miembros con un mismo tipo de tumor maligno.
También entra en esta competencia cualquier paciente que ha superado un diagnóstico de cáncer, ya que suele estar expuesto a un aumento de riesgo para otro cáncer.
El consejo genético es una especialidad multidisciplinar que combina biólogos, oncólogos de todas las especialidades, y especialmente psicólogos.
